Celebran bicentenario de independencia de El Salvador en Hollywood
El colorido desfile de participantes reunió a contingentes de Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y Nicaragua
A pesar de que la pandemia del covid-19 no ha terminado, autoridades municipales de Los Ángeles dieron luz verde que, en el corazón de Hollywood se efectuara el magno Desfile y Festival de Independencia Salvadoreña (DEFISAL).
Desde la intersección del Bulevar Hollywood y la Avenida Western, miles de personas se apostaron en las aceras para deleitarse y gritar con alegría ¡Viva El Salvador!
Bajo un sol inclemente y una temperatura superior a los 90 grados, los salvadoreños de la diáspora en Los Ángeles marcharon junto con sus hijos nacidos en Estados Unidos, pero que mantienen un amor y un enorme patriotismo impreso en sus corazones.
“El Salvador es cultura, familia, amigos”, dijo la pequeña bastonera Genesis Rivas, de12 años, cuya madre Ana, residente de Bell, nació en San Juan Nonualco, Departamento de La Paz.
“Yo creo que la cultura de mis padres nos hace más fuertes, añadió Valeria, la pequeña hermana de 10 años, quien desea ser una bailarina profesional en el futuro.
El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua celebran su bicentenario de independencia que los liberó del yugo español. También fueron invitados contingentes de Colombia, Ecuador y México.
La celebración se disfrutó todavía más, después de la cancelación de todo tipo de eventos masivos en el año 2020, a causa del coronavirus.
“Regresamos a la vida ‘normal’ en Los Ángeles, en Latinoamérica y todo el mundo; hay que darle gracias al Creador que nos ha tenido vivos para tener el desfile”, declaró Oscar Gil, presidente de DEFISAL y organizador líder desde 2007.
No obstante, la pandemia no ha sido controlada.
El domingo, autoridades del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles reportaron 11 muertes adicionales asociadas con covid-19 y 2,122 nuevos contagios. Es probable que las muertes reflejen retrasos en los informes durante el fin de semana.
Sin cubrebocas
Asimismo, fue evidente que centenares de personas hicieron caso omiso a las recomendaciones de mantener una distancia adecuada, y también se olvidaron de protegerse con una mascarilla.
“En las redes sociales, nosotros recomendamos a las personas que fueran prudentes”, destacó Sylvia Gil, directiva de DEFISAL. “Fue lo único que pudimos hacer, pero nosotros no tenemos garantía del comportamiento de la gente”.
Ella misma conoce el sufrimiento y el dolor de haber perdido a una hermana y a su suegra, víctimas del coronavirus, así como Néstor Molina, quien fungió como fotógrafo oficial del desfile durante 14 años.
“Celebramos los 200 años de existencia de nuestro país, pero también celebramos y honramos la vida de todos los que se nos fueron”, indicó Sylvia Gil. “Son sentimientos encontrados, porque muchos perdimos a un familiar, a un amigo o alguien cercano a nosotros y nadie pensó que esta pandemia sería tan larga, pero al final Dios va a protegernos”.
Después de una larga ceremonia de discursos, la presentación de la canción y bailable folclórico “El Carbonero” -considerado como el segundo himno nacional de El Salvador, compuesto por Francisco Antonio Lara Hernández, conocido como “Pancho Lara”- dio paso a la parada cívica, deportiva y cultural.
Una inmensa bandera azul y blanco fue desplegada a lo ancho del bulevar Hollywood, por parte de 14 integrantes de United for Human Rights, una organización internacional que ha proporcionado alimentos, ropa y artículos de primera necesidad a los inmigrantes centroamericanos que se encuentran varados en la frontera de México y Estados Unidos, a la espera de que sus casos de asilo sean aceptados en este país.
“Pedir asilo es una declaración universal de respeto a los derechos humanos”, dijo a La Opinión, Betsy Davis, integrante de United for Human Rights.
En carrozas alegóricas, al tamborazo de bandas musicales, hinchas de la selección nacional de futbol de El Salvador “Bichos Unidos LA” y cuscatlecos orgullosos de sus raíces dieron colorido y algarabía al tradicional desfile, mientras eran aplaudidos por las multitudes en las aceras.
Uno de ellos, William Banega, de 42 años de edad, ondeaba al viento su lábaro patrio y recordaba la tierra que lo vio nacer: Cojutepeque, Cuscatlán, así como la razón por la que tuvo que emigrar a Estados Unidos en 1997.
“Aquí me ha ido mejor que allá; me tuve que venir porque los mareros me querían matar si no me unía a ellos”, explicó.
El desfile que estaba programado iniciar a las 9:45, pero empezó unas horas más tarde, concluyó como a las 2:30 p.m., en la Avenida Vermont.
La “reelección” de Nayib Bukele
Después de reconocer la soberanía conquistada hace 200 años y romper con el confinamiento por la pandemia, el cónsul general de El Salvador en Los Ángeles, Alejandro Letona resaltó el hecho de que en el Desfile Salvadoreño haya habido un lugar para que las personas se desinfectaran las manos y un sitio de vacunación contra covid-19.
“Me encanta que la gente está respondiendo a vacunarse, en medio del fin de la pandemia”, dijo Letona, previo al corte oficial del listón para dar comienzo de la paraca cívico-patriótica. “En El Salvador también estamos vacunando a personas de 12 años en adelante”.
De acuerdo a datos del consulado, en el “Pulgarcito de América” se han contabilizado hasta la fecha 96,067 casos y 2,952 decesos a consecuencia del covid.
Cuestionado sobre el fallo de la Sala de lo Constitucional para que el presidente Nayib Bukele tenga la posibilidad de reelegirse en las elecciones presidenciales de 2024, el cónsul comentó que ese cambio correspondía al pedido de la mayoría del pueblo.
“Esa es una respuesta a lo que nuestra gente externa en las redes sociales y encuestas de opinión”, explicó. “La gente quiere un cambio verdadero para romper con las ataduras que nos han mantenido atrasados como país”.
A la misma pregunta, Juan Pablo Duran Escobar, gerente general del Banco de Desarrollo de la República de El Salvador, “Gran Mariscal” del Desfile Salvadoreño, manifestó que en la resolución “exprés” dictaminada, a Bukele “no le están regalando nada…, le están dando la oportunidad de competir”.
La Sala de lo Constitucional es el máximo tribunal de justicia de El Salvador y es la encargada de interpretar la Constitución.
El 1 de mayo de 2021, gracias al arribo de la bancada oficialista a la Asamblea Legislativa, el presidente Bukele se hizo del control y después vino la destitución de los magistrados.
“Cuando menos con Bukele ya no hay tantas matanzas de las pandillas como antes”, externó Christian Lemus, un trabajador salvadoreño de la construcción, nacido en Santa Ana, El salvador.