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Cuándo las pantallas son realmente malas para los niños

Un nuevo estudio reveló una disminución en la alfabetización general de los niños en relación con el tiempo total frente a la pantalla. Cuanto más tiempo pasaban los niños mirando dispositivos digitales, menor era su rendimiento en las pruebas de lectura

Cuándo las pantallas son realmente malas para los niños

Una mayor exposición a pantallas se asociaba con una menor densidad léxica y con la adquisición más tardía de hitos lingüísticos clave. Crédito: Lopolo | Shutterstock

En un esfuerzo por desentrañar el misterio detrás del impacto de las tecnologías basadas en pantallas en la salud y el bienestar de los niños, un equipo internacional de psicólogos e investigadores de biomecánica humana ha llevado a cabo un exhaustivo análisis de 681 estudios previos, involucrando a casi 2 millones de participantes menores de 18 años.

Los resultados, publicados en la revista Nature Human Behavior, revelan una serie de impactos mixtos, arrojando luz sobre la relación entre el tiempo frente a las pantallas y diversos aspectos de la vida de los niños.

A lo largo de décadas, numerosos estudios han explorado la influencia de los dispositivos tecnológicos en la salud y el bienestar de los niños. Sin embargo, la disparidad en los resultados ha llevado a la necesidad de un análisis más detallado y exhaustivo, que es precisamente lo que este equipo de investigadores ha llevado a cabo.

Tras examinar la literatura actual, identificaron 2.451 estudios relevantes, de los cuales excluyeron aquellos con cohortes pequeñas o sesgos, dejándolos con una muestra representativa de 681 estudios para su análisis.

Los investigadores se propusieron buscar patrones claros de impacto, tanto positivos como negativos, en la salud, educación y sociabilidad de los niños. Los resultados, aunque mixtos, arrojaron algunas conclusiones notables.

Uno de los hallazgos más destacados fue la correlación entre el tiempo dedicado a ver televisión y las puntuaciones más bajas en pruebas educativas. No obstante, este efecto negativo se contrarrestaba cuando los niños compartían la experiencia televisiva con adultos. Este descubrimiento sugiere que la interacción social y el contexto en el que se consume el contenido digital pueden modular su impacto en el desarrollo cognitivo de los niños.

Disminución en el habla

Además, el estudio reveló una disminución en la alfabetización general de los niños en relación con el tiempo total frente a la pantalla. Cuanto más tiempo pasaban los niños mirando dispositivos digitales, menor era su rendimiento en las pruebas de lectura.

Este resultado plantea preguntas sobre cómo diseñar estrategias educativas que integren de manera efectiva las tecnologías digitales sin comprometer las habilidades fundamentales de lectura.

En el ámbito de la publicidad digital, el equipo encontró que la exposición a anuncios en dispositivos electrónicos a menudo llevaba a elecciones poco saludables en la alimentación. Este descubrimiento destaca la necesidad de regulaciones más estrictas en la publicidad dirigida a niños en plataformas digitales para promover hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana.

Cuándo las pantallas son realmente malas para los niños
Crédito: Olga Vladimirova | Shutterstock

La interacción con redes sociales también fue objeto de estudio, revelando que en algunos casos, estaba vinculada a un aumento de los síntomas de depresión en los niños. Este hallazgo subraya la importancia de educar a los padres y cuidadores sobre el equilibrio adecuado en el uso de redes sociales, así como la necesidad de fomentar un entorno de apoyo para los niños en el mundo digital.

Sin embargo, el hallazgo más alentador de este extenso análisis fue la constatación de que la gran mayoría de los impactos eran menores. Esto sugiere que, aunque existen ciertos riesgos asociados con el uso de tecnologías basadas en pantallas por parte de los niños, los padres pueden no necesitar preocuparse tanto como se ha sugerido anteriormente.

Este estudio no solo ofrece una visión más matizada de la relación entre la tecnología y el desarrollo infantil, sino que también destaca la importancia de un enfoque equilibrado y consciente por parte de los padres, educadores y responsables de la formulación de políticas para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados con el uso de dispositivos digitales por parte de los niños.

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