EDITORIAL: La huelga de maestros en Los Ángeles

En el segundo día de huelga más de 10.000 personas se reunieron frente al edificio de la Asociación de Escuelas Chárter de California en el centro de Los Ángeles. (@UTLANow)

En el segundo día de huelga más de 10.000 personas se reunieron frente al edificio de la Asociación de Escuelas Chárter de California en el centro de Los Ángeles. (@UTLANow) Crédito: @UTLANow | @UTLANow

Este martes, el sindicato (UTLA) que representa a 32,000 maestros en el Distrito Escolar de Los Ángeles (LAUSD) inició una huelga. Esta fue autorizada en agosto por el 95% de los docentes.

El paro afecta a los 600,000 alumnos del distrito. A las escuelas que dejan de recibir financiación estatal. A los padres que no pueden ir a trabajar.

Es la culminación de muchos meses de negociaciones con el nuevo (desde junio pasado) superintendente del LAUSD. Austin Beutner, un empresario y filántropo exitoso pero sin experiencia docente.

No hubo acuerdo.

Inició la mayor huelga docente del país en décadas.

Las escuelas, que siguen abiertas, se han convertido en una red gigantesca de guarderías infantiles para los pocos alumnos que concurren.

Los principales puntos en desacuerdo son: salarios, tamaño de las clases, personal auxiliar y actitud hacia las escuelas chárter.

De 1992 a 2014 estos salarios subieron en 6%, mientras el gasto estatal por alumno subió más de 20%.

Muchas aulas de secundarias tienen 45 alumnos y 35 muchas primarias, lo que dificulta que los niños puedan aprender lo necesario.

Existe un déficit palpable de miles de asesores o consejeros, psicólogos y bibliotecarios. Y la gran mayoría de las escuelas carece de enfermero de tiempo completo.

No hay dudas que los maestros merecen un aumento, ni que la hacinación en aulas es un problema. Pero Beutner insiste en que no tiene fondos suficientes para cumplir con los requerimientos.

Sin embargo, explican los maestros, el distrito escolar tiene fondos de reserva por casi 2,000 millones de dólares, que alcanzarían con creces. Beutner se resiste a usarlos, diciendo que ello comprometería el futuro del distrito.

Paralelamente, la huelga intenta llamar la atención pública a los problemas relacionados con las escuelas chárter. Financiadas públicamente pero dirigidas privadamente, exentas de los contratos sindicales, han crecido en casi 300% en la última década, llevando consigo a más de 25,000 nuevos alumnos y los fondos correspondientes, que antes recibían las escuelas públicas.

Este paro es pues por la naturaleza de la educación pública en Los Ángeles.

La Opinión se solidariza y apoya a los maestros del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD). La educación es el más importante puente para el avance social y económico de nuestra comunidad. El 74% de los alumnos del LAUSD son latinos.

Pero las diferencias entre las partes no son insalvables. Y cada día de cierre de escuelas se profundiza la división entre las partes.

Correctamente, Beutner está presionando a las autoridades para que ayuden. Así, la junta de Supervisores del Condado ha aprobado $10 millones para más enfermeros.

Llamamos al gobernador Newsom a propiciar un aumento en los fondos que el estado dedica a la educación pública. No puede ser que California, el estado dorado, esté en el lugar 43 del país en dinero invertido en cada estudiante.

Entonces, es necesario un acuerdo que dé rápido fin a la huelga para continuar con la educación de nuestros hijos. Debe asegurar los fondos suficientes para contratar al personal auxiliar y que después de tantos años, aumente el salario de los docentes, una de las profesiones más dignas de nuestra sociedad.

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