El aumento de diversidad racial obliga a diseño justo de distritos electorales
El censo 2020 arroja que la población de EE UU se ha vuelto más diversa que nunca
Los datos del Censo de 2020 documentaron la creciente diversidad racial y étnica en Estados Unidos, lo que obliga a que el proceso de redistribución de distritos electorales que se realiza una vez cada década, sea equitativo.
“El patrón que se vio en los datos recién revelados del Censo 2020 es que el país sigue volviéndose más diverso”, dijo Mark Hugo Lopez, director de investigación hispana del Pew Research Center durante la videoconferencia “La creciente diversidad racial y étnica destaca la necesidad de una redistribución justa”, ofrecida por Ethnic Media Services.
López junto con otros expertos hablaron de los resultados poblacionales más relevantes del conteo 2020, pero también de las amenazas a un proceso justo de redistribución de distritos en algunos estados y los esfuerzos para que el Congreso proteja los derechos de voto.
Explicó que el censo arrojó que los blancos constituyen el 58% de la población de la nación con 200 millones. “Es la más baja proporción que hemos visto de blancos en Estados Unidos, quienes han tenido un descenso de 5 millones”, dijo.
Y mencionó que la población hispana y la asiática juntas representan las tres cuartas partes del crecimiento poblacional.
“Los latinos conforman el 19% de la población en general con 62.1 millones de habitantes. Entre 2010 y 2020 crecieron 23%”.
En tanto, la población afroamericana representa el 12% de la población, los asiáticos el 6% y los nativos componen el 1%.
Enfatizó que 32 estados tuvieron un crecimiento de la población, mientras que Washington D.C. reportó el crecimiento más grande de blancos así como los estados de Idaho y Utah.
“Otro dato interesante es que en muchas partes del país, sobre todo en el centro, en estados como Minnesota, Missouri, Kentucky, Indiana y West Virginia, la gente tiene dos o más razas”.
Dijo que es importante hacer notar que hay una diversidad real en el país, y casi en todas partes, se ha experimentado un cambio.
El otro aspecto importante es que la nación se ha vuelto más urbana mientras que las zonas rurales han perdido gente.
Otro gran descubrimiento es la población multirracial, ya que 34 millones de estadounidenses dijeron que son de más de una raza, 9 millones más que en 2010.
Redistribución y democracia
Yurij Rudensky, abogado de redistribución del Brennan Center for Justice de la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York (NYU), dijo que la redistribución y la democracia significan que todos los distritos en la cámara de representantes, las legislaturas estatales y los gobiernos locales, deben tener aproximadamente el mismo número de personas.
“Debido a los cambios en la distribución poblacional, los límites de los distritos tienen que ajustarse para cumplir con el principio de la representación equitativa”.
Afirmó que cada 10 años, el censo proporciona la información poblacional para redistribuir el poder político en bloques geográficos a nivel local, estatal y nacional.
“Los distritos deben ajustarse para reflejar los cambios democráticos y que las comunidades crecientes de afroamericanos, latinos, asiáticos y nativos tengan una oportunidad pareja de elegir a sus candidatos preferidos”.
Señaló que desafortunadamente en muchos estados, la redistribución es un proceso muy político y partidista. “Cuando un partido político controla el proceso, puede abusar e ignorar el interés público para fabricar resultados políticos”.
Se da lo que se conoce en inglés como gerrymandering para falsificar elecciones.
“El objetivo del gerrymandering es asegurar una ventaja electoral para un partido o un conjunto de intereses políticos o políticos actuales, de modo que no puedan ser eliminados”.
Precisó que realmente socava el sistema entero de gobierno, el cual se supone debe ser un reflejo de la población.
Entre las soluciones planteadas para evitar el gerrymandering, dijo que la mejor es ceder el control sobre la redistribución de distritos a una comisión independiente, donde los dibujantes de mapas no tienen las mismas motivaciones políticas que los políticos en ejercicio. Ese es el caso de California, Colorado, Michigan y Arizona.
Democracia en peligro
Jesselyn McCurdy, vicepresidenta interina de asuntos de gobierno del Leadership Conference Education Fund, una coalición de más de 220 organizaciones de derechos humanos y civiles, dijo que nada es más fundamental que la libertad y el derecho al voto, pero ahora mismo la democracia está en peligro.
“A menos que tomemos acción inmediata, fallaremos en proteger contra la discriminación racial en las casillas electorales y en asegurar que cada voto y voz sean contadas”.
Señaló que el Congreso tiene que aprobar el Acta actualizada de los Derechos de los Votantes de John Lewis y el Acta For the People, dos piezas legislativas críticas, que son el resultado de un tremendo esfuerzo de los miembros del Congreso y defensores de los derechos civiles para acabar con la discriminación racial en la votación.
“Presentamos una serie de reportes comisionados en 10 estados y más por venir, que le demuestran al Congreso el imperativo urgente de restaurar el Acta de los Derechos del Votante, individual y colectivamente”.
Agregó que esos reportes revelan la discriminación racial a la hora de votar, por lo que esperan que los legisladores actualicen el Acta de los Derechos del Votante, de tal forma que respondan a lo que está pasando en EE UU.
“También continuaremos empujando al Congreso para que apruebe el Acta For the People, la cual creará estándares nacionales para proteger nuestra libertad para votar”.
Completó que sin importar nuestros antecedentes y código postal, todos los estadounidenses deben tener voz y voto en las decisiones clave que impactan nuestras vidas, así como nos presentamos a votar durante la pandemia y salimos en números récord en las elecciones del año pasado.