Lo acusan de fraude por 7 mdd
Ricardo Bonilla Rojas se declaró inocente y fue liberado con una fianza de 130 mil dólares
SAN JUAN, Puerto Rico (AP).- Un puertorriqueño fue acusado de obtener más de siete millones de dólares mediante un fraude tipo pirámide con la ayuda principal de ingenuos trabajadores y evangélicos, informaron ayer las autoridades federales.
Ricardo Bonilla Rojas está indiciado de defraudar a unos 200 inversionistas, en su mayor parte de Puerto Rico, aunque también hubo víctimas de Florida, Nueva York y Carolina del Norte, de acuerdo con la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC).
El presunto fraude es uno de los más cuantiosos descubiertos en el territorio estadounidense, subrayó el director de la oficina regional de esa comisión en Miami, Eric Bustillo.
La SEC dijo que Bonilla habría promovido su empresa, Shadai Yire, en conversaciones con personas, incluidos trabajadores fabriles, y en presentaciones ante grupos evangélicos, en todos los casos con la promesa de rendimiento de hasta 50%.
“En realidad, estaba trasquilando al rebaño”, señaló Bustillo.
Bonilla se declaró inocente ayer en una audiencia judicial y fue liberado con una fianza de 130 mil dólares. El juez le ordenó confinamiento domiciliario.
La SEC acusó a Bonilla de robarse 700 mil dólares en la operación del presunto fraude entre agosto de 2005 y febrero de 2009. En la demanda, la comisión dijo que Bonilla, de 53 años, nunca se registró en la comisión y que promovió su empresa como una firma internacional que participaba en inversiones privadas a escala mundial.
La fiscal federal Rosa Emilia Rodríguez explicó que Bonilla solicitó dinero para la presunta compra y venta de varias materias primas como crudo, granos, madera y metales de China y de países de Sudamérica y Europa.
De acuerdo con Bustillo, las principales víctimas del fraude fueron inversionistas novatos con cantidades variables. Al menos una inversión fue de 10 mil dólares y otra de 30 mil dólares.
Bonilla también está implicado en la contratación de agentes de venta para encontrar inversores y entregarles falsas declaraciones contables, agregó Bustillo.
Los inversionistas perdieron una cantidad total superior a los 2.3 millones de dólares, según Rodríguez.