Toyota Tundra TRD Pro Crewmax: amplia, poderosa y clásica
El modelo 2020 es 'truck' un aventurero que ruge pero gasta
Esta camioneta es una poderosa 4×4 de 5.7 L con un motor V 8 y seis velocidades adelante que ruge al acelerar en la autopista o fuera de ella.
Es un ‘truck’ que arrastra hasta 10,000 libras, espacioso para los pasajeros adelante y atrás, con una una amplia cama de carga forrada (esto último hace parte de un paquete ‘preferred’ opcional).
Eso sí es gastador de combustible: el reporte indica entre 13 y 17 millas por galón en ciudad o carretera.
El modelo que probamos viene en un reluciente verde militar con llantas BBS de 18 pulgadas y frenos de disco incluso en las ruedas traseras que hacen que su frenado sea impecable.
Se trata de una reedición de un vehículo que llevaba desde 2007 en el mercado y trae mejoras en su operatividad, apariencia y tecnología de seguridad, pero mantiene un aire clásico que algunos califican como algo pasado de moda.
Sus luces delanteras, así como sus antiniebla son LED, no así sus faros traseros que son todavía incandescentes y viene con un paquete de remolque con el enganche incluído y dos exostos que se hacen sentir a todo gusto sentir dentro y fuera de la cabina.
Dentro de sus novedades operativas están su llave de accceso remoto, su pantalla de ‘infotainment’ que hace que su consola se vea un poco más moderna y facilita su operación, así como su paquete Toyota Safety Sense, que incluye sistema de alerta precolisión con detección de peatones, control de crucero y alerta de salida de carril; sin embargo no trae monitor de punto ciego, que a estas alturas debería ser obligatorio para los modelos nuevos.
Su parrilla delantera es sólida y viene con detalles como su marca gravada en los laterales del platón, que acentúan su apariencia aventurera y sus opciones off road y le dan un estilo masculino y agresivo.
Su consola central de almacenamiento es enorme pero carece de una bodega interior atrás de los pasajeros, como sucede en otros modelos, lo que permite guardar herramientas o equipos que se deterioran con la lluvia.
Sus asientos y cojineria son hasta cierto punto refinados, en cuero y con puntadas rojas a la vista, pero no muy cómodos, pues sus espaldares son muy planos y los viajes largos le pasan cuenta de cobro al cuerpo.
El modelo que probamos con moonroof panorámico, altavoces JBL (que nos dejaron un poco decepcionados), Sirius, Safety Connect y Android Auto o Apple Car Play tiene un precio de lista de hasta $56,000 (antes de ‘rebates’ etc…) y que arranca desde los $33, 500 sin opciones, en un supercompetido segmento en el que Toyota, pese a su larga trayectoria de confiabilidad, apenas se come una porción de la torta que cada año devora la Serie F de Ford.