Decomisan más de una tonelada de metanfetamina en Tijuana
Las fuerzas del orden lograron desmantelar una de las tantas narcobodegas que existen en la ciudad fronteriza con Estados Unidos
La droga estaba oculta en costales, bolsas de plástico, cajas y diversos recipientes. Crédito: FGR | Cortesía
Fuerzas de seguridad mexicanas dieron un golpe al crimen organizado en una de las ciudades más afectadas por este. Se trata de Tijuana, Baja California, donde se realizó un cateo a un inmueble, en el cual se localizó y decomisó más de una tonelada de metanfetamina, la cual estaba oculta en costales, bolsas de plástico, cajas y diversos recipientes, según informó la Fiscalía General de la República (FGR).
La orden de cateo fue cumplimentada por elementos de la policía ministerial de la agencia de investigación de Baja California, la cual se liberó gracias a trabajos de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional. Con ello se ubicó un inmueble que servía como bodega para un grupo criminal.
Antes de realizar el operativo los elementos castrenses y de otras organizaciones reforzaron los patrullajes en la zona con el fin de observar los movimientos en dicha propiedad, en la cual, además de los 1,100 kilogramos de metanfetamina, se encontró un vehículo, un cargador de arma de fuego, un arma corta y 38 cartuchos. Todo fue puesto a disposición de la autoridad correspondiente.
Así, las fuerzas del orden lograron desmantelar una de las tantas narcobodegas que existen en la ciudad fronteriza con Estados Unidos, aunque no se sabe a cuál grupo de la delincuencia organizada pertenecía el inmueble.
La ubicación geográfica de Tijuana la ha convertido en una ciudad deseada por el crimen organizado, por ello varias organizaciones buscan controlar la plaza, pues no solo el trasiego de droga es una actividad ilícita importante en la zona, también lo es el tráfico de migrantes.
Los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado han causado una oleada de violencia que tiene en jaque a sus habitantes, muchos de ellos han tenido que desplazarse debido a la inseguridad.
Algunas zonas de la ciudad se han convertido en escenarios de torturas, asesinatos y poco a poco se han vuelto una fosa común. El crimen y la impunidad caminan de la mano en Tijuana, donde a pesar de los constantes operativos y cateos, la delincuencia no descansa.
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