Pepe Aguilar encanta a LAPepe Aguilar fascinó a LA

Pepe Aguilar compartió con los miles de sus fans la emoción y euforia que tuvo al recibir hace poco su estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, encantándolos con su música de la manera que él solo pudo hacer, en la noche del viernes en el Gibson Amphitheater.

Sin embargo, el concierto no tuvo el ambiente típico de una velada musical; más bien fue una fiesta que celebró su reciente galardón.

El estilo musical único del cantante -que el mismo lo describe como “charrocanrolero”- estuvo presente y en pleno efecto, deleitando al público con cada tema musical que cantó.

La audiencia contribuyó de gran manera al ambiente de fiesta que se sentía, cantando a la par con el charro zacatecano.

El repertorio que presentó el cantante llevó al público por una máquina del tiempo, al interpretar temas mexicanos que todo el mundo se sabe de memoria. También cantó temas de su más reciente material discográfico, Más de un camino.

La noche empezó con las canciones Que bueno y Por unas monedas, dando esa familiaridad que se da al escuchar las legendarias melodías de la música mexicana.

Luego siguió Por unas monedas, que impulsó a cada uno de la audiencia a sacar a flote sus sentimientos, como si verdaderamente se identificaran con la letra del tema musical.

kern 0.35ptQuedándose en el estilo mariachi, el hijo del “Charro de México” (Antonio Aguilar) deleitó a sus fans del género femenino con el tema, Por una mujer bonita, y hasta dedicó la canción Chaparrita de mi Vida a “todas las chaparritas” que se encontraban en el teatro esa noche.

Aguilar dedicó la canción Recuérdame Bonito a Joan Sebastian, compositor del tema, quien está batallando contra el cáncer. La cantó con convicción y amor a su “hermano, colega y gran amigo”.

El lado moderno de Pepe se dejó ver con la balada, Mi Credo, que cabe decir, bajó el ambiente de la velada. El tema resaltó la dedicación que un hombre debe tener a su pareja.

Maldito, uno de sus temas más recientes, mezcló los dos elementos musicales que dan a conocer a Aguilar: el roquero y el ranchero. La combinación ofreció algo nuevo en la noche.

Entre rancheras y baladas, Aguilar se dio el tiempo de rendir tributo a uno de los más grandes de la música ranchera: José Alfredo Jiménez.

Al oír las primeras notas musicales de El Rey, todos empezaron a corear a los cuatro vientos, yo se bien que estoy afuera/ pero el día que yo me muera/ se que tendrás que llorar/ llorar y llorar…

La tercera generación de la familia Aguilar se presentó cuando Ángela Aguilar, la hija de Pepe, subió al escenario a compartir su talento musical.

La excelente presentación que tuvo la niña no dejó ninguna duda que el legado vocal de la familia Aguilar seguirá en las próximas generaciones.

El concierto concluyó con la presencia de la banda Viento de Oro para asistir a Pepe en sus interpretaciones de los temas en el género de banda.

Toda la gente bailó al ritmo de cada tema interpretado por Aguilar. Cuando sonó El muchacho alegre, la gritería y alegría del público hizo mover el auditorio y se sintió como si se fuera a caer el techo.

Al finalizar el show, Alicia -una residente de Los Ángeles que asistió el concierto-, comento: “me encantó todo. Pepe Aguilar es un gran artista y me gusta que esta siguiendo los pasos de su padre”.

Roland, un fanático que vino desde Anaheim a escuchar al popular cantante, dijo: “fue un buen concierto. Esperaba escuchar más música de banda, pero de todos modos, todo fue perfecto”.

El concierto de Pepe Aguilar lo tuvo todo: música, diversión y un ambiente de alegría, como pocas veces se puede sentir en una velada musical.