Arrestan a soldado acusado de hackear compañías telefónicas
Entre las compañías afectadas por los hackeos se encuentran gigantes como AT&T
Las autoridades creen que el soldado fue el responsable de una serie de ataques cibernéticos contra varias compañías de telecomunicaciones Crédito: Shutterstock
Las autoridades detuvieron a Cameron John Wagenius, un soldado de 20 años del Ejército de los Estados Unidos, acusado de estar detrás de una serie de ciberataques que comprometieron la seguridad de empresas y personas influyentes.
Wagenius, conocido en el mundo virtual como “Kiberphant0m”, habría utilizado sus conocimientos en informática y acceso privilegiado como miembro del ejército para infiltrarse en sistemas de telecomunicaciones y extraer información confidencial, incluyendo registros telefónicos que luego vendió en mercados clandestinos de internet.
La detención tuvo lugar en una base militar en Corea del Sur, donde Wagenius estaba destinado. Las autoridades trabajaron en estrecha colaboración con expertos en ciberseguridad y entidades del sector privado para rastrear y reunir las pruebas que finalmente llevaron a su arresto.
Cargos presentados contra Cameron John Wagenius
Wagenius enfrenta cargos graves relacionados con actividades cibercriminales. Entre las acusaciones destacadas se encuentran:
– Acceso no autorizado a sistemas informáticos: Se le acusa haber infiltrado ilegalmente los sistemas de al menos 15 empresas de telecomunicaciones, incluyendo gigantes del sector como AT&T y Verizon. Según las autoridades, Wagenius habría accedido a bases de datos internas para robar registros de llamadas de clientes, incluyendo figuras públicas de alto perfil.
– Transferencia y venta de información confidencial: Las investigaciones revelaron que Wagenius vendió esta información en foros clandestinos de internet, obteniendo ganancias significativas. Los registros telefónicos de figuras políticas como el presidente electo Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, publicados en noviembre de 2024, fueron atribuidos a sus actividades.
Los fiscales argumentan que estas acciones no solo violan las leyes de privacidad, sino que también representan un riesgo para la seguridad nacional, dada la naturaleza sensible de los datos comprometidos.
¿Cómo se descubrió su presunta culpabilidad?
La identificación de Wagenius como “Kiberphant0m” fue un proceso complejo que requirió la colaboración de múltiples entidades. La publicación de registros de llamadas pertenecientes a altos funcionarios del gobierno encendió las alarmas y motivó a expertos en ciberseguridad a investigar el origen de la filtración.
El equipo de Unit 221B, liderado por Allison Nixon, jugó un papel fundamental en el rastreo de las actividades en línea del sospechoso. Utilizando herramientas avanzadas de monitoreo y análisis, lograron conectar las huellas digitales de “Kiberphant0m” con las direcciones IP de la base militar donde Wagenius estaba destinado. Además, la correspondencia encontrada en foros clandestinos vinculaba directamente sus conversaciones con las transacciones ilegales de datos.
Un elemento clave en la investigación fue la verificación de las credenciales utilizadas por Wagenius para acceder a los sistemas comprometidos. Según las autoridades, empleó técnicas de ingeniería social y aprovechó vulnerabilidades en los sistemas para eludir medidas de seguridad. Este nivel de sofisticación permitió a los investigadores establecer una conexión directa entre las filtraciones y el soldado.
Refuerzo de medidas de ciberseguridad
El caso de Wagenius pone en evidencia la creciente amenaza que representan los ciberataques, especialmente cuando los responsables son individuos con conocimientos avanzados y acceso privilegiado.
Los expertos en seguridad han señalado que las empresas deben adoptar estrategias más proactivas, como la implementación de autenticación multifactorial, monitoreo constante y capacitación del personal para prevenir incidentes similares.
Además, este incidente subraya la importancia de una colaboración más estrecha entre el sector público y privado. La capacidad de identificar y detener a los responsables depende en gran medida del intercambio de información y de la disponibilidad de recursos para rastrear actividades ilegales en línea.
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