Venezuela rechaza sanciones económicas y provocaciones militares contra Rusia
El canciller de Venezuela, Carlos Faría, leyó en la ONU una carta del presidente Nicolás Maduro, en la que señala que las acciones contra Rusia “lejos de sumar a la paz, azuzan el fuego de la guerra".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó las “provocaciones militares” y sanciones económicas impuestas a Rusia por Occidente debido a la guerra en Ucrania, mediante una carta leída por su canciller, Carlos Faría, ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
“Rechazamos todas las provocaciones militares y sanciones económicas injerencistas que se han tomado contra Rusia, así como la campaña de odio desatada en detrimento del pueblo eslavo, por considerar que estas acciones, lejos de sumar a la paz, azuzan el fuego de la guerra”, dice el texto, una misiva “abierta a la humanidad”.
El país suramericano respaldó la propuesta de México de crear un “comité de mediación”, integrado por varios jefes de Estado y de Gobierno, que promueva el cese de la guerra en Ucrania.
“Suscribimos la propuesta (…) que aboga por la creación de una comisión internacional para facilitar el diálogo soberano entre Rusia y Ucrania, y nos ponemos a la orden para facilitar sus condiciones”, prosiguió el venezolano.
El presidente de Venezuela llamó a los líderes mundiales a dejar en segundo plano las posturas ideológicas y priorizar “el restablecimiento del camino diplomático y del diálogo político por encima del enfrentamiento militar”.
“La humanidad no sobrevivirá a una guerra mundial, por tanto a nadie conviene una escalada bélica en ninguna parte del mundo (…) no existen, a los ojos de mi patria, guerras buenas y guerras malas”, remarcó.
“Persecuciones políticas”
El presidente recordó que sobre su país pesan 913 sanciones económicas y aprovechó para pedir que se ponga fin a estas “ilegales” restricciones, así como a las “persecuciones políticas” en contra de Nicaragua, Cuba, Irán y Rusia, naciones cercanas ideológicamente con la revolución bolivariana.
Consideró que el planeta está al borde de una crisis “que podría ser la última para la humanidad”, ante lo que preguntó a los dirigentes de Europa y Norteamérica si están sordos o, en cambio, pueden apostar a un “cambio ético a favor de la construcción de un nuevo mundo sin colonizados ni colonizadores”.
“Tiene que aceptar (Occidente) el surgimiento indiscutible de nuevas potencias y nuevos liderazgos como el de China, Rusia, India, Irán Turquía (…) no hay tiempo para la prepotencia, no hay tiempo para las confrontaciones y escaramuzas inútiles”, señaló.
Al ir más allá, hizo un llamado para enmendar injusticias y que se reconozcan los reclamos los pueblos saharaui y palentino, a quienes se les ha negado, dijo, el “derecho a tener una patria”.
Asimismo, se pronunció a favor de una reparación para el pueblo argentino, para el que pidió que se le restituyan sus derechos sobre las islas Malvinas -ubicadas en el Atlántico Sur y controladas por Reino Unido desde 1833- que, en palabras de Maduro, les fueron “arrancadas a sangre y fuego por la lógica imperial”.