“Consumí alcohol y cocaína sin parar”: la triste historia de la joya inglesa Billy Kenny que se retiró a los 21 años
A los 19 años explotó como una joya del fútbol inglés y tres temporadas después se retiró y alejó de los deportes para siempre, sumergido en una fuerte adicción al alcohol y las drogas
El fútbol, como cualquier otro deporte o disciplina, exige concentración y disciplina, así como mucho sacrificio para lograr alcanzar el éxito. La implementación de estos valores se inculca desde las fuerzas básicas a niños y jóvenes que tengan el sueño de ser unos profesionales.
Pero no fue el caso de Billy Kenny, nombre desconocido para gran parte de la afición del fútbol y tan solo una pequeña parte de seguidores ingleses, específicamente de la ciudad de Liverpool, pudieran recordarlo.
Con tan solo 21 años, Kenny puso fin a una carrera de excesos e indisciplina, luego de ser considerada una joven promesa del club Everton. Sin embargo, para 1996 no estaba en forma para el fútbol y varias lesiones lo orillaron a retirarse de la práctica del fútbol.
Pero, ¿qué le pasó a Billy Kenny? El propio ex jugador, casi tres décadas después de despedirse del fútbol, lo reveló todo: alcohol y drogas.
En conversación con el diario inglés Liverpool Echo, contó que desde que debutó en la Selección sub-21 de Inglaterra y dio sus primeros como perla del fútbol británico, los excesos lo seducieron desde los camerinos, con sus compañeros.
“Bebí alcohol y consumí cocaína durante 25 años sin parar. Estoy sorprendido de estar vivo”
Billy Kenny
Narró que su primera experiencia con el alcohol fue al llegar al primer equipo del Everton, donde fue bautizado y lo indujeron a beberse una cerveza a forma de ritual.
“Nunca tomé una cerveza hasta que llegué al primer equipo, era como una norm. Me sentía que tenía que encajar en el equipo porque en ese momento era sólo un niño”, dijo.
Pero para Billy Kenny eso tan solo fue el comienzo del infierno, ya que la cocaína apareció luego y con ello, el abuso de sustancias químicas:
“Me levantaba, consumía, bebía dos días, tres días bebía, dos días de dormir, comer comida china y volver a lo mismo”
En la conversación admitió lo egoísta que fue con sus familiares y quienes lo rodeaban, inclusive con su carrera que de a poco tiró a la basura.
“Mi mayor arrepentimiento es lo que le hice a mis padres. A mi padre le encanta el fútbol, pero hubo un momento en que no podía salir de la casa. Dondequiera que iba le preguntaban ‘¿Billy está bien?'”, recalca en su relato Kenny.
Durante más de 25 años lastró con su adicción, pero la muerte de su madre fue un duro golpe en el que encontró la fuerza para finalmente luchar y vencer el vicio: “Estoy sobrio y eso es genial. Soy consciente de dónde me equivoqué cuando era más joven”.
Ahora con casi 50 años, Billy Kenny trata de llevar una vida normal y mantenerse sobrio.
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