Kase Peña, una cineasta que aboga por la inclusión de mujeres transgénero
Gran parte del trabajo de la directora se enfoca en mostrar hechos de la vida real; el objetivo es educar e informar a los televidentes que desconocen ciertos temas como el ser una persona de la comunidad LGBTQ
Vanessa es una mujer transgénero que intenta salir adelante vendiendo tamales en una conocida colonia de Los Ángeles. No obstante, el dinero que gana no es suficiente para ayudar a su padre quien está enfermo de cáncer.
Esto la obliga a regresar a las calles para trabajar como servidora sexual, un oficio que intentaba dejar en el pasado.
La historia pudiera parecer descabellada pero no es ajena a la realidad que muchas personas de la comunidad Lesbiana, Gay, Bisexual, Transgénero, Queer (LGBTQ) enfrentan, explicó Kase Peña una cineasta de origen dominicano que reside en Los Ángeles.
Peña, quien es una mujer transgénero, escribió y dirigió el cortometraje titulado “¿Familia?” y caracterizó al personaje de Vanessa.
Gran parte del trabajo de Peña se enfoca en mostrar hechos de la vida real con el fin de educar e informar a los televidentes que desconocen ciertos temas como el ser una persona transgénero.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil para pertenecer al mundo del cine donde los latinos y personas transgénero representan un mínimo porcentaje, aseveró Peña.
“Cada vez que se habla de películas de un transgénero no es dirigida por alguien transgénero… Por ejemplo, las películas Gun Hill Road y Tangerine”, relató la mujer de 39 años, quien a paso lento pero seguro va forjando su carrera de cineasta.
Es mediante sus experiencias personales que Peña ha confirmado que hoy en día gran parte de la audiencia del cine esta interesada en ver historias de las personas transgénero.
“Son de interés no solo para la comunidad LGBT, pero también para los heterosexuales quienes tal vez tienen un amigo o un familiar transgénero”, relató Peña.
Identidad escondida
La cineasta contó que desde muy pequeña ha tenido que enfrentar adversidades en su vida, ya sea a nivel personal o profesional. Recuerda que a los 4 o 5 años de edad, Peña sabía que era mujer y tenía pasión por el arte.
La parte artística se la debe a sus progenitores, quienes pese a no haber tenido una educación superior, a su padre siempre le gustó leer y su madre era la modista del vecindario.
Sin embargo, sus padres también tenían fuertes valores culturales como: que los hombres no deben llorar y las mujeres deben ser sobreprotegidas.
Al ser criada de esta forma, Peña fue prácticamente obligada a vivir toda su niñez y adolescencia escondida de su verdadera identidad.
“Yo vivía en un tiempo donde lo peor que puedes ser en la vida [para la comunidad dominicana] es ser una mujer transgénero”, dijo Peña, quien creció en un barrio al sur del Bronx en Nueva York donde su padre era dueño de una tienda de abarrotes (liquor store).
Peña contó que por mucho tiempo vivió avergonzada de si misma y hasta se odiaba por ser alguien que no sería aceptada por familiares y amigos.
“Por muchos años yo pensaba en eso -que no sería aceptada-, mis padres me pedían que fuera quien yo no soy”, recordó la cineasta. “Y en mi familia todos lo sabían. Era como el elefante en el cuarto, pero mientras no se habla no existe”.
Enfrentando adversidades
Peña recuerda que cuando tenía unos 16 o 17 años intentó decirle su verdad a su padre, pero en ese tiempo él no estaba preparado para escucharla y la conversación terminó antes de comenzar.
Peña confesó que la carga que llevaba en los hombros era tanta que en varias ocasiones llegó a pensar en el suicidio. Sin embargo, reconoce que lo que la detuvo en todo momento fue el amor por su madre.
“Yo sabía que si yo [me mataba] mi padre iba a sufrir, pero se le iba a pasar. Pero a mi madre no. Si algo me pasaba a mi yo sabía que alguna parte de ella también iba a morir. Así que al ella estar viva, ella me salvó”, contó Peña.
Años después, ya de adulta, Peña retomó la conversación con su padre, quien en esa ocasión se mostró más abierto al tema.
“Él no sabe mucho lo que es ser una mujer transgénero, pero hizo un esfuerzo en saber como tiene que tratarme, como debe hablarme. Me hizo sentir muy bien”, reconoció Peña.
Peña dijo que el tiempo le ha ayudado a sobrepasar las adversidades del pasado y ahora ella misma se ama tal y como es. Después de enfrentar sus peores demonios de la vergüenza e identidad, ha entendido que el suicidio nunca ha sido ni será la mejor solución.
“Por eso cuando alguien se siente mal, confundido, debe ir y buscar ayuda”, aseveró Peña quien en la actualidad lleva una relación muy amena con sus padres, hermana y su sobrino.
Abogando por la inclusión
Peña se mudó hace tres años de Nueva York a Los Ángeles donde ha encontrado más aceptación hacia las personas transgénero, en cuanto a recursos de ayuda emocional, mental y de transición.
Sin embargo, la cineasta dijo que espera que algún día la industria del cine también los acepte y permita que las historias de las personas transgénero sean contadas por ellos mismos.
“Yo no le digo a la gente que soy una cineasta latina ni soy una cineasta transgénero porque cuando me identifican de esa manera me están limitando. Yo soy cineasta y punto”, recalcó Peña.
La directora de cine ha trabajado en varias películas y recientemente hizo historia, al convertirse en la primera mujer latina transgénero en ser contratada como escritora para un show titulado “Brujas” de la mexicana Tanya Saracho.
Adicionalmente, HBO ha adquirido los derechos de distribución del último cortometraje que Peña realizó titulado “Full Beat”, logrando que por segunda vez HBO distribuya películas escritas y dirigidas por ella.
Peña espera que algún día las personas transgénero sean consideradas en roles como los de director, productor, escritor y actor. Este es precisamente el interés que la ha llevado a abogar por la inclusión.
“Yo soy alguien que puede contar cualquier historia de la misma manera que otros que no son latinos, escriben historias de latinos y se ganan premios internacionales; de la misma manera en que hay personas que no son transgénero, escriben de transgéneros y se ganan premios en los mejores festivales de cine”, recalcó Peña. “Entonces yo digo que somos iguales porque yo puedo hacer eso”.