Madre demanda al condado de Los Ángeles por muerte de sus dos hijos
Una patrulla del Sheriff atropelló a los menores el año pasado
La madre de dos niños que murieron cuando una patrulla del Departamento del Sheriff de Los Ángeles se estrelló contra ellos en Boyle Heights en 2017 demandó al condado, alegando que la agente que iba al volante iba con exceso de velocidad y conducía sin poner atención.
María Verónica Solis Muñoz presentó la demanda en el Tribunal Superior de Los Ángeles Tribunal acusando a los agentes del Sheriff Carrie Esmeralda Robles-Plascencia y Vincent Moran. La queja legal alega la muerte injusta, la negligencia y el inflicción negligente de angustia emocional, buscando el pago de daños no especificados.
Muñoz es la madre de Marco Antonio Hernández, de 9 años, y su hermano, de 7 año de edad José Luis Hernández.
Según la reconstrucción de los investigadores sobre el accidente del pasado 16 de noviembre, el SUV del Sheriff iba hacia el sur por la Calle Indiana aproximadamente a las 7:20 p.m. cuando paró en una luz roja en el Bulevar Whittier. Los agentes entonces recibieron una llamada de un asalto en la Calle Downey y la Calle Triggs en el Este de Los Ángeles.
Robles-Placencia conducía el SUV y todavía estaba en entrenamiento y Moran, su supervisor, era su pasajero, según los investigadores. El SUV encendió las luces intermitentes, pero no la sirena, dijeron los investigadores.
La patrulla luego se aceleró en la intersección contra una luz en rojo y golpeó un auto Honda que iba hacia el este sobre el Bulevar Whittier, causando que el coche girara fuera de control y golpeara otra camioneta que se detuvo en la luz.
El SUV del Sheriff se desvió hacia el sureste, golpeó a una peatón embarazada y luego condujo sobre la acera a lo largo del Bulevar Whittier, de acuerdo con los investigadores.
El SUV rebotó en la pared de un banco, luego golpeó a Muñoz y sus dos hijos, según los investigadores. El SUV continuó fuera de control, golpeó otro peatón y un bote de basura y luego un peatón más, dijeron los investigadores.
Junto con los dos niños muertos, otras siete personas resultaron heridas.
De acuerdo con la demanda, Robles-Placencia debería haber esperado a que se despejara el tránsito antes de proceder contra un semáforo en rojo. Ella también no consideró las condiciones de tránsito y la presencia de varios vehículos y peatones en y alrededor de la intersección, según la queja.
El agente del Sheriff también estaba conduciendo de una manera distraída.
El accidente fue causado aún más por la incapacidad de Moran para entrenar y supervisar a Robles-Placencia y permitirle conducir un vehículo del Sheriff antes de que su entrenamiento fuera completado, lee la demanda.