Acción Diferida les cambió la vida a jóvenes de Illinois (Fotos)
Acción Diferida les cambió la vida a jóvenes de Illinois (Fotos)
Chicago.- Han pasado casi seis meses desde que la política de Acción Diferida o ‘Deferred Action for Childhood Arrivals’, fue anunciada por el gobierno del presidente Barack Obama y, según confirmó La Raza, varios jóvenes hispanos de Illinois beneficiados, ya viven cambios sustanciales.
La política de Acción Diferida ofrece a quienes califiquen una suspensión de la deportación, un permiso de trabajo, el acceso a una identificación del estado, seguro social y licencia de manejo, por un periodo de dos años, y puede ser renovable.
El pasado 15 de agosto miles de los “soñadores” de toda la nación empezaron a solicitar la Acción Diferida. Según los últimos datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, (USCIS, por sus siglas en inglés), hasta el 15 de noviembre se habían sometido 298,834 solicitudes, de las cuales fueron aprobadas 53,273. En Illinois se sometieron 13,904 solicitudes. A continuación las historias de tres jóvenes beneficiados por dicha política.
EL PRIMER “SOÑADOR”
José Quintero, de Celaya, Guanajuato (México), recuerda muy bien cuando el 15 de junio se dio el anuncio sobre la Acción Diferida y no lo pensó dos veces para someter su solicitud.
Este joven, decidido y sin miedo, fue el primer “soñador” del país en obtener un permiso de trabajo, según el congresista demócrata Luis Gutiérrez y la pastora y activista Emma Lozano.
Quintero, residente de Chicago y quien emigró a los Estados Unidos a los seis años, tiene un grado asociado en ciencias del colegio comunitario Harold Washington y piensa continuar sus estudios superiores.
“Quiero sacar mi maestría en Arquitectura”, dijo el joven en una actividad en la iglesia Lincoln Methodist Church, realizada en días pasados.
Ahora Quintero, junto a otros jóvenes del grupo Fuerza Juventud, de la organización pro inmigrante Centro Sin Fronteras, orientan y entrenan de forma voluntaria a otros en el proceso y llenado de las solicitudes.
SIN PERDER LA ESPERANZA
Desde que Ángeles Salgado cruzó la frontera por Tijuana, junto a su esposo Oscar Guerrero, tenía claro que su pequeña Yesenia se encontraría con muchas piedras en el camino, antes de conseguir sus metas.
Aún así decidieron arriesgarse y emigraron a EE.UU. en 1997. “Siempre tenía la esperanza y le pedía a Dios que para cuando ella creciera existiera una ley que le permita estudiar y superarse”, dijo Salgado.
Salgado trabaja limpiando casas y su esposo en una panadería. Tienen dos hijos más, de 11 y cinco años ambos ciudadanos, a diferencia de Yesenia, que nació en Cuernavaca, Morelos.
La madre dijo a La Raza que siempre le inculcaba a su hija que aprendiera a hablar perfectamente español e inglés, por si alguna vez regresaban a México, “Me acuerdo que le decía ‘hija tienes que esforzarte un poquito más que tus hermanos porque nosotros somos inmigrantes”.
Cuando Yesenia quiso sacar su licencia de manejo, tomó clases en la escuela y aprobó el examen; pero cuando se le pidió una identificación del estado o seguro social, todos sus planes se vinieron abajo.
“Nunca voy a olvidar la carita de Yesenia cuando vino triste a la casa y nos dijo que no le dieron la licencia de conducir porque no tenía ‘papeles’; eso me dolió mucho pues me sentía culpable por haberla traído a los dos años, sin opción a que pudiera elegir lo mejor para ella”, señaló Salgado.
Hoy, la joven de 18 años, residente de Cicero es una activista pro inmigrante y ha ayudado a llenar casi 200 solicitudes de Acción Diferida en la oficina de Gutiérrez y en la iglesia Lincoln. “Como ya tengo mi permiso de trabajo, ni bien termine la escuela secundaria iré a la universidad, lucharé para darle la alegría a mis padres de ser alguien en la vida; quiero ser una abogada de inmigración”, dijo la joven.