La corte de Florida niega solicitud de aborto a una adolescente de 16 años por considerarla “inmadura”
La joven de 16 años declaró no estar lista para tener un bebé porque no tiene trabajo y aún se encuentra estudiando.
A una joven embarazada de 16 años se le negó en Florida una exención para abortar sin el consentimiento de un tutor legal, luego de que un tribunal consideró que la adolescente no probó que era lo suficientemente madura para tomar la decisión.
Florida, que actualmente prohíbe la mayoría de los abortos a las 15 semanas, requiere que los médicos notifiquen y obtengan el consentimiento por escrito del padre o tutor legal de una menor antes de practicarle un aborto. Sin embargo, según la ley, una menor puede solicitar a un tribunal de circuito que exima estos requisitos.
De acuerdo con uno de los jueces del tribunal de apelaciones, la menor, que “no tiene padres” y vive con un pariente, le dijo al tribunal de circuito que su tutor legal está “bien con lo que [ella] quiere hacer”.
Un juez de circuito del estado desestimó la petición de la adolescente embarazada al determinar que ella “no había establecido mediante pruebas claras y convincentes que era lo suficientemente madura para decidir si interrumpía su embarazo”.
Un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Primer Distrito de Florida confirmó la decisión del tribunal inferior y dijo que no había necesidad de devolver el fallo al tribunal de primera instancia.
La menor, identificada en documentos judiciales como Jane Doe 22-B, tenía 10 semanas de embarazo cuando presentó la petición al tribunal de circuito de Florida, según el juez del tribunal de apelaciones Scott Makar, quien disintió en parte.
En su petición, la adolescente afirmó no estar lista para tener un bebé, pues no tiene trabajo, todavía está en la escuela y porque el padre de su hijo no puede mantenerla. Además, antes de que decidiera abortar, también “experimentó un trauma (la muerte de un amigo)”.
La jueza del Tribunal de Circuito de Escambia, Jennifer Frydrychowicz, había denegado la petición de la menor sobre la base de su madurez, pero dijo que la menor “podría, en una fecha posterior, articular adecuadamente su solicitud” y el tribunal podría reevaluar su decisión.
Para Makar, parece que el tribunal de primera instancia quería darle a la menor, que estaba bajo un estrés adicional debido a la muerte de un amigo, tiempo adicional para expresar una comprensión más profunda de las consecuencias de interrumpir un embarazo.
Florida es uno de los seis estados que requieren tanto la notificación como el consentimiento de los padres para que las menores puedan abortar. Para una renuncia judicial al consentimiento y notificación de los padres, Florida requiere que un tribunal “declare, mediante pruebas claras y convincentes, que la menor es lo suficientemente madura para decidir la interrupción de su embarazo.
El tribunal debe considerar, de acuerdo con la ley estatal, factores como la edad del menor, la “inteligencia general”, la “credibilidad y el comportamiento como testigo”, la capacidad para evaluar las consecuencias y si comprende los riesgos médicos.
“En última instancia, estas decisiones quedan en manos de los jueces. Es más una decisión arbitraria porque el juez en este caso decidió que la menor no era lo suficientemente capaz de entender lo que significa interrumpir su embarazo, sin embargo, eso también significa que el estado dice que son suficientemente capaces de convertirse en padres”, comentó a CNN Stephanie Loraine Piñeiro, directora ejecutiva del fondo de aborto Florida Access Network.
Las menores generalmente buscan el proceso de derivación judicial porque no pueden compartir de manera segura su decisión de abortar con sus padres o tutores, según Piñeiro.
Piñeiro agregó que a veces un menor pasa por la derivación judicial sin necesidad, quizás por desinformación o confusión general sobre el proceso y el estatuto de Florida.
Autumn Katz, directora interina de litigios del Centro de Derechos Reproductivos, dijo que “las leyes de consentimiento de los padres no tienen nada que ver con la seguridad del paciente y solo sirven para estigmatizar la atención del aborto y colocarla aún más fuera del alcance de los jóvenes”.
“Nadie, incluidas las menores embarazadas, debería verse obligado a acudir a los tribunales y sacrificar su dignidad solo para acceder a la atención médica crítica que necesita”, dijo Katz en un comunicado. “Para obtener servicios sin la participación de los padres, los floridanos tendrían que viajar miles de kilómetros a un estado como Virginia, una barrera que la mayoría de los jóvenes, muchos de los cuales tienen recursos muy limitados, no podrán superar”.