Familias latinas se sienten ignoradas por la alcaldesa Karen Bass
Afectados por la explosión errática de fuegos pirotécnicos hace dos años por agentes del LAPD protestan de madrugada frente a la casa de la funcionaria
Decenas de personas latinas volvieron a protestar en contra de la alcaldesa Karen Bass, a quien acusan de ignorar su demanda de recibirlos personalmente, para exigirle que, después de más de dos años de espera, la ciudad arregle sus casas que fueron destruidas por la explosión errada de fuegos pirotécnicos, por parte de agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles.
De madrugada, los manifestantes se apostaron frente a las rejas de la mansión en Hancock Park, donde esperaron sin éxito a que Bass saliera a hablar con ellos.
Los manifestantes no han recibido ninguna respuesta concreta de la alcaldía a numerosos escritos que le enviaron a Bass vía electrónica o entregados en persona en sus oficinas en el ayuntamiento.
“No hay de otra, si no arreglan nuestras casas, vamos a terminar viviendo en las calles”, dijo Leticia Ruiz, una vendedora de juguetes que vivía en el 2702 de la calle 27, donde ocurrió la explosión, el 30 de junio de 2021, poco antes de las 7:00 de la noche.
“Aquel día, en menos de un minuto nuestra vida cambió para siempre”, añadió la mujer originaria de Cuernavaca, Morelos, quien tenía siete años viviendo en ese barrio del sur centro de Los Ángeles. “Todo lo que tenía se echó a perder”.
En el vecindario de las calles 27th y San Pedro, un escuadrón antibombas del LAPD detonó casi 40 libras la pirotecnia ilegal más volátil y peligrosa en el vecindario densamente poblado.
A Arturo Ceja III, quien planeaba revender los fuegos artificiales traídos de Nevada a California le habían confiscado unas 5,000 libras de fuegos artificiales. En octubre de 2022, fue sentenciado a cinco meses de prisión federal.
El estruendo, además de herir a ocho policías y 18 civiles, un agente de la ATF, dañó estructuralmente 22 casas, 13 negocios y 37 automóviles y camiones, según el reporte de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF).
Pensamientos suicidas
En la protesta contra la alcaldesa Karen Bass se encontraban los esposos Benjamín Sotelo, mexicano y Laura Bonilla, de San Miguel, El Salvador, quienes se quejaron de haber sido desdeñados por la funcionaria de gobierno desde que asumió el mando en la alcaldía.
“Queremos que arreglen la casa donde vivimos por años”, dijo Laura, quien, junto con su esposo se dedicaban a la venta de colchas, sabanas, ropa y zapatos, y han tenido pérdidas económicas que rebasan los $50,000.
“La mercancía la habíamos guardado en cajas, pero con el sol y la lluvia, todo se arruinó”, dijo Benjamín. “Las reparaciones que habían hecho eran falsas y la ciudad tuvo que volver a arreglar las cosas, pero hasta ahora no acaban”.
Además, Laura Bonilla reveló que su hijo Víktor, quien cumplió 12 años en el día de la protesta ha tenido pensamientos suicidas, como secuela de la explosión y desde hace seis meses está recibiendo terapia psicológica.
“¿Por qué no me morí el día de la explosión? Es horrible estar viviendo en un hotel”, son las presuntas frases que encendieron la voz de alarma en la familia.
“En la casa donde vivíamos los niños tenían sus bicicletas y salían al patio a jugar, y en el hotel, aunque es bonito, no es un hogar para la familia”, dijo Bonilla, a La Opinión.
El estallido de los fuegos pirotécnicos en 2021 desplazó a casi un centenar de personas, y decenas no han podido regresar a lo que algún día fue su vivienda.
Los daños superaron un millón de dólares y de acuerdo con la oficina del concejal Curren Price Jr., al 20 de septiembre, un total de 13 familias siguen viviendo en cuartos de hotel pagados por la ciudad. Los Ángeles ha pagado $4 millones por dicho alojamiento.
“A todas las victimas afectadas se les ha ofrecido una variedad de servicios, que incluyen apoyo financiero, apoyo mental y social, vivienda y reparaciones en el hogar”, dijo en una declaración enviada a La Opinión, el concejal del Distrito 9, Curren Price Jr.
“El concejal Price ha participado activamente desde el principio esforzándose por ayudar a las personas y sus familias a encontrar el mejor camino a seguir, ya sea que implique regresar a la calle 27 o buscar vivienda en otro lugar”, añade la declaración.
El ofrecimiento de ayuda para las familias que aun residen en el hotel incluye a All Peoples Community Center, HOPICS, Watt Labor Community Action Committee y OPC (profesionales de reubicación).
Silencio de la alcaldesa
¡Alcaldesa, escucha. ¡Estamos en la lucha!, gritaron los manifestantes que caminaron por el frente de la casa de Karen Bass y añadieron: “¿Qué queremos? ¡Que nos arreglen nuestras casas!”.
Liderados por Ron Góchez, de Unión del Barrio dijo a La Opinión que hace una semana le advirtieron a la alcaldesa que irían a manifestarse frente a su hogar si no respondía al pedido de una cita con ellos.
“Ya es demasiada falta de respeto por las familias”, dijo el activista. “Es casi una burla”.
Góchez lamentó que los vecinos de Bass hayan sido despertados de madrugada con el ruido de la manifestación.
“Espero que nos comprendan y se enteren de la inacción de la alcaldesa Bass para con las familias latinas”, dijo. “Si les hubieran puesto la bomba en este vecindario, hubieran actuado de inmediato”.
El activista y las familias aseguraron que no se darán por vencidos y que harán todas las visitas que sean necesarias a la mansión donde vive la alcaldesa.
“Ella [Karen Bass] se puede esconder en sus oficinas, pero no en su casa”, indicó. “Las familias están peleando por lo correcto y no estamos preguntando que arreglen sus casas, sino que se lo estamos demandando”.
Minerva Velázquez, quien vivió por cuatro décadas en la calle 27 con su esposo Hilario y sus cuatro hijos, denuncio que la vida en el hotel donde está refugiándose “es estresante”.
“No hay nada como que uno esté en su casa, donde puede vivir a gusto y en libertad”, subrayó la mujer poblana, de 62 años.
De hecho, su hija Nereida abandonó el hotel donde se hospedaba. No aguantó las amenazas de que todos serían echados a la calle, por parte de la administración.
“No entiendo como la alcaldesa Karen Bass no quiere arreglar el problema de las familias latinas, pero no dudó ni tantito para darle un aumento del 20% a todos los policías, incluyendo a los que son responsables de la explosión”, dijo Nereida Velázquez.
La oficina de Karen Bass fue cuestionada sobre los motivos del por qué no se quiere reunir personalmente con las familias latinas y al cierre de esta edición su personal no había contestado a La Opinión.
- La tragedia en cifras actuales:
Al menos 30 familias fueron desplazadas, según los reportes iniciales de la explosión. Algunas personas pudieron haberse quedado con familiares o amigos después de la tragedia. - 13 habitaciones de hotel siguen ocupadas por familias
- 13 familias de inquilinos han sido reubicadas
- Una familia firmó un contrato de arrendamiento y está en proceso de irse del hotel Level.
- Dos familias están dispuestas a reubicarse y están en conversaciones con profesionales de reubicación y Watt Labor Community Action Committee
Cuatro familias han rechazado la asistencia de reubicación, aunque sus unidades están reparadas y han sido declaradas habitables. - Cuatro familias han rechazado la asistencia de reubicación.
- Entre los propietarios de casas, cuatro familias permanecen en el hotel y actualmente tienen una demanda pendiente contra la ciudad.
- A esas familias se les ofrecieron servicios de reparación similares a los realizados en la propiedad marcada con el número 712 de la calle 27, que fue completamente renovada, pero rechazaron la ayuda.
- 13 viviendas han sido reparadas y renovadas totalmente
De las familias que siguen viviendo en el hotel, cuatro propiedades multifamiliares siguen sin repararse.
Fuente: Oficina del concejal Curren Price Jr.
Respuestas de la alcaldesa Bass
¿La alcaldesa Bass está dispuesta a reunirse con ellos? ¿De qué dependería atenderlos o no?
Nuestra oficina ya se ha comunicado para programar una reunió. El personal superior se reunió con representantes de los residentes afectados a principios de este mes y continuará trabajando con la Oficina del Consejo y los Departamentos de la Ciudad para ayudar a los afectados. Algunos de los residentes afectados tienen demandas pendientes contra la Ciudad, y como este litigio está en curso, limita la capacidad de la oficina de la alcaldesa para interactuar con los residentes.
¿Le molesta que vayan a manifestarse frente a su casa?
La alcaldesa cree que los angelinos tienen derecho a expresar sus frustraciones. Es comprensible que estas familias que están experimentando una situación difícil, sin culpa propia, quieran ser escuchadas.
¿Cuándo tendrán justicia estas familias que perdieron todo, después de la explosión de los fuegos pirotécnicos?
Este incidente ocurrió antes de que de la alcaldesa Bass asumiera el cargo. Inmediatamente después de la gran explosión de fuegos artificiales, numerosas agencias municipales y socios sin fines de lucro se acercaron para ayudar a todos los afectados por la tragedia. Sus esfuerzos incluyeron vivienda y realojamiento, limpieza y reparaciones, asegurar la propiedad privada y procesar cientos de reclamos por daños. El trabajo continúa.
Hablaron de que la alcaldesa está luchando por acabar con la indigencia en Los Ángeles, ¿Podría ella asegurar a estas familias que ellos no terminarán en la calle?
La alcaldesa está comprometido a enfrentar urgentemente la falta de vivienda no solo albergando a las personas, sino también evitando que las personas caigan en la falta de vivienda, en primer lugar. Su equipo continúa coordinando con los socios para ayudar a las familias afectadas.