Ilia Calderón narra el viaje de su vida en ‘Es mi turno’
El libro autobiográfico de la periodista colombiana detalla lo que ha vivido desde pequeña debido a su ascendencia africana
Ilia Calderón reconoce que las posibilidades de que una mujer como ella, que nació en un remoto y olvidado pueblo colombiano, llegara a ser la presentadora del noticiero más importante de habla hispana en Estados Unidos, eran pocas.
“Lastimosamente es verdad”, dijo la periodista en una reciente charla cibernética. “Y me siento privilegiada de haber podido lograr esto […] Cuando hay una comunidad a la que se le relega tanto y se le niegan tantas oportunidades, los que tenemos la suerte, o los que podemos salir adelante, somos pocos”.
Calderón se refiere a la comunidad de ascendencia africana de su país, a la que ella pertenece. Nació y se crió en el departamento de Chocó, una región con población mayoritariamente negra que tiene frontera con Panamá. Ahí vivió hasta que se mudó a Medellín para continuar sus estudios.
Fue en esa ciudad donde se le dieron las primeras oportunidades para trabajar como periodista, a pesar de que tiene un título de trabajadora social. También en esa ciudad fue donde se convirtió en la primera mujer afrocolombiana en estar al frente de un noticiero.
Luego, sin hablar una pizca de inglés, se mudó a Estados Unidos, y por años fue una de las caras más reconocidas de la cadena Telemundo. Posteriormente la contrató Univision para el programa de nota roja “Primer Impacto”, y luego para la barra de noticieros de nota “dura”. Desde 2017 conduce, junto con Jorge Ramos, el principal programa informativo de la cadena, el Noticiero Univision. Sustituyó a María Elena Salinas, quien renunció a ese puesto en 2017.
Todo este trayecto, con las decenas de obstáculos que tuvo que sortear, están narrados en “Es mi turno”, un libro en el que Calderón describe cómo la comunidad de ascendencia africana de su país ha sido discriminada y segregada por siglos. Y también cuenta cómo el color de su piel fue al principio de su carrera un asunto que algunos jefes tomaron en cuenta antes de contratarla o de darle una promoción.
El primero en “arriesgarse” a ponerla frente a una cámara “fue un hombre que tomó la decisión de tener a la primera presentadora negra en pantalla en Colombia; en Estados Unidos, en Telemundo, fue otro hombre que no hablaba español, pero que mirando mas allá de la barrera del idioma, vio mi pasión por el periodismo, el talento y la proyección que podía tener ante las cámaras”, dijo la periodista.
Además de su vida profesional, Calderón da detalles de su vida personal, como la forma en que conoció a su esposo Eugene Jang, un hombre coreanoamericano; cómo concibió a Anna, su única hija, y la primera vez que experimentó el racismo en su vida.
“Lo escribí porque llegué a un momento de mi vida en que quería hacer algo más”, dijo. “Quería amplificar mi voz para poder motivar un cambio en la sociedad, en nuestra cultura hispana en la que está tan arraigado el racismo y la discriminación hacia los grupos minoritarios y los grupos con ascendencia afro”.
Una de las anécdotas que cuenta es la ocasión en la que conoció a Christopher Barker, líder máximo de la orden de los leales caballeros blancos de la organización racista Ku Klux Klan. El hombre, ofendido porque una persona de raza negra fue quien lo entrevistó, amenazó con quemar a Calderón.
Con esa nota, la periodista quiso demostrar a la audiencia “lo que otros enfrentan ahí afuera; eso que me pasó a mí, le pasa a miles de personas todos los días”.
“Fue muy crudo verlo, muy crudo vivirlo, pero pienso que ha valido la pena”, dijo la periodista de 48 años.
Cuando se le preguntó si es algo que volvería a hacer, sin pensarlo dos veces respondió que sí.
“Claro”, dijo. “Si es para un objetivo que valga la pena, claro que sí”.