Deja frustración el fracaso para aprobar una reforma migratoria en el 2021
Los líderes afirman que seguirán luchando, ya que desde la Amnistia de Reagan no ha habido ningún programa de legalización
Mayra Todd no puede evitar que se le haga un nudo en la garganta al hablar del fracaso del presidente Biden para dar una reforma migratoria a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que llevan una vida en este país.
“Se burlaron de nosotros bien feo. Nos dieron una bofetada ‘lindo y bonito’. Es una bajeza lo que nos ha hecho”, dice Todd, una inmigrante de Guatemala, quien lleva 34 años en este país viviendo en las sombras. Aquí nacieron tres de sus cuatro hijos.
El 2021 comenzó con mucha ilusión para los inmigrantes, porque el presidente Biden les prometió en campaña una reforma migratoria, y si bien en su primer día de gobierno, anunció su plan de legalización con camino a la ciudadanía para trabajadores esenciales, dreamers y beneficiarios del programa Estatus Temporal de Protección (TPS), el año está culminando sin nada concreto.
Cuando las cosas comenzaron a complicarse, salieron con una versión trasquilada, una especie de alivio temporal para los inmigrantes, que consistía en incluir una medida en el proyecto de ley del gasto social (Build Back Better), para que los indocumentados que llegaron antes de 2011, obtuvieron un permiso de trabajo hasta por 10 años.
Pero se quedaba corta en su alcance, ya que según un análisis de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), se hubieran beneficiado alrededor de 6.5 millones de personas, no los 11 millones que Biden había prometido.
La reducida versión fue aprobada por la Cámara de Representantes el mes pasado, pero se atoró en el Senado. La parlamentaria del Senado, una empleada no electa contratada para dar asesoría, emitió una opinión en contra de tres propuestas, el plan A, el plan B y el plan C que incluía la reducida reforma migratoria en el proyecto de ley Build Back Better, aprobado por la Cámara de Representantes.
El plan A buscaba un camino a la ciudadanía para 8 millones de inmigrantes. Semanas más tarde, fue presentado el plan B para dar la residencia a través de la provisión de registro, pero la rechazó, y el plan C, la tercera propuesta, fue la que aprobó la Cámara de Representantes.
En un comunicado conjunto, los congresistas Lou Correa de California, Adriano Espaillat de Nueva York y Jesús “Chuy” García de Illinois, dijeron que a este punto, puede y debe reinstalarse un camino a la ciudadanía en el Acta Build Better Back, aún cuando eso signifique hacer a un lado a la parlamentaria y llevarla a voto al pleno del Senado”.
Señalaron que por los pasados 35 años, han prometido resultados a las comunidades. “No podemos dejar a una burócrata no electa decidir el futuro de los vecinos más vulnerables y trabajadores”.
Sin embargo, Todd dijo que cuando Biden les prometió una reforma migratoria en 100 días, nunca se imaginó que una empleada del Senado, la iba detener.
“He esperado durante 34 años por una reforma migratoria. No me quiero morir sin poder ser residente y ciudadana de este país. Ningún líder se imagina lo que se siente no tener papeles y el sufrimiento que se lleva dentro”.
Y atribuye el fracaso para obtener una reforma migratoria a los demócratas. “Nunca hubo voluntad por parte de la gran mayoría”.
Reconoció que se puso a llorar como una loca cuando se enteró de la noticia. “Nos han visto la cara porque nos quieren mantener como esclavos sin cadenas. Nuestra fuerza de trabajo y el dinero de los impuestos y del seguro social le beneficia a este país, pero les conviene más mantenernos como indocumentados que darnos un estatus”.
Para complicar aún más las cosas, el senador demócrata Joe Manchin mató el plan de gastos de Biden de $2.2 trillones al negarse a votar por él, bajo el argumento de que aumenta la inflación reflejado en el aumento de la gasolina y la comida
Juan José Gutiérrez, director de la Coalición Derechos para los Inmigrantes, aún mantiene las esperanzas de que la reforma migratoria se pueda lograr en el 2022.
“No concibo como Manchin, senador por West Virginia ha podido parar el proyecto de Biden”.
El líder proinmigrante dijo que el error de Biden fue un exceso de confianza en lograr los votos disidentes demócratas. “Pero esto no se acaba aquí. La lucha sigue en enero”.
Martha Ugarte, también líder proinmigrante, dijo que el 2021 ha sido el año que más cerca han estado de que se apruebe una reforma migratoria.
“Hay que verlo como una experiencia que nos deja un aprendizaje, pero definitivamente algo tenemos que hacer el año que entra porque los demócratas no están valorando el voto latino. Es triste, pero es la verdad”.
Señaló que los demócratas deben saber que si siguen sin darle prioridad a la reforma migratoria, “los latinos no vamos a votar por ellos”.
Mientras tanto, indicó, que la esperanza muere al último y la lucha continúa por una reforma migratoria.