Medida podría quedarse atrás
Alegan que la ley de educación No Child Left Behind es demasiado inflexible y debe cambiar
La supuesta medida de California para evitar los estrictos requisitos de la ley federal Que Ningún Niño Quede Atrás (No Child Left Behind) ha fracasado, tal como se había previsto ampliamente.
Tom Torlakson, superintendente estatal, dijo que las autoridades del Departamento de Educación de EE. UU. le informaron que estaban preparadas para rechazar la solicitud estatal para la exoneración, aunque la negación todavía no ha sido emitida formalmente.
“Espero examinar en profundidad los motivos que brinda la administración para su decisión y continuaré explorando todas las posibilidades para brindarles a las escuelas y los estudiantes de California el alivio que merecen”, indicó Torlakson en una declaración.
Después de no llegar a los plazos para solicitar la exoneración en dos oportunidades, California presentó en junio una exoneración de último momento de la Ley de Educación Primaria y Secundaria, tal como se conoce formalmente a la Ley Que Ningún Niño Quede Atrás, y afirmó que aunque no cumplió con las especificaciones de algunos requisitos para la exoneración, se adhería a ellos en principio.
Las autoridades de educación de EE. UU. no respondieron los pedidos para obtener comentarios ayer. El departamento recibió un total de 47 solicitudes de exoneración. Hasta el momento, se emitieron aprobaciones para 33 estados y para el Distrito de Columbia.
Conforme a la disposición principal de la ley, las escuelas deben lograr que todos los estudiantes adquieran el nivel de dominio en lengua y literatura en inglés y matemáticas para 2014.
Hace tiempo que los críticos alegan que la ley Que Ningún Niño Quede Atrás es demasiado inflexible y que confía demasiado en las pruebas estandarizadas. El resultado ha sido que se ha determinado que demasiadas escuelas fracasaron, afirmaron.
El año pasado, la administración Obama aceptó emitir una exoneración de dos años para los estados que cumplieran los siguientes tres requisitos: la adopción de normas de desempeño académico exigentes, un programa para concentrarse en la transformación de escuelas con bajo desempeño y, la condición más polémica, un sistema de rendición de cuentas que implicaría utilizar los resultados de las pruebas para evaluar a los docentes y directores.
Pero Torlakson dijo que las exoneraciones deberían otorgarse sin exigencias e indicó que los requisitos eran demasiados costosos para un estado atrapado en problemas fiscales. Las autoridades de educación del estado estimaron que costaría de 2 a 2.7 mil millones de dólares cumplir con los requisitos para la exoneración.
La asociación de docentes y Torlakson indicaron que están a favor de que el Congreso vuelva a redactar la Ley de Educación Primaria y Secundaria para incorporar las diferencias en las políticas estatales y dar más flexibilidad.