Persecuciones policíacas que matan, atropellan y afectan a gente inocente

Miles de transeúntes o conductores que no tienen nada que ver con las persecuciones, terminan hospitalizados o en el cementerio

Police tape closes off a street as officers arrive on scene at Echo Park Lake in Los Angeles, March 24, 2021, ahead of a planned and announced cleanup of the encampment as part of an estimated half-million-dollar City of Los Angeles cleanup and repair effort. (Photo by Frederic J. BROWN / AFP) (Photo by FREDERIC J. BROWN/AFP via Getty Images)

Los oficiales del LAPD perseguían al automóvil robado cuando los sospechosos tuvieron un accidente. / Archivo Crédito: FREDERIC J. BROWN | AFP / Getty Images

Desde 1979, más de 5,000 personas inocentes han muerto a consecuencia de las persecuciones policiales en los Estados Unidos, según HG.org, uno de los sitios de recursos legales más grandes del mundo, que citó un estudio que decía que las persecuciones policiales son las actividades más peligrosas en la aplicación de la ley; desafortunadamente, la ciudad y el condado de Los Ángeles no son la excepción.

De hecho, en 2020, la Patrulla de Carreteras de California (CHP) registró más de 2,208 persecuciones policiales solamente en el condado de Los Ángeles, un promedio de seis persecuciones por día.

A este número de persecuciones en Los Ángeles que terminan constantemente en fuertes choques, le siguen los condados de Alameda (1,210), San Bernardino (940); San Diego (553); Riverside (586); Sacramento (548); Contra Costa (544); San Joaquín (472) y Kern (397).

En el incidente más reciente, la noche del miércoles 28 de marzo, cuatro personas hospitalizadas fueron el nuevo saldo de una persecución por parte de agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).

Las autoridades perseguían a un conductor que al final se estrelló con otro vehículo, a eso de las 9:00 p.m., en el 858 al sur de la calle Hope y Novena, según reportó el oficial Mike López del LAPD. El sospecho que escapaba fue arrestado en la escena.

Sin embargo, las calles y autopistas del Sur de California, mundialmente conocidas por las persecuciones policiacas a alta velocidad, no siempre terminan con individuos arrestados, sino también con personas lesionadas de por vida e incluso muertes de inocentes.

Muere un estudiante

El 16 de febrero en Reseda, al norte de Los Ángeles, Erick Barbosa-Guardado, de 19 años y estudiante de ingeniería civil en Cal State Northridge, falleció cuando su auto fue brutalmente embestido por un vehículo que era perseguido a alta velocidad y en el que viajaban dos hombres que eran buscados por robo armado.

Como este incidente y numerosos más, el  reporte televisivo ‘True Crime: On the Run’ (Crimen verdadero: en la fuga), ofrece una mirada profunda a la obsesión con las persecuciones policiales y lo que pasa, supuestamente, en la mente de todos los involucrados.

Estadísticamente, el informe indica que, tan solo en 2020, una de cada cuatro persecuciones en el condado de Los Ángeles terminó en choques violentos. Al menos una persona resultó lesionada y 15 murieron; algunos de ellos eran transeúntes inocentes.

Destaca también que las infracciones con el mayor común denominador para iniciar una persecución fueron: robo de automóvil o gran robo de auto.

Otras infracciones fueron el exceso de velocidad, infracciones generales de tránsito, sospecha de manejo bajo la influencia del alcohol o drogas (DUI), infracciones vehiculares como vidrios polarizados o exhibición inadecuada de placas, parabrisas obstruido, falta de luces, y otros.

Las violaciones a la ley que cometen los automovilistas que huyen, generalmente incluyen: conducir de manera imprudente, pasarse un semáforo en rojo, cambiar de carril de manera insegura, cruzar ilegalmente al carril de viaje compartido, bloquear el tráfico, conducir del lado equivocado y efectuar carreras de velocidad.

Incongruencia en los reportes

Agentes del LAPD han estado en el ojo del huracán, después de que se han visto involucrados en persecuciones a alta velocidad, como el acontecido en el sur centro de Los Ángeles, el 19 de agosto de 2022, donde fallecieron dos personas.

Matthew Sutton, el automovilista que perseguían chocó con otro automóvil y en ese accidente murieron dos personas: Janisha Harris, de 35 años, y Jaarea Keyes, de 38.

Harris y Keyes regresaban a casa después de su trabajo, cuando fueron embestidos en la Avenida Manchester y la Avenida Broadway.

Inicialmente, el LAPD dijo que no hubo persecución. Sin embargo, el propio informe de los agentes aseguraba que una patrulla perseguía al vehículo sospechoso en el momento del accidente.

Presión por el video

Najee Alí, un activista afroamericano y líder de derechos civiles, dijo a La Opinión que fue él quien presionó inicialmente para que el LAPD liberara el video de la persecución donde perdió la vida Harris y Keyes.

“Al principio dijeron que no hubo persecución; lo hicieron para liberarse de cualquier responsabilidad y que nadie los culpara del choque”, dijo Ali.

“Ellos nunca pensaron que pediríamos los videos” añadió. “No queríamos quedar ciegos ante lo que dicen las autoridades y demandamos pruebas”.

Al ver el video Sandra Green, madre de Keyes, una de las víctimas, expresó que “la policía de Los Ángeles tiene que pagar por esto. Ni siquiera podía dormir”.

A consecuencia de los hechos, el abogado Ben Crump, la abogada Jasmine Mines y representantes de las dos familias de las víctimas presentaron demandas por muerte errónea

Ante esta tragedia, el jefe del LAPD, Michel Moore determinó publicar el video del incidente, incluyendo la cámara de la patrulla y video de la cámara corporal de los oficiales involucrados en la persecución fatal.

De hecho, la cámara del tablero de la patrulla muestra que los agentes persiguieron al sospechoso, Michael Sutton,  por un minuto y 20 segundos, antes de que éste se pasara una luz roja y chocara con el automóvil donde viajaban Harris y Keyes.

Lesiones y muertes innecesarias

En 2017, un informe del gran jurado reportó que la policía del condado de Los Ángeles está causando “lesiones y muertes innecesarias a los transeúntes”, y que los agentes del orden público necesitan una mejor capacitación para reducir los riesgos de accidentes durante las persecuciones a alta velocidad.

Citando datos proporcionados por la Patrulla de Carreteras de California, el reporte encontró que el 17% de las persecuciones de automóviles que tuvieron lugar en el condado de Los Ángeles en un período de 12 meses a partir de octubre de 2015, terminaron en un choque que podría haber resultado en lesiones o muerte. Dos tercios de esas 421 persecuciones terminaron en un arresto.

Según la ley de California, al considerar una persecución, un agente debe sopesar el peligro que un sospechoso puede representar para el público si se le permite escapar, contrario al peligro que representa una persecución.

Los factores que pueden influir en perseguir o no a alguien, pueden incluir la hora del día, si es en un vecindario residencial o si hay una escuela cerca, la cantidad de peatones, la familiaridad de un oficial con el área y las condiciones climáticas y de las carreteras.

Pero los oficiales del orden público tienen que decidir en cuestión de segundos si perseguir o no a un vehículo.

Cada caso es distinto y es “muy complicado” responder qué es lo que pasa por la mente del agente antes de involucrarse en una persecución, indicaron las autoridades.

“Todo depende de cada situación, del tipo de crimen que se esté cometiendo o haya cometido un individuo antes de la persecución”, dijo a La Opinión, Al Labrada, jefe adjunto del LAPD.

“Pueden suceder muchas cosas, si el incidente es o no violento, o si es necesario utilizar el helicóptero que monitorea hacia donde se dirige un vehículo. Especialmente si lo hace a alta velocidad y pone en peligro la vida de otros”.

“Persecuciones que matan”,  una serie de tres entregas donde se abordan las consecuencias mortales de una persecución en la comunidad y la impunidad de las autoridades. El miércoles publicaremos la segunda parte: “Entre la vida y la muerte”. La historia de una madre latina que nunca llegó a un concierto y que hoy lucha por sobrevivir después de ser brutalmente impactada durante una persecución policíaca.

2da parte: Se dirigía a un concierto y terminó en estado vegetal en un hospital

3ra parte: Inmunidad e impunidad para las autoridades en los accidentes generados por una persecución

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