Gil Cedillo: ‘El escándalo del audio fue fabricado para desempoderar a la comunidad latina’
'Los autores intelectuales son quienes se beneficiaron de la cultura de la cancelación que pretendió anularnos y borrarnos del mapa político', dice
A un año del escándalo generado por el audio, grabado ilegalmente, de una conversación privada en la que se escucharon comentarios racistas, el exconcejal de Los Ángeles, Gil Cedillo asegura que se trató de una maniobra orquestada por una agenda política para desempoderar a la comunidad latina y eliminar de un solo golpe a tres latinos en el Concejo y a un poderoso líder sindical latino.
“Este es el momento en el que tenemos que corregir la narrativa y darle su justa proporción. A nuestra comunidad no le importa lo que se dijo porque ellos entienden el español, nuestra cultura y conocen la historia. No podemos dejar esto así, por eso interpuse una demanda”, dice Cedillo en entrevista exclusiva con La Opinión.
El viernes 6 de octubre, el también exasambleísta y exsenador de California entabló una demanda contra la Federación del Trabajo del Condado de Los Ángeles, Santos León y Karla Vásquez, extrabajadores de dicha unión sindical por la grabación ilegal de la conversación privada en octubre de 2021.
Cedillo explica que la presentó el último día permitido por la ley para demandar, motivado por la falta de acción de las autoridades para arrestar a los responsables del audio grabado secretamente.
“Fuimos atrapados por una mafia; y los medios y la sociedad arrastrados por una mafia conducida por el LA Times que nos llamaban racistas todo el día. En 21 días publicaron 100 historias atacándonos. Hasta los reporteros de deportes y cultura estaban escribiendo sobre nosotros. Fue Orwelliano.
“Lo que sucedió fue que como el Times es visto como una fuente informativa creíble, sus historias eran reproducidas por Spectrum, NBC y Telemundo, y todos estaban repitiendo lo que ellos decían, y dando por hecho todo lo que publicaban”.
Orwelliano es una situación descrita por el novelista inglés George Orwell como destructiva y brutal de control y desinformación.
“Dejé de ver la televisión, de leer el periódico. Me desconecté del Internet. Leí entre cinco o seis libros sobre la histeria generada por las mafias, la cultura de la cancelación y las persecuciones para entender toda la avalancha que se había venido contra nosotros”.
La narrativa
El exconcejal Gil Cedillo, el concejal Kevin de León y Nury Martínez, entonces presidenta de Concejo de Los Ángeles fueron protagonistas de un escándalo político en octubre del año pasado, al salir a la luz pública un audio grabado ilegalmente en las instalaciones de la Federación del Condado de Los Ángeles de una conversación privada entre ellos y Ron Herrera en la que también participó el líder sindical Herrera; y en la que se escucharon comentarios ofensivos.
Nury Martínez y Ron Herrera renunciaron a sus cargos días después de la filtración. Kevin de León no renunció y se mantuvo en su asiento en el Concejo, pese a una fuerte presión de sus compañeros del Concejo que le exigían la renuncia un día si y otro también, mientras que Cedillo tampoco renunció y se mantuvo hasta finales de noviembre de 2022 cuando terminó su periodo como concejal.
En la entrevista con La Opinión, Cedillo dice que es tiempo de hablar y corregir la narrativa.
“Es importante que la gente sepa que la hija del dueño del LA Times, Nika Soon-Shiong es parte de los Democratic Socialist of America (DSA) a donde pertenecen los concejales Eunisses Hernández, Nithya Raman y Hugo Soto-Martínez”.
De acuerdo a Cedillo, el DSA tiene como 200 activistas en Los Ángeles, a quienes describe como niños, hijos de ricos herederos con su futuro asegurado en fideicomisos como la propia Soon-Shiong, y solo tienen como cinco personas de color, Hernández, Raman, Soto y otros como Isaac Bryant.
El artículo Tensions rise between the LA Times and its billionaire owner publicado en Político el 18 de septiembre de 2022, expone que los propietarios, entre ellos, la hija Nika Soon-Shion de 29 años, estaban ocasionando tensión en el personal por involucrarse en la cobertura y en los respaldos, con sus puntos de vista políticos y activismo.
A Gil Cedillo, Nury Martínez y Kevin de León los señalan como parte de la corrupción del Ayuntamiento de Los Ángeles. ¿Cuál es su opinión?
“Eso es una distorsión, una mentira. Eso es un fraude. Yo le cuestioné a la reportera del Times, por qué ponían mi foto junto a la de concejales declarados culpables de crímenes federales. Yo no hice ningún comentario racista. Yo no dije nada. Quita eso de tu historia, le pedí. Me respondió que tenía que escribir una carta.
“Es momento de dar un paso atrás y corregir la narrativa. La historia de un escándalo que fue manufacturada y no es auténtica”.
Y recalca que el fenómeno fue impulsado por la agenda política de la hija del dueño del LA Times. “Hay periodistas de ese medio a quienes respeto, pero a muchos de ellos les dieron la asignación diaria de escribir historias fuera de proporción y de la realidad sobre nosotros”.
Al exconcejal Cedillo no le queda duda de que el escándalo del audio es un esfuerzo por eliminar a los mexicanos, mexicoamericanos y a los chicanos; y hacerlos ver como léperos.
“Esto es muy peligroso para una persona involucrada en la vida pública, cuando la verdad, lo que importa es que fuimos grabados ilegalmente. Cada persona tiene el derecho de platicar en privado en su casa, en un salón de juntas o en público”.
Enfatiza que no podemos ser espías unos de otros buscando la corrección y ser policías del lenguaje
Por eso recalca que es importante corregir la narrativa.
“Por nosotros cuatro, por mi familia y sobre todo por la comunidad”.
Dice que la Primera Enmienda te da el derecho constitucional a la libertad de asociación, a los periodistas de escribir historias, tener fuentes sin revelar sus nombres y a una conversación privada.
“Quienes abrazaron esta narrativa están más molestos con Cedillo que con Mark Ridley-Thomas y con los otros concejales condenados a prisión”.
Cedillo dice que al tratar de eliminarlo, están pretendiendo borrar todo el movimiento entero por las licencias de manejo para los inmigrantes y el Dream Act que otorga becas y ayuda financiera a los estudiantes indocumentados para ir a la universidad, por los que luchó durante décadas y años.
“Quieren eliminar el trabajo que hicimos para crear en el Ayuntamiento, la Oficina de Inmigrantes y todo el esfuerzo para continuar ayudando a los inmigrantes en la nación como ahora que está aconsejando a la gente de Idaho para que obtengan licencias para los indocumentados”.
Recientemente en marzo, dice, ganaron las licencias de manejo en Minnesota.
“Es por esto que necesitamos cambiar la narrativa y que se arresten, se procesen bajo la ley y se haga responsables a quienes cometieron un crimen contra nosotros, grabarnos de manera ilegal”.
Cedillo dice que el enfoque de la demanda es determinar quiénes son los actores y los criminales.
“Los autores intelectuales se revelarán a sí mismos conforme avancemos. Claramente alguien explotó el audio. El Times manejado por un miembro de los Demócratas Socialistas de América ordenó que se publicaran 100 historias en tres semanas para culparnos. Se han escrito más historias de nosotros que de George Floyd o de la Toma del Capitolio de Washington”.
¿Antiafromericanos?
Cedillo dice que poca gente ha sido más pro comunidad afroamericana que él.
“He tenido reuniones privadas con Angela Davis, Stokely Carmichael y otros prominentes afroamericanos.
“Crecí en una comunidad diversa. Ya como profesional estuve en la Rainbow Coalition (un movimiento multicultural antiracista). Soy quien trabajaba frecuentemente con el reverendo Jesse Jackson y lo traje a Los Ángeles. Y ahí estuve con Barack Obama. Y soy quien dirigió el más grande sindicato en el condado de Los Ángeles, formado predominantemente por trabajadores afroamericanos”.
Y agrega que en febrero de 2002, organizó la gala de unidad donde tuvo a todos los líderes afroamericanos, Jackson, Ridley-Thomas, Bernie Parks.
“Así que no hay hechos para que me digan que soy un racista antiafroamericano”.
Cedillo subraya que él tiene una larga historia de convivencia con la comunidad afroamericana desde que jugaba fútbol americano.
“Danilo Lozano, afroamericano de Cuba, el jugador de fútbol americano que ganó el Heisman Trophy, Mike Garrett y mi amigo personal Lynn Caine, exjugador de fútbol profesional con Los Halcones de Atlanta me llamaron para darme su apoyo durante el escándalo porque me conocen”.
La conspiración y la renuncia
¿Se les acusa de ser parte de una gran conspiración para disminuir y acabar con el poder político de la comunidad afroamericana?
“Somos casi 50% contra el 7% de los afroamericanos. Mark Ridley-Thomas estaba molesto diciendo que quería equidad en la contratación de ingenieros. Yo también quiero eso. El 7% debe ser afroamericanos y el 50% mexicanos. Nosotros sabemos cómo construir: construimos las pirámides; inventamos el número cero”.
Cedillo dice que a pesar de que algunos líderes se unieron para pedir su renuncia, no lo hizo porque su trabajo, su historia y sus relaciones lo sostienen.
“Rechacé renunciar porque conozco la mentalidad mafiosa y la cultura de la cancelación. Tú debes platicar con Alex Padilla, Antonio Villaraigosa y María Elena Durazo quienes encabezaron una cruzada para pedir nuestra renuncia”.
Y cuestiona: quién se iba a poner en contra de una orden dada por un senador de Estados Unidos, que representa al estado más importante y grande de la nación.
¿Ha sido este escándalo, el momento más triste de su carrera política?
“El momento más duro en la política y en mi vida fue cuando mi esposa se enfermó de cáncer; y me despidieron de los sindicatos, me quedé desempleado y sin seguro médico. No hay nada peor que ver morir a mi esposa. El escándalo es solo política, pero tengo de mi lado a mi familia, a mis amigos y a la comunidad”.
¿Tuvo miedo de salir a la calle durante el escándalo?
“Soy de Boyle Heights. No soy estúpido. Yo vivo en un edificio con seguridad, pero aún así se metieron y me estuvieron tumbando la puerta los que pedían mi renuncia. Yo me había ido a vivir a otra casa que tengo, pero la persona que me ayuda en la limpieza me habló preocupada al escuchar los fuertes golpes, le dije que no abriera y no hiciera caso”.
Sin embargo, Cedillo recuerda que esta no fue la primera vez que fue objeto de acoso, durante los años que luchó por las licencias de manejo para los inmigrantes, asegura que recibía cajas de correos con mensajes llenos de odio y amenazas de muerte.
Las comparaciones
Cedillo puntualiza que es engañoso y equivocado que pongan a Kevin, Nury y a él al lado del concejal convicto Mith Englander o de los ya declarados culpables como Ridley-Thomas o José Huizar.
“Nosotros no rompimos ninguna ley. Ellos quebraron leyes. No les gustaba el lenguaje colorido de la presidenta del Concejo, pues bastaba con que no la invitaran a sus comidas”.
Y señala que personajes como el excongresista John Burton y John Sweeney, presidente emérito del sindicato AFL-CIO usaban el mismo tipo de lenguaje que Nury.
“Yo le dije a Padilla que una vez Jesse Jackson dijo algo considerado peyorativo para los judíos en Nueva York; y en un discurso en San Francisco, declaró que no era perfecto y que sus palabras no reflejaban sus valores. Y yo le pedí que usará el ejemplo de Jackson para decir ‘ellos (Kevin, Cedillo y Nury) se equivocaron, cometieron un error y no son perfectos. Le dije que tenía que darle un sentido de balance y proporcionalidad al asunto”.
Pero también le recordó que Nury había hablado de manera franca toda su vida. “Ella es como un macho, pero así es la política. Ella no ha dicho nada que tú nunca le hayas escuchado antes”.
Es evidente, dice Cedillo que Padilla no escuchó su consejo, pues tras esa plática pidió su renuncia.
“Lo lamento porque Padilla y Nury estuvieron siempre unidos, y yo admiraba esa unión. Padilla, Nury, Luz, Felipe, Raúl Bocanegra y Tony Cárdenas eran un solo grupo. Lo más triste de todo, es que Nury consiguió que fueran electos. Ella hizo el trabajo duro de las campañas que ellos ganaron. Ella fue una pieza central de lo que son hoy, y la dejaron abandonada, tirada al otro lado de la autopista”.
Y agrega que él no es quien para defender a Nury.
“Pero te voy a decir una cosa; en todos los años que ella fue presidenta, en todas las juntas, no faltaba alguien de entre los asistentes que le gritara palabras muy ofensivas. En cada junta le lanzaba insultos sobre su apariencia, su cuerpo, su cabello, lo que fuera. Ninguno de los concejales que pidieron su renuncia, se paró en esas juntas a pedir respeto para Nury”.
Y completa que el mismo tipo que golpeó a Kevin, le decía cosas al concejal Marqueece Harris-Dawson y a otros concejales afroamericanos, nadie decía nada.
¿Quién ganó con todo esto?
“Se beneficiaron los progresistas, pero tengo que decir que el domingo un día después de que se hizo público el audio, se juntaron nueve afroamericanos en las instalaciones de la Community Coalition (Coco), entre ellos Reggie Jones Sawyer, Marqueece Harris-Dawson, Mike Gibson, Mark Ridley-Thomas, Holly Mitchell, Curren Price, Isaac Bryant, y Sidney Kamlager. El único que no era afroamericano es Alberto Retana, el jefe de Coco”.
Destaca que el motivo de esa reunión era para decidir su posición con relación al audio.
“Ahí decidieron que Nury tenía que dejar la presidencia y ser reemplazada por un afroamericano. Y discutieron por los votos, Curren Price y Harris-Dawson. Dawson alegó que el nuevo liderazgo tenía que quedar en manos de un progresista. No pudieron ponerse de acuerdo, y escogieron a Paul Krekorian”.
Lo más gracioso vino cuando Krekorian le llamó por teléfono para leerle la declaración que ya le tenía preparada con su renuncia.
“Fue un momento muy surreal cuando yo esperaba que se mostrara como un líder, me cortó. Ya no éramos amigos”.
Cedillo dice que alcanzó a decirle que no estaba interesado en ser parte del circo.
“Le hice ver que no iba a participar en las juntas del Cabildo, pero que estaría disponible para cualquier voto que necesitara porque no pretendía demorar el trabajo de la Ciudad, y le dejó en claro que no renunciaría. Me respondió, dejémoslo así. Fue la última vez que hablamos”.
Cedillo confía en que habrá justicia y que se harán arrestos de las personas que cometieron el crimen de grabarlos ilegalmente.
Mientras tanto, revela que trabaja como consultor para las clínicas de salud Altamed y en un proyecto para crear el Museo de la Diversidad alrededor de la Plaza El Mariachi en Boyle Heights.
Trabaja también en la creación de una compañía digital que lanzará en enero para ayudar a los inmigrantes en sus procesos de migración y que tiene el lema: !Hazlo tú mismo!
“Me siento orgulloso de trabajar para hacer crecer Altamed; y tengo muchos planes y proyectos; pero sobre todo estoy muy contento porque después de 40 años finalmente tengo tiempo para mi familia”.