Coronavirus en México: ¿qué hay detrás del súbito aumento de muertes por la pandemia de COVID-19?
Los datos que causaron alarma corresponden al acumulado de casos que no habían sido confirmados, pero aún así la curva no se ha aplanado
La noticia alarmó a muchos en México: de un día a otro el registro de personas muertas en la pandemia de coronavirus se duplicó.
El martes 2 de junio la Secretaría de Salud informó del fallecimiento de 470 personas, pero al día siguiente la cifra fue de 1,092
La cantidad de contagios superó los 101,000 con lo que México se ubicó como uno de los países con más casos de covid-19 en América Latina.
En este escenario muchos cuestionaron la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha dicho que la pandemia “ya está domada”.
Sin embargo, la realidad es que no murieron 1.092 personas en un solo día, insiste el mandatario. “Se hizo un ajuste en defunciones que se habían presentado con anterioridad y que no se habían registrado o no se habían dictaminado” explica.
“Hubo este proceso de actualización, pero no significa que hayan fallecido en un día 1,000 personas. Eso lo quiero dejar muy claro”.
Más allá del debate, lo cierto es que hay varias razones para el súbito incremento en la cantidad de víctimas reportadas.
Una es que la mayoría son casos ocurridos anteriormente pero que no se habían confirmado, señala el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell.
Otra razón es que la pandemia se encuentra aún en su fase crítica en el país, y muchos hospitales tienen un alto número de pacientes. Eso provoca retrasos en los informes sobre casos de covid-19 que legalmente deben enviar a la Secretaría de Salud.
Subregistro
Los datos se presentan el mismo día que se reciben, añade el funcionario, inclusive los que corresponden a fechas anteriores.
“Los comunicamos en tiempo real el día que se confirman, el día que se presentan al informe, pero no todas son del día que se presentan”.
De hecho entre los 1,092 casos que causaron alarma existe uno que ocurrió el 15 de abril, pero que no había sido reportado al gobierno federal.
“En los últimos 20 o 25 días tenemos varios que han tenido un lento proceder hacia el registro, por distintas razones” explica López-Gatell.
Un elemento adicional para el rezago en los informes son las personas que mueren antes de que se les tomen muestras o de que sean confirmadas en los laboratorios.
De acuerdo con los protocolos de salubridad, cuando eso ocurre un consejo médico establece, con base en los síntomas del paciente, si la causa de su muerte fue por COVID-19.
Sin embargo, reconoce López-Gatell, existen casos que no quedan registrados. Por la carga de trabajo con la pandemia en varios hospitales no se toman muestras a quienes fallecen.
“Tenemos personas que muy desafortunadamente pierden la vida y han tenido las condiciones clínicas sugerentes de covid-19, pero no quedan registradas como covid porque no tiene una demostración por laboratorio”.
El polémico Centinela
El retraso en las notificaciones es un fenómeno que no sólo ocurre en México, sino también en otros países, explica el funcionario.
De hecho, añade, es algo que sucede con frecuencia en la vigilancia epidemiológica por la necesidad de contar con datos confirmados.
Pero en el caso de México hay otros elementos, señalan especialistas como Alejandro Macías Hernández, excomisionado Nacional para la Atención de la Influenza en 2009, cuando el país afrontó la epidemia de AH1N1.
Uno de ellos es que parte de la información sobre los contagios se recaba a través del método Centinela, un sistema de vigilancia nacional con un método similar a las encuestas.
La información permite estimar los lugares y la cantidad de personas en riesgo de contagio.
Desde el inicio de la pandemia en México las autoridades sanitarias decidieron utilizar este método en lugar de aplicar pruebas masivas.
Y eso implica riesgos, afirma Macías Hernández a BBC Mundo. “La vigilancia con Centinela se hace solamente en centros muy específicos”, insiste.
Esto significa que hay varios lugares del país donde no se aplica el sistema y por tanto “no caen en esa vigilancia”. Pero las autoridades no ven ese riesgo.
El propósito del monitoreo epidemiológico que se aplica en pandemia “no tiene como propósito contar a cada uno de los casos”, dijo López-Gatell durante una reunión con senadores.
Por el contrario, insiste: “Acudir a los mecanismos eficientes y probados de la vigilancia focalizada es el conjunto metodológico al que pertenece la vigilancia Centinela”.
En todo caso, las autoridades esperan más víctimas mortales pues la pandemia de coronavirus sigue activa y en algunas regiones se encuentra en su fase más intensa.
Para medir la evolución de covid-19 se estableció un semáforo que determina el grado de riesgo en cada estado. Esta semana 31 de las 32 entidades se encuentran en color rojo, de máxima alerta.
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