Con taladro gigante buscan rastro de Etan Patz
Agentes del FBI excavan en el sótano de un edificio en Soho en la búsqueda de los restos del niño desaparecido en 1979
Nueva York – Más de 33 años han pasado y todavía no existen rastros del pequeño Etan Patz que desapareció en 1979, cuando tenía apenas 6 años. Y este es el misterio que buscan esclarecer agentes del FBI, quienes hoy están usando un taladro gigante para excavar en un sótano en un edificio en Soho, con la esperanza de hallar respuesta al caso que conmovió a Nueva York y al resto de la nación.
Trabajadores de la construcción están usando la maquinaria pesada, mientras que los agentes federales cargan cuidadosamente los trozos de concreto y los colocan en un contenedor fuera del edificio. Los escombros serán transportados a un lugar no especificado, donde serán analizados en busca de alguna pista.
El pequeño Patz desapareció luego de dejar su vivienda en Soho y dirigirse a la parada donde el autobús escolar lo transportaría a la escuela. Su caso conmovió a la nación y pronto fue catalogado como el “niño desaparecido de América”.
El vocero del Departamento de Policía de Nueva York, Paul Browne, dijo que “este fue un caso de enorme atención”.
El menor desapareció luego que sus padres le dieran permiso, por primera vez, de realizar solo esa corta caminata desde su vivienda hasta la parada del autobús.
Browne indicó que los equipos forenses seguirán excavando en ese sótano y romperán particiones de paredes, con el fin de tratar de conseguir rastros de sangre, ropa o restos humanos. El trabajo tornará unos cinco días.
Aunque las autoridades no informaron públicamente qué los llevó a retomar esta investigación, un oficial de la Policía sí dijo que el FBI tomó la decisión luego de que un perro detectara el olor de restos humanos en el lugar hace unas semanas.
Agentes del FBI y la Policía de Nueva York llegaron ayer al lugar, que está apenas a media cuadra donde el menor vivía con sus padres, en un vecindario en el que hace más de 33 años se vieron paredes completamente forradas con carteles con la imagen del niño extraviado. Este fue el primer caso tras el cual se usó la foto de un menor perdido en los cartones de leche, con el fin de ayudar en su búsqueda.
La desaparición de Etan, el 5 de mayo de 1979, desató un debate nacional sobre la seguridad de los niños, provocando que las nuevas generaciones de padres sintieran temor de mandar a sus pequeños solos a las calles. Además, el caso incentivó un movimiento que cambió la forma de hacer público los casos de menores perdidos. Tanto así, que el entonces presidente Ronald Reagan declaró ese día como el “Día Nacional del Niño Desaparecido”.
“La historia realmente retumbó y tocó a millones de padres”, dijo Ernie Allen, el presidente del Centro Nacional contra Explotación y Extravío de Niños”, quién fue quien impulsó la colocación de la imagen del menor en los cartones de leche, lo que acaparó la imaginación del público y casi se convirtió en un ícono.