Neofobia: ¿posees miedo a lo desconocido?
Lo desconocido siempre infunde temor, pero la alerta surge cuando se convierte en un miedo incontrolable
Las fobias son miedos irracionales hacia cualquier cosa que lo detone; ya sea objetos, animales, personas, situaciones o lugares. El temor a lo desconocido es inherente al ser humano, pero siempre representa una ventaja, excepto cuando se padece de neofobia.
¿Qué es la neofobia?
La neofobia es un trastorno de ansiedad, conocido también como fobia a las nuevas experiencias. Quienes lo padecen no es que le teman propiamente a lo desconocido, sino a las experiencias nuevas.
Esto se debe a que las personas están en su zona de confort y sienten que todo está bien así. Experimentar algo nuevo, como un viaje, el cambio de domicilio o quedarse en un hotel o fuera de casa, puede generar un grado alto de ansiedad.
En niños, esta fobia puede generarse debido al primer día de escuela, o también a un cambio en su ambiente escolar, como mudarse, conocer gente nueva o nuevos maestros. En muchos adultos, el primer día de trabajo suele generar este tipo de ansiedad.
Cómo afecta la vida de los afectados
Quienes no pueden controlar este miedo se ven afectados de muchas formas. Una de ellas es no poder disfrutar de las nuevas experiencias, dificultad para interactuar con otras personas y también resistencia al cambio.
Además de padecer altos niveles de ansiedad, también pueden generarse algunas molestias físicas, como dolor de cabeza y náuseas. Estos van acompañados con sudoración excesiva, temblor y respiración agitada.
Neofobia alimentaria
Esta es una clase de neofobia, y se desarrolla más en los niños. Estos se rehúsan a probar alimentos que nunca hayan comido antes. Se relaciona con la ingesta de verduras o frutas que para ellos son desconocidos.
Si no se le presta atención, esta fobia podría derivar en un trastorno alimenticio grave, pues la persona que la padezca no se alimentará como es debido, o consumirá siempre la misma cantidad de alimentos para no probar nada nuevo.
Una manera de tratarlo es con terapia psicológica. El tratamiento será determinado por el especialista una vez realizada la evaluación y el diagnóstico. En este tratamiento también debe existir el apoyo familiar para que la persona progrese y pueda luchar contra sus propios miedos.