Voto traería cambio a Huntington Park
Campaña para remover a los concejales se lleva a urnas electorales
Con las sombras de una campaña en la que sus ciudadanos pedían la remoción de su alcalde y vicealcaldesa, los residentes de Huntington Park se preparan para llevar a cabo mediante el voto lo que no pudieron hacer mediante presión.
El próximo 5 de marzo, los ciudadanos de Huntington Park ejercerán su derecho al voto para reelegir al alcalde Andy Molina y a la vicealcaldesa Elba Guerrero o elegir a sus reemplazantes, Valentín Palos Amezquita y Karina Macías, en una contienda que ha continuado en forma pacífica después de los dos intentos llevados a cabo por miembros de la comunidad para destituir al alcalde y vicealcaldesa, junto con los otros tres miembros del concejo. La misma ha sido dejada atrás por los momentos y no se vislumbra un posible reinicio de esa campaña en los próximos meses.
Huntington Park es una ciudad de poco más de 3 millas cuadradas, rodeada de algunas ciudades que han enfrentado graves problemas —como Bell, donde sus dirigentes políticos enfrentan juicio por malversación de fondos—. De acuerdo con el censo de 2010, su población total es de 58,514 personas, de las cuales el 97,1 por ciento es de origen latino.
Como toda ciudad del condado de Los Ángeles, posee un amplio corredor comercial —a los largo de la Avenida Pacific— en donde tiendas con letreros en español anuncian su mercancía, en una área que hasta mediados de los 90 predominaba la población de otros orígenes étnicos, especialmente los blancos. Industrias ubicadas en las ciudades de Vernon y Commerce, contribuyen con los empleos para un porcentaje de la población en edad laboral de esa ciudad.
“Uno de los aspectos únicos que nos gusta promover es el hecho de que tenemos vendedores en nuestro distrito del centro de la ciudad que se especializa en servicios y mercancías hispanas tales como panaderías, diseñadores de vestidos de quinceañeras, restaurantes y comida típica”, dijo el alcalde Molina, refiriéndose a uno de los rasgos comerciales que más se observan en la ciudad.
Pero, también como cualquier ciudad pequeña o grande, enfrenta problemas a los cuales los actuales concejales o los candidatos a elegir deberán buscar soluciones inmediatas o a largo plazo. Uno de los que más se han quejado sus residentes es el pago de impuestos a la propiedad más altos que en otras ciudades, los cuales consideran un golpe económico muy fuerte a una comunidad con ingresos modestos.
“Somos una ciudad de hispanos. La mayoría de las personas que viven aquí perciben ingresos muy modestos y la ironía es que pagamos más. Pagamos más impuestos de propiedad que Downey, pagamos más en la factura del agua”, señala el candidato Valentín Palos Amezquita.
“En una ciudad en que la gente no tiene tanto poder adquisitivo, es injusto e irónico que los mismos lideres no se preocupen ante esa realidad”, dijo Palos Amezquita, quien considera que su experiencia de 25 años en el área técnica y administrativa podría ser de mucha utilidad en la resolución de ese problema que inquieta a los residentes de esa ciudad.
Otra de las inquietudes que preocupa a los residentes es el manejo del presupuesto de la ciudad, ya que con el reciente aumento de la tarifa del agua, aunado a los altos impuestos a la propiedad y a los negocios, consideran que la ciudad percibe mucho dinero que no justifica el déficit en el que se encuentra actualmente.
“La gente quiere saber qué se está haciendo con ese dinero y yo quisiera saber también que se hace con ese dinero, porqué salen los déficits, porque el dinero de la ciudad no está balanceado y hay un déficit de por lo menos 4 millones de dólares”, dijo Karina Macías, candidata a un cargo en el Concejo.
Por su parte, la vicealcaldesa Guerrero cree que los miembros del concejo han “sido buenos administradores en el manejo de las finanzas de la ciudad y hemos sido muy prudentes desde el punto de vista financiero. Durante los últimos tres años hemos logrado mantener en funcionamiento los servicios de la ciudad, hemos mejorado muchos de ellos y hemos logrado disminuir el déficit en forma considerable”, dijo, especificando que a su llegada, la ciudad tenía un déficit de 9 millones de dólares pero que a su vez poseía un excedente por la misma cantidad.
Con respecto al presupuesto, Molina destacó que, como ciudad pequeña, “tenemos retos en los que debemos enfocarnos continuamente. Esperamos balancear nuestro presupuesto, algo que estamos cerca de lograr”, dijo Molina, resaltando el esfuerzo que las autoridades municipales han realizado para atraer más negocios a la ciudad.
Tanto Molina como Guerrero se sienten optimistas sobre el futuro de Huntington Park. “Nuestros planes incluyen un agresivo plan de desarrollo comercial para motivar tanto a los negocios como a los consumidores para que vengan a nuestra a comprar, jugar, vivir y crear oportunidades de empleo”, dijo Guerrero.