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Votan docentes de CSU

Los líderes sindicales señalaron que esperan que el cuerpo docente apoye la medida

La profesora Deborah Haam, miembro de la CFA, ayuda a empleados de CSU Long Beach sufragar su voto.

La profesora Deborah Haam, miembro de la CFA, ayuda a empleados de CSU Long Beach sufragar su voto. Crédito: AP

Aproximadamente 24,000 empleados de la Universidad del Estado de California (CSU, en inglés) dieron comienzo ayer el lunes a una votación que tendrá dos semanas de duración y en la que se determinará si se autoriza o no a su sindicato a declarar una huelga al no conseguir un nuevo contrato tras 22 meses de negociaciones.

Los miembros de la Asociación del Cuerpo Docente de California, que representa a profesores, bibliotecólogos, entrenadores deportivos y consejeros del sistema que cuenta con 23 recintos universitarios, tienen hasta el 27 de abril para determinar si autorizarán o no al directorio del sindicato a declarar una huelga de dos días en una fecha no especificada.

Los líderes sindicales señalaron que esperan que el cuerpo docente apoye la medida.

“La gran mayoría está de acuerdo en que necesitamos enviar un mensaje muy claro y enérgico al rector y a los miembros del consejo de que necesitamos un contrato justo”, señaló Andy Merrifield, profesor de ciencias políticas de Sonoma State University.

En San Francisco State University, donde se organizó una concentración para dar comienzo a la campaña para la votación, la mayoría de los miembros del cuerpo docente ya firmó una tarjeta de compromiso en apoyo de la huelga, afirmó Phil Klasky, profesor de estudios étnicos. “No queremos hacer huelga, pero lo haremos”, dijo. “Estamos atravesando una crisis”.

Conforme al plan de “huelgas concatenadas”, diversos grupos de recintos universitarios se declararán en huelga durante dos días, uno grupo inmediatamente después del otro.

La votación por la huelga tiene lugar en un momento difícil para CSU, que perdió 970 millones de dólares en fondos estatales desde el año 2008.

El sistema de 400,000 estudiantes aumentó la matrícula, despidió a miembros del cuerpo docente y disminuyó los ingresos, lo que generó protestas en los recintos universitarios y causó el arresto de manifestantes indisciplinados y duras críticas y protestas durante las reuniones del consejo directivo.

El sindicato y la administración han mantenido un fuerte desacuerdo desde el último contrato a tres años venciera en junio de 2010. El sindicato propuso prolongar el contrato, pero la administración abrió las conversiones para un nuevo contrato, las que terminaron en punto muerto el 6 de abril.

El portavoz de CSU, Michael Uhlenkamp, señaló que la administración continúa teniendo esperanzas de poder llegar a un acuerdo. El próximo paso en el proceso de negociaciones legales es que la Junta de Relaciones de los Empleados Públicos del estado asigne un intermediario encargado de determinar los hechos que considere la postura de ambas partes y proponga una solución.

Si una de las partes rechaza la propuesta del intermediario, el rector de CSU, Charles Reed, podrá presentar la última oferta del contrato ofrecida por la administración y el sindicato deberá decidir si organiza o no una huelga.

“Es un poco prematuro estar hablando sobre una votación para hacer huelga”, señaló Uhlenkamp. “Todavía estamos en el proceso de negociación”.

Entre los temas clave se incluye la propuesta de la administración de congelar los salarios en los niveles actuales, que no han cambiado desde el año 2009, con la condición de que se reanuden las conversaciones sobre la paga y los beneficios en el año 2012-13. El sindicato propuso un aumento de 1%.

La administración también desea recortar la paga de los profesores responsables de los cursos de verano y exigir una evaluación adicional para pasar de un cargo provisorio a otro permanente.

Asimismo, los administradores buscan trasladar al sindicato una porción más grande de los salarios de los docentes que se desempeñan como representantes sindicales y cobrar más por los programas doctorales de los miembros del cuerpo docente.

El cuerpo docente, por otro lado, busca obtener garantía de libertad académica, el derecho a establecer el tamaño adecuado de las clases, más estabilidad laboral y cargos permanentes para docentes provisorios.

A los empleados les frustra que la administración no cediera a un pequeño aumento salarial y a los demás temas cuando otorgó un aumento del 10% a los salarios de los presidentes de los recintos universitarios, señaló Lillian Taiz, presidenta de la asociación y profesora de historia de CSU Los Angeles.

“El cuerpo docente está muy molesto; ya se cansó”, dijo. “Le han pedido que colabora ajustándose a los tiempos difíciles mientras los presidentes de los recintos universitarios reciben un aumento del 10%”.

En noviembre del año pasado la asociación organizó una huelga de un día en dos recintos escolares como protesta a los aumentos que no se pagaron en el año 2008-09 y 2009-10, conforme al último contrato.

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