Senado avanza en investigación por abusos a embarazadas en prisiones
El Subcomité de Derechos Humanos del Senado avanza con la investigación sobre negligencias contra embarazadas en prisiones locales y estatales en EE.UU.
El Subcomité de Derechos Humanos del Senado, presidido por el demócrata Jon Ossoff (Georgia), avanza con la investigacion de embarazadas en cárceles y prisiones estatales con una audiencia en Atlanta, donde se expondrán nuevos testimonios.
“Las mujeres embarazadas, ya sea que estén libres o tras las rejas, merecen el más alto nivel de atención, al igual que sus recién nacidos”, dijo el senador Ossoff. “El miércoles, convocaré otra audiencia como parte de mi investigación sobre el abuso de mujeres embarazadas en cárceles y prisiones estatales”.
En la audiencia del Subcomité de Derechos Humanos, que se realizará en Atlanta, se escuchará el testimonio de Tiana Hill, una madre que dio a luz mientras estaba encarcelada en una prisión del condado de Clayton en Jonesboro, Georgia.
También se conocerá la posición de Tabatha Trammell, fundadora de Woman with a Plan, una organización sin fines de lucro que brinda servicios a mujeres encarceladas en Gwinnett en Lawrenceville, Georgia.
Además Dominique Grant, directora de campañas y operaciones de Women on the Rise, una organización que brinda servicios a mujeres encarceladas en Georgia y brinda apoyo para la reinserción a madres recién liberadas.
Hasta el momento, en espera de un reporte final, la investigación del senador Ossoff ha descubierto abusos generalizados de mujeres embarazadas en prisión, incluidos casos de mujeres que fueron obligadas a someterse a cesáreas contra su voluntad, embarazadas que fueron esposadas alrededor de sus estómagos (a pesar de que la práctica es considerada ilegal) y mujeres que dieron a luz sin asistencia mientras estaban en prisión.
Casos de negligencias
Uno de los casos hasta presentado es de Jessica “Drew” Umberger, quien fue encarcelada mientras estaba embarazada en Georgia, donde acusó que fue enfrentó complicaciones médicas después de una cesárea, algo que ella no deseaba.
“Tenía mucho miedo la mañana en que iba a dar a luz. El personal de la prisión me dijo que, como había tenido una cesárea 18 años antes, era política del Departamento de Correcciones de Georgia que tenía que tener otra. Aunque les dije que quería tener un parto vaginal, me dijeron que no estaba permitido. Creo firmemente que el personal de la prisión quería que tuviera una cesárea para que mi parto se ajustara a su horario de transporte al hospital”, contó Umberger.
La señora narró la retahíla de complicaciones médicas tras la cesárea que comenzaron con una preeclampsia.
“Tuve que ser llevada de urgencia a un hospital. Aquí es donde mi trauma empeoró”, dijo. “Me dejaron con oficiales que no conocía en un hospital y estaba en una sala de cirugía rodeada de extraños: médicos que nunca me examinaron y enfermeras que nunca había conocido. Cuando le expliqué al médico que me habían dicho que tenía que hacerme una cesárea, pero que yo quería un parto natural, el médico dijo que le parecía que me estaban ‘obligando’”.
En otro caso, Karine Laboy, madre de Tianna Laboy, acusó que su hija fue obligada a dar a luz en un baño de la prisión en York, Connecticut.
“Mi hija comenzó a sangrar mientras usaba el baño. Llamó para pedir ayuda, pero nadie respondió. Las imágenes de la cámara de seguridad muestran a mi hija colocándose una camiseta entre las piernas y agarrándose a las paredes de la prisión para apoyarse mientras intentaba caminar hacia el desayuno”, contó la señora Karine. “Cuando regresó, se sentó en el inodoro. La camiseta estaba completamente ensangrentada y comenzó a gritar pidiendo ayuda cuando se dio cuenta de que su bebé estaba por nacer. Nadie acudió. Mi nieta nació en la taza del inodoro. No respondía ni respiraba una vez que estuvo fuera del cuerpo de mi hija”.
Sigue leyendo:
• Mortalidad infantil en EE.UU. aumentó en 2022 por primera vez en décadas
• Marihuana y embarazo: registran complicaciones maternas antes y al comienzo de gestación
• Millones de niños quedan fuera de Medicaid por burocracia