Los cambios de estación no afectan al coronavirus, según la OMS
Otros virus, como la influenza, muestran patrones estacionales. Algunos expertos esperaban que el calor frenara la propagación del SARS-CoV-2
El nuevo coronavirus no parece aumentar ni disminuir con el cambio de estación, según dijeron este lunes expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“En ausencia de medidas de control, muy a menudo, los virus pueden mostrar patrones estacionales. Desde luego, hemos visto eso con la influenza. Este virus no ha demostrado ningún patrón estacional como tal, hasta ahora”, dijo Mike Ryan, director del programa de emergencias de la OMS. “Lo que ha demostrado claramente es que si se quita la presión del virus, el virus se recupera“.
Algunos expertos esperaban que el calor y la humedad ralentizaran la propagación del coronavirus. De hecho, el presidente Donald Trump se agarró a esta sugerencia desde los primeros días del brote durante los meses de invierno y afirmó, sin la evidencia necesaria, que la pandemia acabaría cuando las temperaturas aumentaran.
Sin embargo, tanto los estudios como el avance del virus en Estados Unidos han demostrado que ese no es el caso.
El coronavirus aumentó con rapidez en ciudades como Austin, Dallas y Phoenix durante los meses de verano, mientras los termómetros marcaban altas temperaturas. Otros de los dos países en los que más han aumentado los casos de coronavirus, Brasil e India, tienen también climas calurosos. Por el contrario, en Rusia, donde el clima es mucho más frío, más de 890,000 personas han dado positivo por el coronavirs.
Ryan considera que “el virus está resultando excepcionalmente difícil de detener“, pero Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la OMS dijo que hay al menos algunas razones para el optimismo. Nueva Zelanda lleva más de 100 días sin transmisión comunitaria. Ruanda, donde las pruebas COVID son gratuitas, los índices de transmisión vírica se han mantenido bajos. Lo mismo está pasando en algunos países que están a lo largo del río Mekong, en el sureste asiático, y en algunos estados insulares del Caribe y el Pacífico.
“Hay algunos brotes verdes de esperanza. Y no importa dónde esté un país, una región, una ciudad o un pueblo, nunca es demasiado tarde para revertir el brote”, dijo Tedros.