Organizaciones desafían la constitucionalidad de la Ley CARE Court
Los defensores de pacientes de salud mental dicen que nadie puede ser obligado a recibir un tratamiento bajo coerción; ‘es un problema humanitario’, subrayan
Tres organizaciones desafiaron la constitucionalidad de la Ley CARE Court, ante la presunción de que miles de personas con discapacidad podrían verse afectadas en sus derechos civiles si son obligadas a recibir algún tratamiento de salud mental.
Los organismos Disability Rights California (DRC), Western Center on Law & Poverty y The Public Interest Law Project impugnaron la ley SB-1338 ante la Corte Suprema de California porque la consideran inconstitucional.
La SB 1338 o Ley de Asistencia Comunitaria, Recuperación y Empoderamiento (CARE Court) fue promulgada por el gobernador Gavin Newsom en septiembre de 2022, mediante la cual se creó un sistema ordenado por un tribunal para el tratamiento ambulatorio e involuntario de personas que padecen algún tipo de enfermedad mental, como la paranoia o la esquizofrenia.
De acuerdo con estos grupos, la coerción sobre los enfermos mentales los despoja “de derechos fundamentales protegidos por la Constitución de California y los somete a un proceso judicial que violenta sus derechos al debido proceso”.
“Esto llevará a los californianos con discapacidades a los tribunales bajo un nuevo y alarmante estándar legal, ya que exista la probabilidad de que la condición de salud mental de una persona se deteriore o recaiga”, indican los grupos que se oponen.
“Los estándares legales actuales no permiten que los tribunales especulen sobre la futura condición de salud mental de una persona. Los tres grupos defienden la autodeterminación” de las personas discapacitadas, que se les trate con dignidad.
Por el contrario, la Alianza Nacional en Enfermedades Mentales (NAMI) del Valle de San Fernando tiene una opinión distinta.
“La salud mental es un problema humanitario”, dijo Traute Winters, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro. “Hay ciertas personas que tienen enfermedades mentales graves como la esquizofrenia, y que no son lo suficientemente capaces de cuidarse, y pueden ser un peligro para sí mismos y para otros”.
“Por eso, creemos que la salud mental es una cuestión humanitaria en favor de ellos, para obtener la ayuda que necesitan y se puedan restaurar de manera competente”.
La hermana de Claudia Fúnez, una residente de Inglewood, es reflejo de la falta de atención a su problema de esquizofrenia. Cynthia vive como indigente en las calles de Las Vegas, y aunque su hermana ha querido ayudarle, ella se rehúsa a recibir atención médica.
“Ella decía que estaba experimentando cosas extrañas; que oía voces que le hablaban al oído y le decían cosas feas”, dijo Claudia a La Opinión.
“Mi hermana era una mujer inteligente; de repente no le importó su aseo personal, no le importó ni sus hijos, quebraba cosas en la casa, se peleaba con las voces que oía y también padecía de alucinaciones”, añadió. “Su marido le quito a los niños, pero yo la conozco y sé que si recibe atención médica adecuada ella se puede mejorar”.
Además, en la batalla por la constitucionalidad de la Ley CARE Court está en juego el hecho de que, particularmente una persona que sufra de esquizofrenia u otra enfermedad mental tenga la capacidad para negarse a recibir la ayuda que se le está ofreciendo, y a sus familiares que le cuidan.
“Una persona que vive con estas enfermedades no tienen la capacidad mental de cuidarse a sí misma”, afirma Troute. “Además, la atención que requiera un tribunal es solo para las personas que tienen alguna enfermedad mental severa, por eso es humanitario que reciban tratamiento y se les ofrezcan los servicios necesarios para que puedan recuperar su competencia y no ser un peligro para ellos mismos ni para los demás”.
De acuerdo con la Fundación de Salud de California (CHCF) casi uno de cada siete residentes adultos del estado ha experimentado algún tipo de enfermedad mental.
El organismo señala que la prevalencia de enfermedades mentales graves varió según los ingresos de las personas, con tasas mucho más altas tanto para niños como para adultos en familias con ingresos por debajo del 100 % del nivel federal de pobreza.
Además, la CHCF advierte que las tasas de angustia psicológica grave reportadas por adolescentes y adultos de California aumentaron entre 2016 y 2019.
En esos años, la tasa de suicidios de California estuvo por debajo de la tasa nacional y del objetivo de Healthy People 2030, aunque las tasas variaron dentro del estado por género, raza/etnicidad y condado.
os latinos tenían las cifras más bajas de suicidios: 6%, a diferencia del 6.7% de personas aiasticas; 7.6 de afroamericanos y 15.7% de personas caucásicas.
En el reporte, se expuso que las dos terceras partes de adultos con una enfermedad mental y dos tercios de los adolescentes con episodios depresivos mayores no recibieron tratamiento.
Las personas encarceladas en California tienen altas tasas de enfermedades mentales. En 2019, el 30 % de las reclusas mujeres y el 20 % de la población carcelaria masculina recibieron tratamiento de salud mental.
Busca a su hijo
El 21 de diciembre de 2020, Dane Elkins desapareció misteriosamente y tres años después, su madre sigue buscándolo.
Dane tenía 20 años, Fue campeón nacional de ráquetbol y era un destacado estudiante de ingeniería en la Universidad de California en Santa Cruz.
Su madre, Deborah Elkins cuenta a La Opinión que, probablemente estaba angustiado cuando conducía su automóvil de sur a norte por el estado y sufrió un trastorno psicótico por el encierro durante la pandemia.
Dane, también tenía ideas paranoicas.
“Creía que el gobierno estaba persiguiendo”, dijo la señora Elkins.
Aquel día, el automóvil de Dane fue encontrado abandonado cerca de Magic Mountain. En el interior estaba su teléfono y su cartera.
Algunas pistas de su paradero no han concluido en su hallazgo: alguien dijo haberlo visto en Bakersfield, después en Mojave y en un restaurante Taco Bell de Oakdale, en el norte de California.
Dane también habla español y ha trabajado alguna vez en un restaurante.
“Yo llamo a la policía todo el tiempo, pero no contestan ni me dicen si está en la cárcel; él no ha tenido contacto con la ley en los últimos dos años, así que estoy realmente preocupada porque sufre de paranoia”, dijo la afligida madre.
“A las personas que sufren de paranoia no les gusta andar afuera, porque no quieren ser rastreadas…Yo quiero ayudarlo, pero no puedo encontrarlo”. Además, la policía no lo busca porque Dane ya es mayor de edad.
Cualquier información sobre el paradero de Dane Elkins, llamar al 562-504-6005