Covid-19 pone al descubierto la falta de acceso a Internet de los latinos

Es un problema que no solo tiene que ver con la infraestructura sino con el alto costo

Las familias de bajos ingresos tienen menos acceso a Internet en su casa. (Getty Images)

Las familias de bajos ingresos tienen menos acceso a Internet en su casa. (Getty Images) Crédito: Adam Berry/Getty Images

Michelle Flores, una estudiante de Santa Monica College y quien trabaja como tutora de estudiantes del segundo al quinto grado, comenzó a notar durante la pandemia que algunos niños no participaban porque no tenían acceso a Internet o su servicio era tan deficiente que el Zoom los sacaba, lo que hacía más difícil para ellos el aprendizaje.

El Internet no es solo una cosa bonita para tener en la casa sino que hace la diferencia entre perder una clase, no encontrar un empleo o simplemente desaprovechar oportunidades al no tener acceso”, dijo Michelle de 19 años, quien labora para el Southeast Community Development Corporation, una organización no lucrativa en Los Ángeles que prepara a estudiantes y adultos en el mundo digital, y que dio acceso a Internet y a una computadora a muchos menores durante la pandemia.

Durante la videoconferencia: “Atrapados por la División Digital: demandando Internet universal como un derecho básico”, ofrecido por Ethnic Media Services, Sunne McPeak, presidenta del Fondo para la Emergencia Tecnológica de California en inglés California Emerging Technology Fund (CETF), precisó que la división digital es solo otra manifestación de la división económica y de oportunidades, arraigada en el racismo sistémico.

La buena noticia, enfatizó, es que hoy, 91% de los californianos están conectados por Internet en sus casas, 6% solo por el teléfono inteligente.

Sin embargo, de acuerdo al sondeo estatal en el que participan el Instituto de Políticas Públicas de California (PPIC), la Universidad de California en Berkeley y la Universidad del Sur de California, hay tres grupos en desventaja digital en California: los de bajos ingresos, los latinos particularmente donde se habla solo español en la casa y las personas con discapacidad.

Muchos maestros como la maestra de inglés Paloma Tlaxca tuvieron que entrenarse en la enseñanza online durante la pandemia. (Cortesía Paloma Tlaxca)

En el caso de los latinos que hablan solo español en sus casas, el 25% no está conectado para nada y el 10% solo por el teléfono inteligente.

En general, uno de cada 4 latinos no está conectado a Internet en California. Esto significa que 76% están conectados, 16% no conectados y 8% solo por teléfono celular.

McPeak dijo que es claro que la mayoría de los residentes sin acceso a Internet, están en las áreas urbanas, son de bajos ingresos y viven en barrios pobres urbanos.

La principal barrera para conectarse una vez que la infraestructura está disponible, es un servicio demasiado caro, anotó.

“Los congresistas deben asegurarse que se incluya el tema de hacer responsables a las corporaciones para alcanzar la equidad digital y también debemos preguntarles qué están haciendo para trabajar con las organizaciones comunitarias”.

Angela Siefer, directora de la Alianza Nacional para la Inclusión Digital en inglés National Digital Inclusion Alliance (NDIA), cuya meta es la equidad digital y acceso a Internet a precios accesibles, señaló que se deben negociar tarifas más bajas. “Muchas veces las personas de bajos ingresos solo tienen un teléfono móvil, lo cual es insuficiente hoy en día”.

Pero también la equidad digital significa dar entrenamiento a familias e individuos para que aprendan a navegar en el Internet, y responder a sus preguntas por teléfono o en línea.

“La pandemia ha hecho que se comprenda la división digital más que nunca y ha atraído la atención de los legisladores”.

Muchos padres como Hilda Marela Delgado se estresaron mucho con la educación online. (Foto Cortesía)

Si el Congreso aprueba un paquete legislativo para la infraestructura de banda ancha, habrá dinero para que los estados trabajen en la equidad digital. 

“Estamos viendo más organizaciones trabajando en la equidad digital, a partir de que con la pandemia no han podido cumplir con su misión original porque no pueden hablar e interactuar con las poblaciones en las que se enfocan y eso las ha obligado a ampliar sus funciones”.

Siefer reconoció que la tecnología es intimidante y confusa. “El gobierno tiene un subsidio para el Servicio de Internet, pero hemos escuchado a la gente decir que no quieren el Internet gratis porque piensan que es una estafa y surgen hasta preocupaciones sobre la privacidad”.

Por eso es importante contar como instituciones confiables como las organizaciones comunitarias para que participen en abatir la división digital.

Indicó que dentro del paquete legislativo para construir infraestructura de banda ancha, está el Acta de Equidad Digital con $2,750 millones, que dará fondos para que los estados lleven a cabo la planeación de la equidad digital y la implementen.

Y hay una bolsa de dinero federal adicional de subsidios, que se obtendrá a través de competir por proyectos.

Sobre el beneficio del Internet de emergencia, puntualizó que hay un subsidio de $50 por mes al que puede acceder cualquier persona impactada económicamente por la pandemia.

“Es un subsidio muy valioso. No sabemos cuánto va a durar y cuándo se acabará el dinero”.

El alto costo del Internet es una barrera para que muchos californianos puedan tener acceso. (Getty Images)

¿Por qué alguien no puede tener Internet en su casa?

Siefer dijo que puede ser que no exista infraestructura y la única opción es el satélite, el cual es muy caro y poco fiable. “La otra razón es que la gente no puede pagar $70 al mes”.

Antes de la pandemia, muchos legisladores no estaban conscientes de esto y asumían que era un problema rural. “Esto es rural, urbano, suburbano, indígena. La razón es que la infraestructura puede estar ahí, pero la gente no pueden pagarlo. Tenemos que atender todas las barreras, pero no es de sorprender que este asunto esté ligado a la pobreza. Entre menor es el ingreso, la probabilidad de tener Internet en la casa se reduce”.

Antes de la pandemia, 36 millones de hogares estadounidenses, 26 en las áreas urbanas y 10 en la zona rural, no tenían conexión a Internet en sus casas. “No estoy contando los teléfonos celulares porque todos tienen un plan de datos. Pero cómo confiar en una fuente de Internet que te pone un límite en los datos”.

Y enfatizó que la pandemia ha puesto al descubierto la falta de acceso a Internet, y lo hemos visto en las historias publicadas sobre niños haciendo su tarea en un estacionamiento dentro de un carro. “Es desgarrador porque no es el mejor lugar para aprender”.

Pero precisó que si bien el acceso al Internet es un problema de falta de disponibilidad en el medio rural, es también un asunto de poder pagar por el servicio y de apoyar el aprendizaje de habilidades digitales.

“El tema de la educación no es la única razón por la cual el acceso al Internet es importante. Si bien la educación de los menores sacó a la luz pública el tema cuando los niños no pudieron ir a la escuela, esto también tiene que ver con el trabajo, salud, conectar a las familia, y es realmente todo para sobrevivir hoy en día”.

Y agregó que debemos presionar para que las tarifas del servicio de Internet sean accesibles a las familias de bajos ingresos. 

McPeak agregó que hay 6 millones de personas en California en desventaja digital.

“Ningún otro estado tiene más gente de bajos ingresos que California, el 15% de la población”.

El gobernador Gavin Newsom firma una ley que dará acceso al Internet a las comunidades de bajos ingresos. (Cortesía)

Erica del Toro, a cargo del programa Universidad para Padres de Cal State Fresno, explicó que parte de su trabajo es ofrecer a los padres la oportunidad de adquirir habilidades computacionales, pero durante la pandemia agregaron el apoyo social y emocional.

“Con los niños en casa, muchos distritos escolares comenzaron a buscarnos. Los estudiantes no sabían cómo manejar sus dispositivos. No estaban familiarizados con los programas que ahora tenían que usar para la escuela”.

Lo que hicieron fue dar apoyo a los padres con el estrés de tener a los hijos en casa, y ayudarlos para que aprendieran a usar los dispositivos y que ellos a su vez enseñaran a sus hijos.

“Tuvimos muy buenos resultados porque muchos padres a partir de esa experiencia, se animaron a terminar su secundaria, ir al colegio o tomar clases por Internet. Le perdieron el miedo a la computadora y a estar en línea”.

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