Reitera llamado a legalizar ‘soñadores’
'El presidente cree y luchó duro por el DREAM Act y cree que el Congreso debería aprobarlo', afirma una portavoz
WASHINGTON, D. C. (EFE).- La Casa Blanca defendió ayer el alivio migratorio temporal otorgado por el Gobierno de Barack Obama a los estudiantes indocumentados y reiteró su llamado a que el Congreso apruebe la legislación DREAM Act para darles una solución permanente.
“Esta no es una solución a largo plazo. El presidente (Obama) cree y luchó duro por el DERAM Act y cree que el Congreso debería aprobarlo”, dijo durante su acostumbrada rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Asimismo Carney defendió la llamada “acción diferida”, una directriz emitida por Obama el pasado 15 de junio y que desde el miércoles permite a decenas de miles de estudiantes indocumentados solicitar una suspensión de su deportación y un permiso de trabajo.
El objetivo de esa directriz, explicó Carney, es que las autoridades utilicen su “discreción” a la hora de procesar a los inmigrantes indocumentados y centrar sus recursos “en los criminales” y no en los “Dreamers” o “Soñadores, aquellos jóvenes que se beneficiarían del DREAM Act si el Congreso lo aprueba.
Desde el miércoles centenares de miles de jóvenes indocumentados colmaron centros comunitarios en todo el país para iniciar los trámites que les protejan de la deportación y les permita obtener un permiso de trabajo.
La llamada “acción diferida” suspende por un período renovable de dos años la deportación de estos estudiantes, siempre y cuando reúnan una serie de requisitos y no tengan antecedentes penales.
Se trata del programa migratorio más significativo en EEUU desde 1986, cuando el entonces presidente Ronald Reagan promulgó una “amnistía” para tres millones de indocumentados, aunque éstos recibieron la residencia permanente en esa ocasión.
El alivio migratorio temporal, que incluye el pago de una tarifa de 465 dólares, les permitiría conseguir una cédula de identidad oficial y licencias de conducir, aunque eso depende de cada gobierno estatal.
Carney dijo que no podía comentar sobre la cantidad de jóvenes que desde ayer comenzaron a tramitar sus permisos, y tampoco reaccionó a la orden ejecutiva que firmó la gobernadora de Arizona, la republicana Jan Brewer, que prohíbe la emisión de licencias de conducir para estos jóvenes.