Ahí se guardan 5,000 toneladas de oro y otros datos que te sorprenderán de Fort Knox
Aunque es un lugar muy secreto, algunos datos han salido a la luz
El nombre de Fort Knox es sinónimo de una fortaleza impenetrable, y es así como tiene que ser este lugar, ya que aquí se encuentra una bóveda que contiene una de las fortunas conocidas más grandes del planeta.
Aunque la mayor parte de su funcionamiento se mantiene en secreto, aún podemos aprender algunas cosas interesantes de esta misteriosa instalación. ¡Sigue leyendo y conoce algunas de ellas!
La riqueza del país en un solo sitio
Este lugar fue construido en 1935 para funcionar como un depósito donde se guardarían grandes cantidades de lingotes de oro para los Estados Unidos. De hecho, casi la mitad del oro que tiene el país se almacena en este lugar, por lo que hay aproximadamente unas 5,000 toneladas de lingotes.
Oro como en las películas
El oro que se encuentra guardado tiene la forma de las barras estándar y son casi de oro puro. Además, también hay barras que se hacen al derretir varias monedas de oro.
Envío laborioso
Aunque no lo creas, en sus primeros años, el oro llegaba a Fort Knox por correo, pues era demasiado pesado como para transportarlo en los aviones de aquel entonces. Por eso, se decidió mejor enviarlo en tren a través del departamento de correos, lo que hoy es el Servicio Postal de los Estados Unidos.
Documentos valiosos
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Declaración de Independencia, la Constitución y la Declaración de Derechos se almacenaron secretamente en este lugar para protegerlas de cualquier posible peligro.
Fue hasta 1944 –cuando se consideró poco probable que un ataque en suelo estadounidense se llevara a cabo– que los documentos históricos regresaron a Washington.
Nadie sabe cómo funciona completamente
La estructura de la instalación es conocida sólo por algunas personas, aunque ninguna de ellas conoce todos los procedimientos que son necesarios hacer para abrir la bóveda que resguarda los lingotes.
Acceso súper restringido
Si pensabas visitar este lugar para saber cómo se ve todo ese oro junto, lamentamos decirte que no se permiten visitas ni se hacen paseos por las instalaciones. De hecho, sólo un presidente, Franklin D. Roosevelt y una delegación del congreso enviada en 1974, han podido estar dentro de la bóveda.
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