Latinos enfrentan numerosas barreras para ser escuchados en el rediseño de distritos
Las audiencias se realizan en horas en las que están en el trabajo, no hay intérpretes y el acceso físico es limitado
En el condado de Durham en Carolina del Norte, los latinos nunca habían participado en el proceso de redistribución de los distritos electorales, pero este año cuando realmente se presentó la oportunidad, se han encontrado con un sinnúmero de barreras para ser escuchados.
“La semana pasada estuvimos en la primera audiencia que hubo en el condado de Durham. Lamentablemente fue en un horario donde la gente trabajadora, los más impactados, no tuvieron oportunidad de estar ahí por sus horarios de trabajo”, dijo el veterano organizador Ivan Almonte de la organización Rapid Response durante la videoconferencia “Latinos en Durham se unen a la conversación en la cocina: “Lo que queríamos decir sobre la redistribución de distritos”, organizada por Ethnic Media Services.
Almonte junto con cuatro residentes latinos de Durham sostuvieron una plática informal alrededor de una mesa de cocina, en la que manifestaron sus opiniones sobre las audiencias públicas de la legislatura de Carolina del Norte en torno a la redistribución de distritos, un proceso que se realiza cada 10 años, después del Censo.
“En esa primera audiencia realizada en una institución académica, tampoco tuvimos acceso al idioma porque no hubo intérpretes; y el acceso al lugar estuvo limitado a 70 personas. Una persona tenía que salir para que pudieran entrar los que estaban afuera”.
Observó que había más de 20 políticos, más unos 10 empleados del comité de la legislatura y 40 personas de la comunidad.
“No quedé contento, exigí más audiencias en los vecindarios y comunidades donde la gente ha sido impactada por los cambios vividos; y el rediseño es por 10 años; y no sabemos cómo van a hacerlo, si la gente no ha compartido sus historias”.
¿Por qué es importante que participen en el rediseño?
“En Durham, mayormente tenemos gente que no tiene estatus migratorio, que vive en lugares donde han sido desplazados por la gentrificación, porque no pueden pagar los condominios que las corporaciones han construido en esta ciudad”.
Almonte dijo que si no escuchan la voz de los latinos, los próximos 10 años tendrán un impacto severo. “Tenemos que alzar nuestras voces. Nuestra comunidad latina creció un 40% en Durham”.
‘No somos escuchados’
Desde hace 14 años, Patricia Obregón, madre de 4 niños, vive en Durham. Dijo que se interesó en el rediseño de distritos porque le preocupa ver que las escuelas públicas no tienen recursos.
“El sistema no se preocupa por las minorías, no solamente los latinos. Lo podemos ver en el presupuesto, en el número de estudiantes por salón, en la falta de programas para Después de la Escuela, en la limitación del transporte, al no contar con intérpretes ni maestros para niños con necesidades especiales”.
Obregón dijo que no son escuchados. “El superintendente nos ha dicho que no hay presupuesto para todo lo que se necesita”.
Agregó que no solo las escuelas públicas necesitan ayuda sino también el sector salud.
¿Cómo una mejor representación podría cambiar?
“Tiene que cambiar todo el sistema porque no está creado para las minorías. Nosotros no estamos representados ni nos toman en cuenta en las decisiones”.
Sin acceso a salud mental
Casilda Jaimes, vecina de Durham, dijo que no hay un programa que ayude a las mujeres a reinsertarse en la comunidad, después de haber sufrido violencia doméstica ni existe ayuda para que las niñas no se embaracen o usen drogas.
Pero además sostuvo que es bien difícil tener acceso a la salud mental. “No hay doctores que hablen español, la gente tiene que llevar un intérprete para ir a consejería, pero cómo vas a ir a consejería con un intérprete”.
Indicó que el rediseño de distritos ayudaría a que el dinero público se distribuyera de manera equitativa para los programas de educación, salud, apoyo a la mujer y la familia.
Laura Naine, educadora comunitaria dijo que se necesita más representación política en los sectores más marginados y que los funcionarios públicos inspeccionen esos lugares, ya que muchas familias de escasos recursos viven en la insalubridad completa y en barrios poco iluminados.
Almonte agregó que la pandemia hizo que muchas personas se vieran obligadas a abandonar sus casas porque se quedaron sin trabajo, y se fueran a vivir a áreas donde el crimen es muy alto.
“Terminan siendo víctimas del crimen como ha ocurrido en Los Ángeles con algunas familias que han tenido que ir a vivir a lugares con alta criminalidad”.
Añadió que los hispanos no tienen acceso a la vivienda pública por carecer de un estatus migratorio, y la que hay está en pésimas condiciones. “El año pasado un proyecto de vivienda social resultó infestado de plomo y ratas, y tuvieron que mover a más de 100 familias a hoteles.
“Durham es la ciudad más progresista y liberal y la cuarta ciudad que creció más en Carolina del Norte. ¿Qué van a hacer los políticos para atender las necesidades de los latinos?”.