‘Queremos justicia… que paguen por lo que le hicieron a mi hijo’
A un año de la muerte de Andrés Guardado, sus padres piden que el Sheriff asuma su responsabilidad
Hoy 18 de junio, a un año de la muerte de Andrés Guardado a manos de los agentes del Sheriff de Los Ángeles, su madre Elisa Guardado dice que aún siente que escucha su voz por las mañanas.
“Me decía: ‘¡Ma! Ya está el café del McDonald’s, levántate que se va a enfriar y háblale a mi pa’’”, recordó Elisa, de 45 años de edad. “Ese grito ronco lo extraño”.
Andrés, quien trabajaba como guardia de seguridad por la noche, murió el 18 de junio de 2020 tras recibir cinco tiros en la espalda de agentes del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles (LASD) de la estación de Compton.
Las autoridades indicaron que el joven tenía una pistola y que se echó a correr hacia un callejón cuando vio a los alguaciles. Poco después se suscitó el tiroteo y Andrés falleció; solo tenía 18 años de edad.
Los padres del muchacho aseguran que ese día no solo terminaron con la vida del joven sino también con la de la familia.
“Yo hablo porque tengo boca pero el día que mataron a mi hijo me mataron a mí también”, aseguró Elisa.
Cristóbal Guardado, padre de Andrés, dijo que sus pasatiempos favoritos como ir al casino o jugar basquetbol se volvieron irrelevantes desde que su hijo ya no está.
“Ya va casi un año que no hago ejercicio ni nada porque me quitaron las ganas”, manifiesta el hombre de 60 años. “No quiero hacer nada”.
Vivo en los corazones de la familia
Andrés, de raíces salvadoreñas, nació el 3 de noviembre del 2001. Se graduó de la preparatoria Central High en 2018 y se encontraba asistiendo al colegio comunitario Los Angeles Trade Technical (LATTC).
Su papá contó que su hijo tenía interés por la medicina y ayudar a otras personas.
Tras el incidente, fue sepultado en el cementerio Hollywood Forever y la familia se encarga de visitarlo sin falta cada fin de semana. Le llevan flores y pasan un momento en su tumba.
“Yo sé que su cuerpo descansa ahí pero su alma y su espíritu anda con nosotros”, dice su mamá.
En la cama donde Andrés dormía ahoya yace solo una imagen de su graduación de la preparatoria, a la cual Elisa le habla todos los días. “Le digo, ‘hijo ahora ya solo te tengo en foto”, cuenta sin poder contener las lágrimas.
Cristóbal mencionó que lo que más extraña de Andrés, que era el menor de cuatro hijos, es la nobleza que siempre mostraba por él y por su mamá.
“Me persignaba y me decía, ‘papito que te vaya bien en tu trabajo’”.
El pasado 3 de noviembre, familiares y amigos se reunieron en el cementerio para llevarle un pastel a Andrés en honor del que hubiera sido su cumpleaños número 19.
En busca de justicia
Andrés falleció mientras trabajaba como guardia de seguridad en un taller de carrocería en la ciudad de Gardena. Este era su segundo trabajo aparte dela labor que realizaba como guardia de seguridad por la noche.
Los agentes involucrados, de acuerdo a diversos medios locales, fueron identificados como Miguel Vega, quien disparó, y Christopher Hernández, quien lo acompañaba pero quien no ejerció disparo alguno.
Aunque el arma fue recuperada en la escena, no se pudo verificar si el joven en realidad le apuntó a los agentes del Sheriff.
Tras la muerte de Andrés, Najee Ali, activista a favor de los derechos humanos dijo en una conferencia de prensa que “esto fue una continuación del asesinato de hombres afroamericanos y latinos por parte del Sheriff del condado de Los Ángeles”.
Aseguró que el joven hizo lo que muchas personas de color hacen por temor a los agentes del orden.
“Cuando ven a la policía, corren… Corren porque saben que sus vidas podrían estar en riesgo, y él sabía exactamente lo que iba a pasar. Y efectivamente, murió”.
Dos meses después de la muerte de Andrés, su familia entabló una demanda civil en contra el LASD.
Los dos agentes acusados tenían programado comparecer ante el tribunal durante noviembre de 2020 pero ninguno se presentó.
Mediante sus abogados ambos indicaron que planeaba invocar su protección de la Quinta Enmienda, contra la autoincriminación y que especifica que pueden negarse a responder cualquier pregunta relacionada con el delito del cual se les acusa.
En diciembre de 2020, ambos fueron removidos de sus funciones en respuesta a una investigación de tránsito no relacionada.
El padre de Andrés, explicó que la demanda es parte de una lucha comunitaria para impedir que se vuelva a repetir otro asesinato como el de su hijo. “Queremos que haya justicia, que se haga algo y [los agentes] paguen por lo que hicieron”, dijo Cristóbal.
Su esposa añadió que debe haber responsabilidad por parte de quienes mataron a Andrés. También pidió justicia para que ningún otro padre pase por el sufrimiento que hoy ellos enfrentan.
“Yo no olvido a mi hijo. Tengo memorizada su cara, sus manos como la última vez que lo vi en el ataúd”, dijo Elisa. “Lo tengo en la mente”.
Hoy viernes 18 de junio, la familia llevará a cabo un memorial y una misa en honor al primer aniversario de fallecido de Andrés. Mientras que, el 19 de junio a partir de las 10:00 a.m. se realizará una marcha pacifica comenzando en el 420 W. Redondo Beach Blvd. en Gardena y finalizando en LASD Compton Station, el la 301. S. Willowbrook Ave.,en Compton para pedir justicia por Andrés.