Inmunidad e impunidad para las autoridades en los accidentes generados por una persecución
Es casi imposible demandar civilmente a policías y agencias del orden por la muerte o por los accidentes que se dan a consecuencia de una persecución
“Nada ha cambiado desde 2002; ellos tienen carta abierta de inmunidad”, dijo Mark Priano, padre de Kristina “Kristie” Marie Elena Priano, la chica de 15 años que falleció en enero de 2002, cuando el miniván de la familia fue impactado por el SUV de otra adolescente, Jennifer Corron, quien era perseguida a alta velocidad por la policía de Chico, California.
Con ayuda del del exsenador estatal Sam Aanestad (R-Grass Valley), Mark Priano y su esposa Candy trataron que en California se establecieran pautas y procedimientos mínimos para las persecuciones policiales basadas en la Ley Kristie o SB 1866.
Los esposos Priano buscaron infructuosamente que agencias públicas del orden adoptaran e implementaran esas pautas mínimas, como condición para que obtuvieran inmunidad de responsabilidad por lesionar, o causar las muertes a terceros inocentes, como consecuencia de un sospechoso que huye de la policía. Tres veces fue presentado el proyecto de ley y las mismas ocasiones fue rechazado.
“Queríamos que la ley fuera más restrictiva, más no arreglaron nada”, dijo Mark Priano, ahora miembro de la junta directiva de PursuitSAFETY, la organización nacional que respalda las persecuciones de delincuentes violentos solo cuando la necesidad de detener a un sospechoso es tan grande que supera los peligros inherentes de la persecución en contra de personas inocentes, los mismos agentes de policía y cuando no hay otra forma de detener a los sospechosos.
Reemplazo a la Ley Kristie
La medida legislativa que competía con la Ley Kristie fue la ley SB 719 que promulgó el entonces gobernador, Arnold Schwarzenegger. Dicha ley, patrocinada por la Asociación de Investigación de Oficiales de Paz de California (PORAC) permite la inmunidad a policías que intervienen en persecuciones mortales o donde hay heridos.
“Este proyecto de ley reduciría la inmunidad disponible para las entidades públicas que emplean oficiales de paz (Departamentos de policía y CHP) cuando un tercero resulta herido o muere en una colisión con una persona que huye de la paz”, indica el texto de la ley.
Tales entidades del orden público serían inmunes solo si adoptaban y promulgaban una política para la conducción segura en persecuciones con vehículos motorizados y qué proporcionaran capacitación regular y periódica para sus oficiales con respecto a persecuciones seguras.
“Quisieron ponerle el nombre de Ley Kristie, pero nos negamos y retiramos nuestra propuesta de ley”, criticó Mark Priano.
“Con la ley que firmó Schwarzzenegger los policías obtuvieron un escudo de inmunidad, una carta abierta de inmunidad”, añadió. “Pero nuestro objetivo era proteger tanto a los agentes como a los ciudadanos que siguen siendo víctimas inocentes”.
Persecuciones se duplican
La ley SB 719 de Gloria Romero y Elaine Alquist supuestamente diseñada para reducir las persecuciones policíacas a alta velocidad.
En efecto, desde que entró en vigor, en julio de 2007, de casi 7,500 persecuciones en California las cifras disminuyeron a 5,000 en 2010.
Sin embargo, durante los siguientes años las persecuciones policiacas aumentaron en escalada: 8,554 en 2016; 9,342 en 2017; 9,128 en 2018; 8,822 en 2019 y11,650 en 2020, con un saldo de 128 muertos y 6,517 heridos solamente en esos cinco años.
Tras la aprobación de dicha ley, las persecuciones policiales y las muertes por las mismas disminuyeron, pero después de varios años comenzaron a aumentar nuevamente.
Un código vehicular que protege a agentes
“Definitivamente todos los cuerpos policiacos necesitan mayor entrenamiento sobre persecuciones”, destacó Lucas Aragón, quien forma parte de la organización PursuitSAFETY.
Su hermana Kimberly Aragón Núñez murió el abril de 2020, al ser impactada por un automóvil donde huía un ladrón de un banco, en Santa Fe, Nuevo México.
Lucas, quien reside ahora en Santa Fe Springs, California, dijo que “es horrible” que los oficiales que participan en las persecuciones no sean castigados por haber sido los causantes directos o indirectos de lesiones y muertes de inocentes.
“Lo que sucede es que, desde que se televisó la persecución de OJ Simpson, estos sucesos se convirtieron en una forma de entretenimiento”, en Los Ángeles y en toda California. “Mejor deberían revisar continuamente sus guías, regulaciones y la clase de entrenamiento que reciben”.
En la mayoría de los estados, los oficiales o departamentos son responsables, -al menos hasta cierto punto- cuando alguien demanda después de una persecución.
Sin embargo, California todavía tiene una de las protecciones de mayor alcance para los agentes del orden cuyas persecuciones matan o hieren a alguien.
En efecto, la sección 17004.7 del código de motores y vehículos de California establece que, en persecuciones por parte de agentes del orden público, la inmunidad provista se suma a cualquier otra provista por la ley.
La política de discreción para iniciar o no una persecución:
“una agencia que emplee agentes del orden público que adopte y promulgue una política escrita y proporcione capacitación regular y periódica sobre una base anual” para actividades vehiculares que cumplan con ciertos protocolos ‘es inmune a la responsabilidad por daños civiles por lesiones personales o muerte de cualquier persona o daños a la propiedad que resulten de la colisión de un vehículo operado por un infractor real o presunto [fugitivo] de la ley” que está siendo o fue perseguido por la policía.
Necesitamos nuevas políticas
“Hasta ahora no ha habido ningún legislador que se atreva a escribir un proyecto de ley que acabe totalmente con la inmunidad de los policías y proteger a los ciudadanos ante estas persecuciones temerarias”, dijo Najee Alí, activista político y social afroamericano.
“Ellos pueden librarse y continuarán involucrándose en persecuciones y muertes insensibles, porque no tenemos una ley que nos proteja a nosotros”.
Ali aseguró que las leyes en las calles de California “no valoran de igual manera la vida de inocentes latinos y afroamericanos, de la forma que lo hacen con la vida de los blancos”.
Enfatizó el activista que solamente hay que mirar que el 90% de los que mueren son de estas comunidades.
“El problema no es el jefe del LAPD (Michel Moore) sino sus oficiales a quienes no les interesa la seguridad del público, y, entonces necesitamos políticas que los hagan responsables cuando cometan fechorías”.
“Un trabajo donde nunca se gana”
En cuestión de segundos se debe decidir la seguridad para todos, informó un patrullero del LAPD que pidió no ser identificado, por no estar autorizado a emitir declaraciones a la prensa.
“Lo que se persigue primero como prioridad es la seguridad del público”, dijo el agente. “Para mí, no vale la pena perseguir un carro robado y poner al público en peligro”.
Añadió que “hay veces” que, además de ser un auto robado, a veces los drogadictos se roban un automóvil sin saber si hay personas adentro.
“Lo vimos en Long Beach, donde el sospechoso, que tenía una orden federal pendiente por violación de armas provocó una persecución peligrosa, manejaba en sentido contrario y en el interior del automóvil había un bebé”, explicó el agente a La Opinión.
En efecto, tras esta persecución donde nueve autos chocaron, una inocente mujer canadiense murió y nueve personas resultaron heridas, la noche del martes 28 de marzo. La persecución inició en Seal Beach después de una violación de tránsito y concluyó en Long Beach.
Según el Departamento de Policía de Seal Beach, la persecución se originó en la parada de tráfico de una pareja en un sedán Lexus plateado cerca de la intersección de 5th Street y Marina Drive.
Durante la parada de tráfico, el pasajero masculino cambió de lado con la mujer detrás del volante y huyó con el bebé dentro del vehículo hasta el fatal desenlace.
“Para mí, ser policía es un trabajo de nunca ganar con la gente”, dijo el oficial. “Si agarras a los que quieren huir y pelean con uno, si el sospechoso resulta herido o muere, tú tienes la culpa; pero si no lo atrapas, entonces dicen que la policía no sirve para nada”.
Datos del 2020
Utilizando los datos de 2020 ingresados en el Sistema de Informes de Persecuciones, a partir del 7 de mayo de 2021, se informó a la Patrulla de Carreteras de California (CHP) un total de 11,650 persecuciones policiales durante 2020.
En todo el estado, la mayoría de las infracciones iniciadas antes de una persecución involucraron exceso de velocidad, vehículos robados, infracciones de matrícula y desobediencia a los dispositivos de control de tráfico en una intersección.
Aunque se iniciaron muchas persecuciones durante paradas de tráfico por infracciones, muchos de los sospechosos capturados fueron acusados de delitos graves y delitos menores.
Además de evadir el arresto, los seis delitos principales informados como los delitos más graves imputados al momento de la aprehensión fueron: robo de vehículos, conducir bajo la influencia, conductor suspendido/sin licencia, resistencia al arresto, asalto con un arma mortal y delincuente en posesión de un arma de fuego.
En aproximadamente el 43% de todas las detenciones relacionadas con persecución en 2020, el cargo más grave provino de este grupo de seis delitos y la a mayoría de las actividades terminaron rápidamente, con un 73%terminando dentro de los primeros cinco minutos y las primeras cinco millas de iniciación.
La razón más común para la terminación de una persecución fue que la policía abortó la persecución debido a la seguridad pública, lo que ocurrió en el 28% de todas las persecuciones.
Las actividades en todo el estado en 2020 aumentaron a 11,650, un aumento del 32% desde 2019.
“Persecuciones que matan”, una serie de tres entregas donde se abordan las consecuencias mortales de una persecución y la impunidad de las autoridades. El día de hoy “Impunidad policíaca” fue la última de la serie.
1ra parte: Persecuciones policíacas que matan, atropellan y afectan a gente inocente
2da parte: Se dirigía a un concierto y terminó en estado vegetal en un hospital