Lavar el auto sin agua: cómo hacerlo
Aunque el agua resulta ser una de las mejores opciones para lavar el auto, en el mercado existen productos que pueden brindar los mismos resultados sin usar una sola gota de ella
El agua siempre ha sido el aliado de todos los conductores cuando es momento de lavar el auto, un procedimiento que se puede llevar a cabo en casa siguiendo algunos pasos sencillos, pero en el cual no se considera el uso excesivo de este líquido que, cada vez, resulta ser más valioso. En la actualidad, el agua reciclada termina siendo una opción, de hecho muchos autolavados la usan, pero si lo que se desea es gastar la menor cantidad de agua posible, la mejor opción se encuentra en el mismo mercado de productos para el cuidado del auto, el cual ofrece algunas alternativas en las que no se necesita ni una sola gota de agua.
Los productos para lavar sin agua, que también podrían definirse como “productos de lavado en seco”, no son exclusivos de los autos. Muchas superficies, como la tapicería, necesitan de este tipo compuestos para evitar el contacto con en agua y evitar dañarse. Sin embargo, los que están dirigidos al exterior del auto son muy poco conocidos porque los mejores resultados parecen estar siempre representados por el uso del agua. Estos productos también son muy poco populares porque, al tratarse de químicos, muchas personas temen que la pintura del auto reaccione y termine dañándose. No obstante, son 100% confiables siempre y cuando se consideren algunas recomendaciones:
1. Al momento de comprarlo, es muy importante asegurarse de que se trate de este tipo de producto y no de otros tipos de limpiadores. Cualquier producto distinto podría tener el efecto no deseado o causar daños a la pintura que podrían agravarse con el tiempo.
2. Para aplicar el producto, lo más recomendable es usar toallas de microfibra. La textura de este tipo de tela impide que haya riesgo de rayones en la pintura. Además, recoge la suciedad y las partículas con facilidad.
3. Al usar la toalla, será importante no frotarla contra la superficie de manera desordenada. Lo más recomendables es aplicar el producto por partes, evitando pasar dos veces por el mismo lugar o frotar excesivamente la superficie sin necesidad.
Según los expertos, al usar este tipo de productos de manera correcta, la superficie terminará luciendo como si se hubiese aplicado una delgada capa de cera, un acabado que podría ser superior al que se consigue usando agua y jabón.
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