Los retos de la Iniciativa Mérida en la 4T de López Obrador
Estados como Michoacán piden más colaboración de EEUU para enfrentar a la violencia del narcotráfico
AMLO afirma que se "terminó" la guerra contra el narco. Crédito: Getty Images / EFE
MEXICO.- El fin de semana pasado, el procurador de Justicia del Estado de Michoacán, Adrián Solís, reconoció abiertamente que solicitaron apoyo de la Iniciativa Mérida (IM) para enfrentar la violencia que en los últimos meses se disparó al igual que en todo el país.
Según cifras de Instituto Nacional de Estadística y Geografía para finales de año el promedio de asesinatos diarios será de 110.
“Necesitamos capacitación, recursos e insumos para mejorar la investigación criminal”, dijo frente al embajador Cristopher Landau, quien visitó el centro de operaciones policíacos del estado
Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la IM sumó nueve años de operaciones y una inversión de $16,000 millones de dólares en capacitaciones a policías y funcionarios así como en equipo contra el crimen.
El control de la estrategia tiene su base en la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia (INL) con una representante especial: la directora Adjunta de la Oficina de la IM: Lori Antolinez.
Documentos oficiales de la embajada estadounidense detallan que durante el 2019, la IM apoyó a nueve academias e institutos de policía para lograr la acreditación “Calea” y actualmente trabaja con 14 que están en el proceso. Calea entrena a agentes para que alcancen estándares internacionales en a prevención y control del crimen y logren cooperación y coordinación interinstitucional.
A estos entrenamientos se suman eventos específicos de intercambio de información como la Tercera Reunión Nacional de Directores de Academias e Institutos de Policía que encabezó Antolinez en Pachuca, Hidalgo.
Ahí estuvieron Arturo Sabino Arcos, directivo del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y Sabino Arcos, secretario de Gobierno hidalguense entre otros altos mandos que compartieron ponencias con los estados de Querétaro, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas.
En mayo pasado la embajada de Estados Unidos organizó también un seminario en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) donde se analizó “la agenda de amenazas y riesgos regionales en América del Norte”.
Participaron 36 funcionarios federales, del Congreso de la Unión y gobiernos locales con interés de atacar delincuencia organizada, terrorismo, pandemias, relaciones cívico-militares, lavado de dinero, corrupción, impunidad, seguridad fronteriza, ciberseguridad y ciberdefensa. Entre ellos, Gabriel Mendoza, segundo a bordo en la Secretaría de Seguridad Pública federal y Tobin Bradley, Jefe de Cancillería Interino y agregado de INL.
“Colaboramos en diversos mecanismos que funcionan, y necesitamos crear otros”, dijo Bradley.
Para analistas de seguridad, la Iniciativa Mérida está en pie en México aunque con nuevos retos tras el cambio de políticas.“A diferencia el tema migratorio donde la colaboración es absoluta, el tema de cooperación es más opaco porque EEUU es de la idea de confrontar mientras el actual presidente López Obrador quiere abrazos y regaños de las mamás contra el crimen”, observó el analista en temas de seguridad nacional, Julián Andrade.
“Si no hemos visto toda la eficiencia de la Iniciativa Mérida es porque esta no se ha centrado en combatir la impunidad y ahora se optó por dejar de combatir a las milicias del crimen organizado”, agregó José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal.
