Reembolsarán cobros por el Parole in Place de Biden

El programa fue echado abajo por una corte federal de Texas; el reembolso será automático

Brenda y Antonio Valle estuvieron felices cuando se hizo el anuncio de la ampliación de la libertad condicional para ciertos inmigrantes en EE UU. (Fotos Chirla)

Brenda y Antonio Valle estuvieron felices cuando se hizo el anuncio de la ampliación de la libertad condicional para ciertos inmigrantes en EE UU. (Fotos Chirla) Crédito: Jorge Mario Cabrera | Cortesía

El gobierno de Estados Unidos regresará alrededor de $55 millones de dólares en cobros hechos a los inmigrantes, esposos de ciudadanos estadounidenses, que buscaban beneficiarse del programa Keeping Families Together bloqueado por una corte federal.

Se estima que 94,827 solicitantes pagaron cada uno $580 por la solicitud.

El programa Keeping Families Together o Parole in Place (PIP) pretendía facilitar el camino hacia la residencia permanente para los inmigrantes indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses que han vivido en el país por más de diez años, a partir del 17 de junio, no tienen récord criminal ni órdenes de deportación.

Lo más importante de este programa es que eliminaba la necesidad de que los solicitantes de la residencia con base en la petición de su cónyuge, salieran del país para su entrevista de migración, lo que ponía en riesgo de ser castigados con una prohibición de no entrar al país por más de diez años.

También ofrecía protecciones a miles de hijastros indocumentados de ciudadanos estadounidenses, dándoles permiso de trabajo y la posibilidad de solicitar la residencia permanente sin dejar el país.

El PIP fue anunciado el 18 de junio del 2024 a través de una orden ejecutiva del presidente Biden; y el lunes 19 de agosto, el Servicio de Migración y Ciudadanía (USCIS) comenzó a aceptar solicitudes.

Sin embargo, meses después un juez federal de Texas echó abajo el programa, bajo el argumento de que excedía la autoridad ejecutiva , y se puso del lado de los estados republicanos que desafiaron su legalidad.

El fallo ordenó al USCIS que no aceptara nuevas solicitudes y parara de evaluar las que ya se habían presentado.

Como consecuencia, el programa fue suspendido de manera indefinida, dejando miles de aplicaciones sin procesar.

La USCIS respondió a la decisión de la corte, con sus planes de reembolso.

“​​Dado que el programa no puede seguir adelante debido a la decisión del tribunal, es de interés público reembolsar las tarifas pagadas por los solicitantes que buscaron beneficios de buena fe”, dijo la agencia en un comunicado. 

Añadieron que el reembolso sería procesado de manera automática para quienes aplicaron para el programa.

Un inusual reembolso

El abogado de migración, Alex Gálvez dijo es inusual que USCIS emita reembolsos después de haber hecho gastos en recursos para este programa.

“Es algo que no hicieron con los soñadores, a quienes no les reembolsaron lo que habían pagado tras eliminarse el DACA”, expuso.

Sin embargo, consideró que regresarles lo pagado es una señal de buena fe hacia los inmigrantes que aplicaron.

“Ojalá la entrega de los reembolsos sea rápida, antes de que entre la nueva administración de Trump porque todo el proceso de la solicitud y pago fue electrónico”.

Afirmó que la caída del programa fue una derrota para los inmigrantes que habían aplicado.

“El presidente Biden tenía la autoridad para emitir acciones ejecutivas, pero al ser rechazado por el juez federal, su gobierno ya no presentó una apelación porque se sabe que bajo Trump, no habría recursos para el programa”.

Dijo que fue un mal cálculo por parte del gobierno de Biden lanzar este programa casi al final de su presidencia.

“Quizá Biden lo tenía guardado para usarlo como una bala para su reelección, pero le terminó explotando en la cara. Debieron presentarlo al inicio de la administración. Es una pena que no lo hayan hecho porque la mayoría de la población apoya la residencia para los inmigrantes indocumentados que entraron hace muchos años y tienen familias”.

Para muchas de las personas que calificaban para el PIP,  este programa significaba quitarse un peso de encima.

Sueños cancelados

Para Brenda V., casada con un ciudadano estadounidense y madre de dos hijos, a quien La Opinión entrevistó en las oficinas de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA) en el centro de Los Ángeles al ponerse en marcha este programa, el Parole in Place, significaba solicitar su residencia sin salir del país y exponerse a la separación de su familia con un posible castigo de años por haber entrada indocumentada.

Pero a pesar de la emoción, Brenda, una dreamer a quien sus padre trajeron a Estados Unidos, cuando ella tenía apenas tres años, confió a La Opinión, que no quería celebrar todavía, aunque soñaba con poder arreglar su residencia para poder ir a visitar a sus abuelitos a México.

Los sueños de esta madre como la de miles de inmigrantes que entraron de manera indocumentada a EE UU y están casados con ciudadanos estadounidenses, tendrán que esperar. Por lo menos, lo invertido en el pago de la solicitud, viene en camino.

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