DHS emite exenciones ambientales para agilizar construcción de barreras en frontera de Texas
El liderazgo republicano ha cerrado filas con la Administración Trump y prevé dar un fuerte impulso a la solicitud de $25,000 millones para el muro fronterizo
WASHINGTON— El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió este miércoles otra exención a las leyes ambientales para agilizar la construcción de nuevas barreras en la frontera entre Texas y México, un día después de anunciar otra medida similar para la construcción de once bardas para sellar brechas en barreras existentes.
Al publicar la exención ambiental, el DHS delineó los seis tramos donde construirá nuevas barreras y carreteras en el área del Valle del Río Grande, en la zona sur del estado, en el marco de la política de la Administración Trump de construir un muro para frenar la inmigración ilegal.
El martes, la agencia federal informó de otra exención a 28 leyes federales para construir once garitas cerca de la frontera sur. Bajo diversas leyes federales el DHS puede hacer exenciones ambientales si el proyecto en cuestión ayuda a resguardar la seguridad fronteriza.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, justificó las exenciones al destacar la “necesidad aguda e inmediata” de construir barreras contra el paso de inmigrantes indocumentados.
La Administración Trump no sólo ha hecho caso omiso a las críticas y advertencias de grupos ecologistas por el impacto del muro en el ecosistema de la zona fronteriza, sino que continúa su campaña de presión para que el Congreso apruebe la totalidad de $25,000 millones de dólares para la construcción del muro.
El liderazgo republicano del Congreso ha prometido luchar por esos fondos después de los comicios legislativos del próximo 6 de noviembre, aunque reconoce que no será una lucha fácil, máxime si los demócratas recuperan al menos una de las dos cámaras del Legislativo.
Eso no frena al líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, quien prevé presentar formalmente esta semana un proyecto de ley para financiar la construcción del muro, aunque por unos $23,000 millones. Esa legislación también prevé eliminar fondos para las “ciudades santuario”, pese a que hay demandas para impedirlo.
Los demócratas desde siempre se han opuesto a la construcción del muro, que fue una promesa electoral del presidente Donald Trump en 2016.
En su solicitud presupuestaria para el año fiscal 2019, Trump pidió $1,600 millones para el muro fronterizo, pero ha dejado en claro que eso es apenas una primera partida.
El Congreso ya aprobó fondos para la construcción del muro en poco más de 30 millas en la zona del Valle del Río Grande.
El DHS indicó en un comunicado que ese sector sigue siendo uno de los que registran el mayor número de cruces ilegales. En el año fiscal 2017, la Patrulla Fronteriza arrestó a más de 137,000 inmigrantes indocumentados y confiscó cerca de 260,000 libras de marihuana y 1,192 libras de cocaína en la zona, según datos oficiales.
Consciente de las críticas de grupos ecologistas, el DHS dijo que no habrá construcción de muro dentro del Refugio Silvestre Nacional de Santa Ana.
Pero grupos ecologistas, entre éstos el “Centro para la Diversidad Biológica”, mantienen una estrategia multifacética para frenar la construcción del muro, incluyendo demandas en los tribunales.
La demanda encabezada por el Centro para la Diversidad Biológica tendrá una audiencia para escuchar los argumentos orales el próximo 18 de diciembre en la capital estadounidense.