Familiares de una madre inmigrante piden justicia
Blanca Arcelia Guerrero de 76 años fue arrollada por un autobús escolar en La Puente y falleció instantáneamente
Alex James Guerrero y Hazel Diane Guerrero, Yvonne Janet Torres y Sandy Jacqueline Medrano son cuatro de los ellos seis hijos de Blanca Arcelia Guerrero, su madre que pereció al ser atropellada intempestivamente por un autobús escolar, , mientras cruzaba una intersección en la ciudad de La Puente.
Los cuatro no pueden contener el llanto al recordar a la mujer que les dio la vida y, que al quedarse sola después de un divorcio, los sacó adelante a todos ellos.
“Mi madre fue muy especial para nosotros”, dijo Alex. “Fue una persona muy querida, a quien le gustaba unir a la familia. Esa era su vida, y nos duele mucho haberla perdido”.
El 8 de mayo, la señora Guerrero fue atropellada por un autobús del Distrito Escolar Unificado de La Puente. Presuntamente ella tenía el derecho de paso, y, debido al impacto, murió instantáneamente.
Los hechos ocurrieron en una intersección de cinco puntos, entre el bulevar Hacienda y la avenida Fairgrove, en la ciudad de La Puente.
De acuerdo con un informe preliminar de la Patrulla de Caminos de California (CHP). Ella caminaba hacia el norte por la avenida Unruh, justo al sur de la avenida Fairgrove, cuando fue impactada por el autobús escolar.
Ahora la familia ha entablado una demanda civil por muerte errónea. Ella dejó en la orfandad a seis hijos adultos y 10 nietos.
Alex Guerrero describió que él y su difunta madre salían a las calles a predicar. Son Testigos de Jehová y enseñaban versículos de su Biblia a personas que tenían diferentes problemas.
“La felicidad de mi madre era enseñar la palabra de Dios”, dijo Guerrero.
Escuchándole, a su costado, sus hermanas Yvonne, Hazel y Sandy no pararon de llorar.
“MI mamá tenía un gran corazón; estaba llena de vida y siempre dedicó su vida a sus hijos”, dijo Yvonne Torres. “Cuando uno pierde a un ser querido, es doloroso, pero cuando sucede de manera trágica el dolor se vuelve insoportable”.
Christopher Adamsom, abogado de la familia declaró a La Opinión que el reporte policiaco aún está incompleto, porque en estos casos toma mucho tiempo la investigación, liderada por la Patrulla de Caminos de California (CHP).
Adamsom dio a conocer que la señora Guerrero cruzaba la calle dentro de la intersección marcada para peatones.
La demanda de muerte por negligencia contra el Distrito Escolar Unificado de La Puente incluye, además, a Leticia Zabala, la conductora del autobús que le arrancó la vida a la mujer de la tercera edad.
De acuerdo con el abogado, el día del accidente, en el autobús viajaban estudiantes. Ninguno resultó herido.
Con los recuerdos a flor de piel, Yvonne Janet Torres dijo sentirse “con un vacío en el alma que nada lo puede llenar”.
“Ninguno de nosotros pudo despedirse de mi mama, darle un abrazo ni pudimos siquiera tocar su mano”, dijo. “Ha pasado el tiempo, y todavía no podemos creer lo que sucedió”.
La señora Blanca Arcelia vivía sola, en un pequeño departamento, cercano a la escena de la tragedia, ocurrida a eso de las 2:30 de la tarde del 8 de mayo.
Antes había ido a almorzar con su hija, Hazel, y salió a caminar. Sus caminatas eran normales porque sufría de diabetes y hacia ejercicio. No quería tomar tanta medicina.
“Cuando Hazel me llamó para decirme que mi mamá había muerto, le colgué el teléfono, porque pensaba que se trataba de un fraude y me querían robar dinero”, relató Sandy. “Pensé que lo que me había escuchado dicho no era real y le regresé la llamada”.
Confirmó lo sucedido. Eran alrededor de las 9:00 de la noche. Pensó que era imposible, su madre no podría andar en la calle, y menos a esas horas.
Sin embargo, comprobó que la información recibida era cierta.
En la demanda presentada ante la corte superior del condado de Los Ángeles, se alega que el distrito escolar y quienes resulten responsables por la muerte de Blanca Arcelia Guerrero “tenían un deber como transportista a utilizar el mayor cuidado y la vigilancia cautelosa de una persona [que cruza una calle]”, y actuaron de forma “negligente, imprudente y descuidadamente”.
Autoridades del Distrito Escolar Unificado de La Puente no respondieron al llamado de una declaración para La Opinión, con relación al accidente mortal.
Después de la pérdida de su madre, Hazel Guerrero todavía recuerda el regano y el golpe que le dio en la cara su progenitora, cuando apenas había cumplido los 18 años y decidió irse de la casa para vivir con su novio.
“MI mamá me dijo que estaba cometiendo un error grave, y tenía razón”, recuerda. “A los 21 años ella me trajo de nuevo a su hogar, junto con mi hijo. Mi mamá, aparte de darte tus regañadas, era una mujer sabia, que siempre encontraba las palabras para hablarte y darte consuelo; por eso pedimos justicia”.
Los restos mortales de Blanca Arcelia Guerrero reposan desde el 27 de mayo en el cementerio Oakdale, en la ciudad de Glendora.