2023, el último tirón
El año 2023 concluye de manera muy particular: radicalizando los claroscuros en su vida pública
MÉXICO- Millones de migrantes atravesaron el país rumbo a Estados Unidos; millones de toneladas de fentanilo cruzaron la frontera de este país hacia el norte y, sin embargo, su economía creció con un valor histórico del peso frente al dólar en medio del complicado estado de violencia extrema.
Pueblos de la provincia que huyen de la extorsión a la par de ciudades que se vuelven atractivas para los estadounidenses en una inédita migración de norte a sur de Norteamérica; escaladas de feminicidios mientras por primera vez dos mujeres se disputan el camino hacia la presidencia de la República.
El año 2023 concluye de manera muy particular: radicalizando los claroscuros en su vida pública.
“México es un país donde el narcotráfico adquiere mayor poder, donde hay violación de derechos humanos; falta de un estado de derecho pleno, pobreza, desigualdad y corrupción”, destacó Alberto Schiavon, analista de temas internacionales de la Universidad Iberoamericana.
“Pero también una potencia en el ámbito cultural, en las relaciones internacionales; es uno de los países del top en cualquier indicador: en economía, población, territorio, exportaciones, sitios patrimoniales y cultura de la humanidad”.
Entre las dos realidades las polémicas políticas y sociales también se agudizaron con un sabor agridulce, principalmente en cuatro rubros: seguridad, migración y relación binacional, economía y sociedad, con sus héroes, antihéroes y villanos más las sorpresas de fenómenos naturales como el huracán Otis que desbarató a Acapulco para empezar de cero.
Entre capos y capitos
Apenas arrancó el año, las fuerzas de seguridad del gobierno mexicano detuvieron a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y líder prominente del cártel de Sinaloa. La aprehensión permitió al gobierno atribuirse una victoria en sus esfuerzos para combatir la violencia durante uno de los periodos más mortíferos en la historia reciente de México.
Pero esta captura no detuvo los 27,354 asesinatos que siguieron hasta el mes de noviembre con un promedio de 82 diarios, donde seis entidades concentran el 47% del total: Guanajuato, Estado de México, Baja California, Chihuahua, Jalisco y Michoacán.
El Cártel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación continuaron en su disputa por el territorio para el tráfico de migrantes y de droga dejando una estela de sangre y desapariciones mientras otros criminales se sumaron al caldero de violencia con extorsiones, cobro de piso, trata de personas y secuestros.
Sorprendieron los enfrentamientos en el estado de Chipas donde la frontera se volvió un botín; el hallazgo de decenas de cadáveres en bolsas de Jalisco y otras fosas; la “epidemia” de violaciones sexuales; la desaparición de trabajadores de call centers presuntamente ligados a extorsiones a jubilados de Estados Unidos y el control de Los Altos de Jalisco, región histórica por la migración.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció este año que, efectivamente su sexenio fue el más violento, pero culpó a sus antecesores; “Ellos los crearon y los consolidaron y nos ha costado”.
Eduardo Guerrero, consultor de seguridad de la agencia Lantia Consultores destacó que si bien es cierto lo que dice el mandatario sobre los antecedentes, pero consideró que después de cinco años de gobierno y camino al último, “es un fracaso porque en campaña había prometido reducir los homicidios hasta un 30%”.
La fiesta económica
Del otro lado de la moneda de la suerte mexicana con la inseguridad se encuentra una racha económica positiva que, según analistas, este año cierra tan bien que incluso las empresas están batallando por encontrar personal: alrededor de 1.6 millones de vacantes hay actualmente, según reconoce la Confederación Patronal de la República Mexicana.
Esta “fiesta” de números positivos que significa entre 3.5% y 3.6% de crecimiento anual del Producto Interno Bruto y tuvo varios invitados, según conclusiones de analistas: el Nearshoring, que significa el traslado de empresas estadounidenses por las políticas del presidente Joe Biden de incentivar las operaciones de sus firmas a países cercanos, o sea, México.
“El nearshoring, y los extranjeros que están viviendo en estas Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey por ser más cosmopolitas y baratas que sus lugares de origen, provocan un económico muy importante”, expli Ramsé Gutiérrez, co-director de Inversiones de Franklin Templeton.
Las ciudades que han mejorado su seguridad, en contraposición a las más violentas, se han vuelto atractivas para los nómadas digitales que pretenden ganar dinero en dólares y gastarlo en pesos, mientras las urbes más industriales se convierten en polos de competitividad.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, las ciudades de Guadalajara, Aguascalientes, San Luis Potosí, Ciudad Acuña en Coahuila, Chihuahua y Puebla concentran la Inversión Extranjera Directa que este año creció un 30% y se ubicó en casi 33,000 millones de dólares que se suan a las remesas que rompieron récords este año.
Cuando concluya el sexenio, el próximo año, los migrantes habrán enviado más de 277,000 millones de dólares a pesar de que el “súper peso” estuvo a la alza frente al dólar y esta semana se ubicó en 17.33 por unidad, uno de los niveles más bajos desde 2015.
Las pugnas
En el discurso, todo fue miel sobre hojuelas entre Biden y López Obrador, entre México y Estados Unidos, pero a lo largo del año, en cada reunión previo a los procesos electorales de ambos países saltaron dos grandes sombras: el fentanilo y la migración.
Porque mientras Estados Unidos se mantuvieron las redes de distribución interna que permitió la crisis del fentanilo que mató a 34,000 en una década; en México es frecuente el decomiso de laboratorios que elaboran la mortal droga.
Además, un estudio de la revista Science reveló que el crimen organizado es el quinto empleador de México con alrededor de 175,000.
China de por medio, por la exportación de precursores químicos para la elaboración de la droga también, jugó un papel importante y hasta hubo una reunión del mandatario Xi Jiping con López Obrador en la que todos prometieron combatir el problema.
“La relación binacional suele ser un catálogo de buenas intenciones que luego choca con las respectivas realidades en un ciclo inerminable”, observó Juan José Martínez, analista internacional de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Esto se ve muy claro en el tema migratorio”.
A pesar de que México ha detenido este año más de 600,000 migrantes, el flujo continúa con dos grandes retos: brindarles seguridad y alimento. Mientras esperan la cita para solicitudes de asilo por parte del programa estadounidense CBPOne, muchos han optado por quedarse en México.
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