Hace 50 años nació la leyenda: Carlos Monzón, el destino más trágico de un campeón idolatrado
Una vida que se vivió con prisa que incluyó grandes éxitos y dramas que hicieron época
Carlos Monzón, un inolvidable campeón del mundo. Crédito: Getty Images
Carlos Monzón, el ídolo del boxeo más grande que ha tenido la Argentina y uno de los más brillantes exponentes del pugilismo en América Latina cumple 50 años de haber ganado el campeonato del mundo ante Nino Benvenuti, una de las peleas más recordadas de todos los tiempos.
Monzón le ganó por KO en el round 12 al italiano en el Palazzo dello Sport de Roma, el punto más alto de su carrera como profesional y a partir de ese momento su vida personal se fue deteriorando hasta convertirse en un drama que ha sido motivo de películas, series, documentales…
Monzón nació en medio de la absoluta miseria, siempre estuvo metido en problemas con la ley: robos, pleitos y calabozos enmarcaron sus primeros años hasta que se aparecieron en su vida Pelusa García, su primera esposa y Amílcar Brusa, su maestro y consejero.
Amilcar descubrió los increíbles dotes de Monzón, aquellos brazos largos y poderosos escalaron vertiginosamente desde 1967 el ranking mundial hasta tener los méritos suficientes para lograr su sueño: el campeonato del mundo.
El 7 de Noviembre de 1970, aquel chico de la calle aprovechó la gran oportunidad que le dio el boxeo para cambiar su vida, así lo hizo, pero Monzón también abusó.
Su éxito deportivo vino acompañado de una vida social desmesurada: se hizo amigo de grandes figuras del cine de Hollywood de la época e incursionó como actor en la película “La Mary” con Susana Giménez, la actriz más guapa y de moda del momento, con quien inició un tórrido romance. Ahí todo cambió.
Trajes carísimos, perfumes franceses, paseos en yate inundaron la vida del campeón del mundo, también los excesos y el declive de su carrera, de la que sí pudo retirarse campeón en 1977 pese a ofertas impresionantes para pelear con los nacientes ídolos Marvin Hagler, Sugar Ray Leonard o Tommy Hearns.
En ese momento todo se vino abajo y en 1981 Monzón comenzó una relación con Alicia Muñiz, madre de su hijo Maximiliano y con quien vivió el drama de su vida: Monzón tiró a Muñiz desde un balcón de su casa en Mar del Plata cometiendo uno de los crímenes más mediáticos en la historia de Argentina. Fue condenado a 11 años de prisión por homicidio simple.
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Cuando se encontraba en la etapa final de su condena, Monzón comenzó a gozar de salidas restringidas para enseñar boxeo en un gimnasio de Santa Fe, con obligación de regresar cada noche y dormir en el Penal.
En la última noche de su vida, Monzón conducía de regreso al penal por la carretera a más de 140 km/h en la ruta provincial 1 de Santa Fe, cuando realizó un momento inexplicable sufriendo un aparatoso accidente en el que el auto dio siete giros y le costó la vida a Monzón a los 53 años.
La absurda muerte de Monzón cerró el ciclo de una vida que fue vivida mucho más por instinto que con razón.
