Vendedores ambulantes piden que no los ‘criminalicen’ en Los Ángeles
Concejales que promueven tres propuestas de ley que afectan a los vendedores dicen 'apoyarlos'
Como si fuera una fiesta familiar, con baile y tambores, docenas de vendedores ambulantes y activistas se reunieron frente al ayuntamiento de Los Ángeles el martes por la mañana; el objetivo era llamar la atención de sus representantes locales.
Aunque la celebración no fue de júbilo sino más bien un reclamo para los concejales que, según los vendedores, tienen en sus planes criminalizar nuevamente las ventas ambulantes mediante tres propuestas.
Una de ellas es del concejal Gil Cedillo, del distrito 1. Esta medida permitiría a la Ciudad hacer cumplir de manera más amplia las violaciones del código de salud y de incendios que ocurren en las aceras y pasos públicos.
Una segunda moción presentada por el concejal Bob Blumenfeld, del distrito 3, pide enmendar una ley relacionada con la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) que daría citaciones penales a los vendedores ambulantes por bloquear la acera.
Y por último el concejal Paul Koretz, del distrito 5, solicita que Melrose Avenue se convierta en una zona de “no venta” ambulante, atribuyendo el reciente aumento en la actividad delictiva al aumento en la venta en las calles.
Los vendedores aseguran que han peleado por más de una década para ser reconocidos y finalmente en el 2018 se aprobó la SB 946, o Ley de Venta Segura en las Aceras, del senador Ricardo Lara.
La ley, que despenaliza la venta en las aceras en California, redujo significativamente la cantidad de multas que podrían imponerse a los vendedores y eliminó las sanciones penales que ponen a los vendedores que no tienen documentos en mayor riesgo de deportación.
Para el 2019, la ciudad de Los Ángeles aprobó un programa de venta ambulante. Sin embargo, los vendedores de comida aun siguen enfrentando problemas ya que pese a tener su permiso para vender en las aceras no tienen el de la venta de alimentos.
“Y debido a que la venta de alimentos se rige por el departamento de salud del condado y por otras leyes estatales, que no se han actualizado para incluir a los vendedores ambulantes”, dijo Merlin Alvarado, vendedora ambulante en el área de Hollywood. “Muy pocos vendedores han podido aprovechar el programa de la ciudad”.
Ella dijo que los vendedores estaban en el proceso de obtener los permisos necesarios del departamento de salud cuando comenzó la pandemia y se le pidió a todas las personas mantenerse en casa.
“Recién estábamos comenzando a comprender las reglas y regulaciones de la ciudad, y hacíamos nuestro análisis de los cambios de política que necesitábamos hacer en el estado y el condado”, dijo Alvarado.
Ahora se encuentran con que algunos líderes del ayuntamiento están presentando mociones que les afectaría gravemente.
Martha Ávila llegó a la protesta con su tía Gloria Mendoza, ambas son vendedoras ambulantes de comida.
Ávila, de 57 años, dijo que venden hot-dogs y tacos en Los Ángeles.
“Nos vamos a frustrar cuando nos corran y más cuando nos tiren la comida como lo han hecho antes”, dijo Ávila, quien ha tenido esa experiencia en el pasado. “Hace tres años me pasó y cuando tiraron mi comida perdí como $1,500”.
Ávila dijo que están pidiendo que ya se apruebe un carrito el cual ellos puedan costear porque dice que solo les prometen que les darán uno, pero no sucede.
“Los carritos que ahorita están ofreciendo cuestan de $15,000 a $20,000 y con esta pandemia no podemos comprarlos”, enfatizó.
Hay tres concejales que apoyan públicamente el trabajo de los vendedores ambulantes. El concejal Curren Price Jr. (CD-9), líder en la lucha de la venta ambulante, el concejal Kevin de León (CD-14) y la concejal Nithya Raman (CD-4). Los tres estuvieron presentes apoyando a los vendedores.
Raman está trabajando en una moción para pedir al condado y al estado que actualicen las políticas de venta de alimentos para crear una vía real para que los proveedores obtengan permisos de salud. Esto minimizará la criminalización de los vendedores de comida por falta de cumplimiento del código de salud.
Agregó que encuentra injusto que hasta el momento solo se hayan otorgado 165 permisos de ventas ambulantes en una ciudad que cuenta con más de 10,000 vendedores en las calles.
Concejales acusados responden
En respuesta a las acusaciones Blumenfeld Koretz y Cedillo aseguraron que no se oponen a la venta ambulante.
Blumenfeld dijo que la ordenanza a favor del ADA fue solicitada por Streets LA.
“El borrador original de la ordenanza convertía las infracciones en un delito menor, lo cual yo creí es demasiado severo”, dijo Blumenfeld en un comunicado. “Cuando vuelva el texto preliminar, me aseguraré de que sea revisado a fondo por el Grupo de trabajo de venta en las aceras de Streets LA, que está formado por defensores de organizaciones que representan a los proveedores”.
Aseguró que la intención de esta legislación es asegurar que las calles y aceras de Los Ángeles sean transitables y que las únicas personas que serían penalizadas son aquellas que claramente violan las leyes de la ADA y se niegan a moverse después de haber sido advertidas.
El concejal Cedillo dijo que desde hace mucho tiempo ha estado luchando a favor de los inmigrantes, muchos de los cuales son vendedores ambulantes.
“Seguiré trabajando en alianza con vendedores locales en una política reflexiva tal como lo hice cuando ayudé a despenalizar la venta ambulante en toda la ciudad [en el 2018]”, dijo Cedillo.
Añadió que espera que para el próximo año los vendedores ambulantes de comida tengan acceso al carrito de comida que cumpla con todos los requisitos que pide el departamento de salud.
“Nuestra oficina es una de las únicas oficinas del Concejo Municipal que ha llevado a cabo talleres de divulgación, educación y capacitación para los proveedores al tiempo que les brinda a los proveedores recursos monetarios adicionales para sus pequeñas empresas antes de la pandemia y especialmente durante la pandemia”, añadió Cedillo.
Finalmente Koretz dijo que recientemente se enteraron de varias personas que se hicieron pasar por vendedores, eran “apostadores” y estaban siendo hostiles acosando a los dueños de negocios, residentes y clientes del corredor Melrose.
“Con el reciente aumento de robos a mano armada, múltiples tiroteos (incluso mortales) y el aumento de robos, necesitaba que Melrose volviera a ser un lugar seguro donde las personas se sintieran cómodas para visitar, comprar, cenar y pasear y llevar a sus hijos por la calle a la escuela sin miedo”, dijo el concejal.