Policía separa dos marchas contrarias
Agentes del orden de Bolivia vuelven a trabajar tras siete días de motín
LA PAZ, Bolivia (EFE).- La Policía de Bolivia, que volvió ayer a trabajar tras siete días de motín, evitó que una manifestación a favor del presidente Evo Morales se cruzara con la marcha de los indígenas de la Amazonía que llegaron a La Paz en defensa del parque natural Tipnis.
Los agentes persuadieron a los líderes de los nativos, que llegaron tras dos meses de caminata, para que cambiaran su trayectoria y evitaran el choque con los campesinos y mineros leales al mandatario, reunidos en una plaza de la ciudad donde se temían enfrentamientos, constató Efe.
La movilización indígena se desvió una calle mientras los policías separaban a la gente de un grupo y otro para evitar choques violentos.
Poco antes, los seguidores del Gobierno protagonizaron incidentes al desalojar de esa plaza a simpatizantes de los indígenas que se oponen a que Morales construya una carretera en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
La marcha indígena, la segunda en un año para defender el Tipnis, quiere acampar en la Plaza Murillo, a las puertas del Palacio presidencial, ahora resguardada por policías que hasta la madrugada la mantenían cercada para exigir un aumento salarial que finalmente lograron al amanecer.
Los nativos de la Amazonía cuentan con el respaldo de miles de personas, entre activistas y vecinos de La Paz que aplaudieron su paso por las calles, aunque el fervor fue menor que la primera vez que llegaron desde la Amazonía a La Paz en 2011, tras una caminata de 66 días.
El dirigente indígena Lázaro Tacoó dijo ayer a Efe que los nativos de la Amazonía y del Tipnis no han tenido otra opción que volver a marchar porque Morales viola sus derechos y no respetó una ley que él mismo firmó en 2011 y protege la reserva ecológica.
Tacoó afirmó que Morales debe derogar una ley promulgada después, a instancias de una contramarcha de campesinos afines y productores de coca, que convoca a una consulta sobre la realización de la obra en el Tipnis.
En esa reserva natural de 1.2 millones de hectáreas en el centro de Bolivia, entre los departamentos de Cochabamba y Beni, viven 14 mil indígenas de las etnias trinitaria-moxeña, yuracaré y chimán, en medio de un extraordinario hábitat animal y vegetal.
“Tipnis sí, coca no”, corearon los simpatizantes de los amazónicos, porque los indígenas denuncian que la carretera permitirá que el parque sea invadido por narcotraficantes y productores de coca, planta base de la cocaína.
Pese a su condición de presidente, Morales, de origen aimara, etnia del altiplano andino, sigue siendo uno de los máximos líderes de los cocaleros del Chapare, región vecina al Tipnis.
Una dirigente aimaras de la movilización a favor de Morales, Regina Chambi, dijo a Efe que llegaron a La Paz desde el altiplano para “defender el proceso de cambio”, porque estuvo en peligro por “pequeños grupos de la derecha” que, según ella, se infiltraron en el motín policial que terminó esta madrugada.
Chambi dijo que los aimaras no quieren “enfrentamientos” con los nativos de la Amazonía, a quienes pidió dialogar con el Ejecutivo para encontrar una solución al conflicto de la carretera.