Hurgarán en el pasado del Servicio Secreto
Congreso fija audiencia para el 14 de mayo para discutir más a fondo el caso
WASHINGTON, D.C.- Son esos hombres y mujeres misteriosos, de traje, lentes obscuros, equipados con transmisores, armas y última tecnología. Acompañan a presidentes, sus familias, líderes de otros países y candidatos presidenciales. Una imagen en general intachable, que ahora después del escándalo en Colombia, podría dañar su reputación por un largo tiempo.
Aunque el Servicio Secreto se asocia a adelantos modernos en seguridad, su creación se remonta a 1865. Ahí surgió un grupo selecto, con sólo dos misiones, investigación criminal y protección.
En la primera área, la agencia inició su trabajo con pesquisas sobre la falsificación de la moneda estadounidense, una misión que pronto se expandió del sector financiero y llegó incluso a investigar operativos del Ku Klux Klan y actividades de espionaje.
De acuerdo a un nuevo reporte elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso (CRS), el primer Presidente en ser protegido por el Servicio Secreto, fue Grover Cleveland, en 1894. rem 2,4″En un comienzo cumplían el rol de guardaespaldas, pero luego ampliaron sus operativos a reconocimiento en terreno, coordinación de entidades locales y estatales de control de seguridad y análisis de inteligencia sobre futuras amenazas”, cuenta el documento.
El informe indicó que el presupuesto anual de la agencia para el año fiscal 2012, fue de 1,600 millones de dólares, con los cuáles se mantiene a 4,599 empleados para protección y 1,843 para investigación.
El escándalo en la Cumbre de las Américas en Cartagena, Colombia, ha sido catalogado por expertos, como el más grande en la historia del Servicio Secreto. Agentes y personal militar contrataron al menos a 21 prostitutas la noche del 11 de abril, antes de la llegada del presidente Barack Obama.
Hasta el momento, ocho agentes han sido sacados de la agencia. Otros tres fueron amonestados por infracciones graves. Dos investigaciones paralelas sobre el suceso están abiertas.”Creo que este fue un incidente aislado y no es algo que la agencia permita y acepte, ni un indicativo de la cultura del Servicio Secreto. Durante todo mi trabajo, nunca había ocurrido algo de este calibre”, explicó a La Opinión, Dave Wilkinson, exagente, quien trabajó 22 años y lleva seis retirado.
Reportes de prensa que datan de junio de 2002, mencionan problemas con ciertos funcionarios, como abuso de alcohol, delitos menores y relaciones extramaritales, pero la visibilidad, nivel de pruebas e impacto que ha tenido la crisis de Cartagena, no parece tener comparación.
“Dentro del Servicio Secreto todavía están en shock, al darse cuenta que algo como esto pudo pasar. He hablado con varios de mis colegas y aún continúan sorprendidos. Todos mantienen su confianza en el liderazgo de la agencia y tienen confianza, como yo, en que se probará que este es un hecho aislado”, enfatizó Wilkinson.
El director de la agencia, Mark Sullivan, ha informado en detalle sobre lo sucedido al Presidente y miembros del Congreso. Pero, los legisladores quieren más respuestas y para eso pusieron una fecha: el próximo 14 de mayo.
El presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado, Joe Lieberman (I-CT) y la republicana de más alto rango en el grupo, Susan Collins (R- ME) enviaron una carta anteayer, junto a 15 preguntas, que involucran reclamos contra la agencia desde 2007.
Asimismo, pidieron información de todos los sucesos en que agentes se han visto involucrados en abuso excesivo de alcohol o conducta sexual inapropiada. “Queremos determinar si este evento es un indicativo de un patrón de comportamiento”, dice la misiva enviada por los senadores.
Por último, también demandaron datos del número de mujeres en la agencia y de cuánto personal femenino se encontraba en Cartagena.