Plan de Rubio divide a dreamers

La idea de un 'DREAM Act limitado y sin legalización permanente que ha propuesto –al menos en teoría- el senador republicano de Florida, Marco Rubio, está comenzando a dividir a los "dreamers", esos jóvenes indocumentados que buscan un reconocimiento a su necesidad de vivir en Estados Unidos legalmente.

El senador Rubio todavía no presenta la propuesta.

El senador Rubio todavía no presenta la propuesta. Crédito: AP

La idea de un ‘DREAM Act limitado y sin legalización permanente que ha propuesto –al menos en teoría- el senador republicano de Florida, Marco Rubio, está comenzando a dividir a los “dreamers”, esos jóvenes indocumentados que buscan un reconocimiento a su necesidad de vivir en Estados Unidos legalmente. Algunos ya se oponen radicalmente a la medida, otros están comenzando a apoyarla.

En blogs, páginas web de discusión, twitter y hasta en iglesias y centros de reunión de los activistas “dreamers”, el tema está acaparando la atención de los interesados y ya comienza a generar, si no un apoyo irrestricto, si un interés sobre qué podría aportar la propuesta de Rubio a romper el estancamiento y generar un apoyo bipartidario a un estatus legal para “dreamers”.

“Sí estamos viendo receptividad hacia la idea”, indicó Manuel Guerra Casas, un activista y líder dreamer de Florida. “¿Qué queremos? ¿Seguir presos del juego político o apostar a que la propuesta de Rubio se apruebe en 2013 y nos dan una visa? Mejor esperar un año que seguir como estamos”.

Otros, sin embargo, cuestionan que la medida de Rubio sea políticamente viable ahora o en un año y consideran que no conseguirá romper el bloqueo de la mayoría republicana de la Cámara Baja.

“Para mí esto es un juego político. Hasta ahora no hay un proyecto de ley y aunque lo hubiera, no tiene forma de pasar en la Cámara de Representantes hoy en día”, dijo Felipe Matos, otro dreamer activo en Presente. org.

El senador Rubio ha hablado –aunque aún no presenta el texto- de proponer una medida que permita a los jóvenes indocumentados que estudien a nivel superior o que quieran servir en las Fuerzas Armadas, un tipo de visa de no inmigrante que les permita tener papeles y vivir legalmente en el país.

Según lo manifestado por Rubio a los medios de comunicación, esta visa sería renovable y no impediría que los beneficiados legalizaran su situación en forma más permanente por medio de las vías ya existentes como trabajo o reunificación familiar.

En páginas de Facebook y en blogs como Dreamactivist.org la discusión está candente. Muchos comentarios plantean dudas acerca de las intenciones y posibilidades de aprobación de la potencial medida de Rubio, pero la activista Prerna Lal, estudiante de leyes en Georgetown escribe que la propuesta de Rubio es “realmente peligrosa para los demócratas”.

“En realidad da miedo a los demócratas porque quiere decir que tienen que ponerse las pilas y trabajar con los republicanos en esta propuesta, en vez de continuar usando el Dream Act como un tema para separarnos y defraudar de nuevo a nuestras comunidades”, escribió la activista.

Otros comentan que la medida “parece un programa bracero del Siglo XXI”.

Por el momento, sin embargo, la posibilidad–aún no escrita- de un “DREAM Act light”, no ha cambiado mucho el punto de vista de quienes tendrían que tomarla en sus manos para que se convierta en realidad: demócratas y republicanos en el Congreso.

Los demócratas han sido cautos en cuanto a oponerse radicalmente a la idea, pero congresistas latinos como Xavier Becerra han expresado serias dudas sobre la posibilidad de que la propuesta llegue a concretarse.

Del lado demócrata, el congresista demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez es el único que ha manifestado públicamente ante grupos ‘dreamers’ que está dispuesto a escuchar la propuesta y a apoyar una solución que de legalidad y pare la deportación de estos jóvenes.

“Lo que preocupa al congresista es que Rubio no tiene una estrategia para obtener apoyo de republicanos en la Cámara”, dijo Douglas Rivlin, portavoz de Gutiérrez. “Él sin embargo piensa que es bueno que un prominente republicano esté cambiando el tono de la conversación”.

No obstante, el portavoz de Gutiérrez apunta a que las soluciones inmediatas para detener la deportación de los ‘dreamers’ están en manos del ejecutivo. “El congresista quiere ver más carne en el hueso de la discreción en deportaciones que está aplicando el gobierno de Barack Obama y también quiere saber si el senador Rubio está dispuesto a apoyarlo en presionar por esta suspensión en deportaciones”.

En días pasados, Gaby Pacheco, activista de United We Dream, se reunión junto con otros ‘dreamers’ con el senador Rubio y le dijo al Washington Post que la idea de Rubio es un punto de inicio. “Ahora mismo el país está tan polarizado y antiinmigrante que si un republicano habla de esto y es capaz de traer a su partido al diálogo, debemos escucharlo”.

Por ahora no parece que muchos republicanos estén tomando la oferta de Rubio. El presidente de la Cámara declaró en el mismo artítulo del Post que las posibilidades son “difíciles” pero añadió que “siempre hay esperanza”, un comentario poco concluyente que para algunos fue negativo y para otros fue positivo, depende de qui’én lo interprete.

Angie Kelly, analista de temas migratorios del Centro para el Progreso Americano, indicó que el problema con la propuesta de Rubio es que deja a estos jóvenes sin la posibilidad de un estatus permanente o con una posibilidad remota, dejada a la “casualidad”.

“Solo hay dos maneras de obtener residencia. Una es por trabajo. Para hacerlo por trabajo los ‘dreamers’ deben tener al menos un nivel de estudios de licenciatura y posiblemente master. Para inmigrar por familia tendría que ser por medio de un familiar ciudadano y lo más común es por matrimonio”, dijo Kelly. “Si un ‘dreamer’ ya está casado, o es gay, no tiene esa opción”.

Las vías a la residencia legal para los dreamers que se acogieran a la visa temporal de Rubio serían “como los caminos en el desierto del Sahara”, dijo Kelly.

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