Estudiante de medicina sorprendida al descubrir que tiene cáncer durante una clase sobre detección
El Dr. Daniel Lichtenthaler notó signos de cáncer en el cuello de su estudiante Gabriella Barboza durante una clase en que le inspeccionó el cuello como demostración y detectó síntomas reales
La paciente se sometió a la primera etapa del tratamiento en noviembre de 2020 en São Paulo. Crédito: Anna Shvets | Pexels
Una simulación de prueba de cáncer se hizo realidad para una desafortunada estudiante de medicina.
Gabriella Barboza, de 22 años, se horrorizó después de descubrir que tenía cáncer de cuello durante una lección sobre diagnóstico de crecimientos cancerosos.
“Cuando me enteré, mi mundo colapsó”, dijo Barboza a Newsflash sobre el cruel e irónico incidente, que ocurrió en una escuela de medicina no revelada en São Paulo, Brasil, en 2020.
La estudiante de medicina de tercer año contó cómo su maestro, el Dr. Daniel Lichtenthaler, la había llamado para demostrar el método adecuado para examinar a los pacientes en busca de tumores en el cuello.
Sin embargo, durante la inspección simulada, el profesor descubrió algunos síntomas reales de cáncer, por lo que el educador preocupado le dijo a Barboza que se hiciera una revisión después de clase.
La alumna buscó confirmación y recibió la noticia de que padecía una forma de cáncer de tiroides llamado carcinoma papilar, también conocido como PTC.
El PTC es el tipo más común de cáncer de tiroides y afecta a alrededor de 200,000 estadounidenses cada año, en su mayoría entre las edades de 30 y 50 años, y es más frecuente en mujeres que en hombres, según el Instituto Nacional del Cáncer.
El PTC, que comprende el 80% de todos los casos de cáncer de tiroides, es también el cáncer más prevalente en mujeres menores de 25 años, según una investigación realizada por el Centro de Tiroides de Columbia en Nueva York.
Barboza dijo que estaba devastada por el diagnóstico: “Seguía pensando: ‘Soy demasiado joven para enfrentar esto’. Lloré mucho y no quería creerlo. Es un momento en el que ves que las cosas pueden terminar”.
Barboza inicialmente no mostró signos de PTC, pero cuando fue diagnosticada, la dolencia insidiosa había hecho metástasis en otras partes de su cuello, incluido el esófago.
Cuando a Barboza le diagnosticaron PTC, el cáncer se había extendido a otras partes de su cuello, incluido el esófago.
No obstante, Barboza está agradecida de que su maestro haya identificado el cáncer. “Creo que, si no hubiera ido ese día, tal vez no hubiera descubierto la enfermedad tan pronto, mi diagnóstico hubiera tardado mucho más y podría haber sido más grave”, dijo.
A menudo, “los tumores bien diferenciados (asociados con PTC) se pueden tratar y, por lo general, se pueden curar”, informó el Instituto Nacional del Cáncer. Debido a la alta tasa de recuperación de PTC, los médicos confiaban en que Barboza podría vencer la enfermedad.
La paciente se sometió a la primera etapa del tratamiento en noviembre de 2020 en São Paulo, donde los cirujanos le extirparon la tiroides junto con los tumores periféricos del cuello.
Un seguimiento se realizó en enero de 2020 administrando terapia de yodo, en la que los médicos usan isótopos radiactivos para matar las células cancerosas restantes.
Después del tratamiento, se consideró que Barboza se curó del cáncer en 2021 y ahora se somete a controles semestrales para asegurarse de que no haya recurrencia.
El PTC es el cáncer más común en mujeres menores de 25 años.
La sobreviviente jubilosa recurrió a Internet para celebrar las buenas noticias. “Después de meses de lucha, quiero registrar este momento extraordinario en mi vida, que me ha hecho una mejor persona y me ha hecho ver el mundo de una manera diferente”, dijo Barboza en línea.
“Siempre quise ser médico para cuidar a los demás y curar a la gente, sin importar la especialidad. Pero después de lo que pasé como paciente, creo que mi perspectiva ha cambiado”.
El profesor Lichtenthaler, que al principio no podía creer que tenía cáncer, estaba igualmente feliz por la recuperación de su estudiante y exclamó: “Una vez que supe que el tratamiento había sido exitoso, me sentí muy feliz”.
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