Hispano es condenado a triple cadena perpetua
Un pandillero fue hallado culpable por el asesinato de un padre y sus hijos en San Francisco.
Los Ángeles (EFE).- Un pandillero hispano de 25 años fue condenado hoy a tres cadenas perpetuas consecutivas por el asesinato de un padre y dos de sus hijos en San Francisco, al confundirlos con miembros de una pandilla enemiga.
Edwin Ramos, un inmigrante indocumentado salvadoreño, había sido declarado culpable de los asesinatos de Anthony “Tony” Bologna, de 48 años, y sus hijos Michael y Matthew, de 20 y 16 años, respectivamente, cometidos el 22 de junio del 2008.
El tercer hijo de Bologna, Andrew, de 21 años, sobrevivió al ataque y fue el testigo principal de la acusación durante el juicio.
Al pronunciar su sentencia, el juez Charles Haines señaló que el salvadoreño había “asesinado brutal e insensiblemente” a las víctimas.
Marla Zamora, abogada de Ramos, solicitó la semana pasada un nuevo juicio alegando que su cliente no había recibido un proceso justo, porque la presencia permanente de la viuda en la sala de la corte durante las sesiones había influido en el jurado, entre otros motivos.
Durante la investigación, Ramos aseguró que él únicamente había manejado el vehículo desde el cual se hicieron lo disparos, pero que el verdadero asesino había sido Wilfredo “El Flaco” Reyes, un pandillero de la MS 13, quien supuestamente huyó a México.
“Si yo pudiera devolver el tiempo de cambiar las cosas lo haría”, dijo hoy Ramos al presentar las condolencias a la familia Bologna.
Ramos, quien entró ilegalmente al país a las 13 años, cometió varios delitos siendo menor de edad, pero, al menos en dos ocasiones, los oficiales de justicia juvenil no remitieron al salvadoreño a las autoridades de inmigración, debido a la práctica de la política de “santuario de inmigrantes”.
Los asesinatos desataron numerosas críticas de activistas y miembros de la comunidad contra la política de santuario que prohibía a las autoridades locales reportar ante las autoridades federales de inmigración a los jóvenes indocumentados que cometían delitos.
Cerca de una semana después de los asesinatos de Bologna y sus hijos, el entonces alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, ordenó que todos los indocumentados menores de edad que cometieran delitos fueran reportados a las autoridades de inmigración.