Restauranteros en Los Ángeles se oponen a los proyectos de ley SB 54 y SB 1080
Dicen que solamente las grandes industrias se beneficiarían si avanzan ambas propuestas legislativas
Restauranteros de Los Ángeles que apenas se están “levantando del piso” porque no hay suficientes ventas en sus negocios, se han declarado en contra de los proyectos de ley AB 1080 y SB 54, que, de convertirse en ley podrían frenar la crisis de desechos de envases y plásticos de un solo uso.
“Como dicen siempre, el hilo se revienta por lo más delgado, y los primeros que vamos a salir perjudicados somos los inmigrantes que tenemos años de luchar para sobrevivir”, dijo Juan Moreno, un jalisciense propietario del restaurante “El Compa”, en la ciudad de Paramount. “Nosotros no estamos preparados para asumir los gastos que genera”.
La iniciativa AB 1080, de la asambleísta Lorena González (D-San Diego) y el proyecto de ley SB 54 del senador Ben Allen (D-Santa Mónica). Se conocen como la Ley de Economía Circular de California y Reducción de la Contaminación Plástica.
Las medidas quieren que los fabricantes hagan la transición de sus productos de envases de un solo uso y que son un desperdicio dañino para el medio ambiente, por artículos reutilizables, compostables -que son obtenidos a partir de diferentes materiales de origen orgánico-, o que sean reciclables.
“A mí me afecta porque los costos de operación van a ser mayores y no vamos a poder competir con las grandes organizaciones o las cadenas de restaurantes”, dijo Moreno.
Si bien, la ley exigiría plazos para su implementación y la reducción general de productos plásticos contaminantes en un 75% para el año 2030, por el uso de materiales reciclados, hay quienes desconfían porque en la pasada batalla contra las bolsas de plástico, que eran gratuitas en los supermercados, terminaron vendiéndolas a 10 centavos en las mismas empresas.
‘Yo digo que con esta ley los que salen ganando son las grandes corporaciones que nos venden las bolsas a 10 o 15 centavos”, expresó Ralph Verdugo, propietario del restaurante “Buena Mesa” en la ciudad de South Gate. El popote está carísimo, y a mí me perjudicaría la ley porque compro de mayoreo para ahorrar dinero; todos generamos mucha botella de plástico, de vidrio, pero yo tengo un sistema de reciclaje que le ayuda a mis empleados a ganarse un dinerito extra”.
Ambas iniciativas de ley presuntamente reducirían la cantidad de basura y el tipo de desperdicio que se arroja a los rellenos sanitarios, así como la basura que se desperdicia en vecindarios, parques, vías fluviales y que termina muchas veces en el mar.
“En mi negocio reciclamos unas 250 libras diarias de basura y otras 250 van a los contenedores de la ciudad”, informó Verdugo. “Nosotros estamos dispuestos a invertir en la salud de nuestros niños, pero deberían de tratar de implementar los cambios de manera paulatina porque todo podría acabar en la basura regular”.
La SB54 se encuentra actualmente bajo consideración del Comité de Asignaciones de la Asamblea, y la AB 1080 está en el Comité de Asignaciones del Senado.
Ambas podrían ser aprobadas por la Legislatura del estado este viernes 13 de septiembre y firmadas por el Gobernador antes del 13 de octubre para que entren en vigencia.
Si son aprobadas, las leyes proporcionarían un plan para una reducción a largo plazo de la cantidad de plásticos de un solo uso que afectan los ecosistemas de California y la salud.
Evan McLaughin, jefe de personal de la asambleísta Lorena González, dijo a La Opinión que los restauranteros no deberían preocuparse, “porque la fabricación de los artículos que usan va a ser responsabilidad de quienes los producen”.