Fundador del Cártel de Medellín y exsocio de Pablo Escobar fue liberado en EE.UU.

Luego de estar encerrado durante 26 años en una cárcel estadounidense, Fabio Ochoa Vásquez, de 67 años, finalmente quedó en libertad.

Se trata de uno de los líderes del Cártel de Medellín en los años 80, y uno de los narcotraficantes más notorios en ser extraditados a Estados Unidos tras la restitución de este mecanismo a finales de los 90.

El capo colombiano, quien fue socio de Pablo Escobar, fue extraditado en septiembre de 2001, y dos años más tarde un jurado de Miami lo declaró culpable de narcotráfico.

Condenado inicialmente a 30 años de cárcel por traficar toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, logró una reducción de su sentencia al colaborar con la justicia, según informó el diario El Tiempo.

Por el momento Ochoa se encuentra bajo custodia de una agencia federal mientras se decide el proceso de deportación a Colombia y se verifica si tiene procesos pendientes.

Una fuente consultada por el medio citado reveló: “Fabio Ochoa Vásquez no pidió asilo en Estados Unidos porque es el más interesado en regresar a su país, ya que de acuerdo a sus abogados no tiene cuentas pendientes y quedaría en libertad”.

Su arresto

En diciembre de 1990, Fabio Ochoa se entregó a las autoridades tras un decreto presidencial que garantizaba la no extradición para quienes se entregaran, según el Centro de Memoria Histórica de Colombia, y fue liberado en 1996 tras cumplir con las condiciones de su condena.

Posteriormente, en octubre de 1999, se llevó a cabo la “Operación Milenio”, una investigación conjunta de la DEA y la Policía Nacional de Colombia que terminó con el arresto de Ochoa junto con el también narcotraficante Alejandro Bernal-Madrigal, alias “Juvenal”.

Según la DEA, Ochoa continuó sus operaciones de tráfico con Bernal-Madrigal y otros después de su liberación.

La Operación Milenio realizó intercepciones electrónicas que mostraron “el funcionamiento interno de la industria de la cocaína y se centraron en los narcotraficantes más importantes y sus respectivas organizaciones tanto en Colombia como en México”.

Entre los delitos por los que fue imputado Ochoa en Estados Unidos se encuentra el asesinato de Barry Seal, ocurrido en febrero de 1986, un piloto que prestaba sus servicios para el cártel que se convirtió en informante de la DEA.

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